UNE EPM Telecomunicaciones (Tigo) enfrenta un escenario complejo tras anunciar un plan de despido masivo y la implementación de un programa de retiro anticipado, medidas que ya fueron notificadas al Ministerio de Trabajo y la Superintendencia Financiera. Según la compañía, estas decisiones responden a “razones técnicas, operativas y financieras”, derivadas de un análisis estructural para garantizar la sostenibilidad operativa en un sector marcado por desafíos económicos. Aunque no se especificó el número de trabajadores afectados, Tigo señaló que estas políticas estarán vigentes hasta octubre de este año.
En paralelo, Tigo lanzó una estrategia de retiro voluntario dirigida a colaboradores y prepensionados que cumplan los requisitos para jubilarse, buscando optimizar su estructura organizacional. “Estas políticas son necesarias para afrontar los retos actuales y asegurar la estabilidad de nuestra operación a largo plazo”, afirmó la compañía en un comunicado. Actualmente, Tigo emplea a 3.759 personas, de las cuales el 41 % tiene entre 35 y 44 años, según datos de Great Place to Work.
La decisión no ha estado exenta de controversia. El sindicato SINTRAEMSDES rechazó categóricamente la solicitud de despido colectivo, argumentando que “no se compadece con la realidad de la empresa” y advirtiendo que emprenderán acciones para detener esta medida. “Esta decisión se toma en un momento crítico para el futuro de las telecomunicaciones en Colombia, lo que agrava aún más la situación”, afirmó el sindicato en un comunicado. Ahora, el Ministerio de Trabajo deberá analizar la solicitud de Tigo y determinar si concede el aval para este proceso, mientras crece la tensión entre la compañía y los representantes de los trabajadores.