Según el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Manuel Salazar Xirinachs, la región tiene el desafío de avanzar hacia un modelo de desarrollo más inclusivo y sostenible.
Salazar Xirinachs subrayó que América Latina y el Caribe deben emprender una serie de 11 grandes transformaciones para construir un futuro más productivo, equitativo y sustentable. Estas incluyen el desarrollo productivo en el ámbito laboral y la reducción de la desigualdad.
Un componente esencial es la educación efectiva para todos, con amplio acceso a la formación profesional, el avance hacia la igualdad de género, y la promoción de la sostenibilidad ambiental para enfrentar el cambio climático. También es crucial avanzar hacia una mayor integración económica y establecer una macroeconomía orientada al desarrollo.
Para lograr esta transformación productiva, la industria desempeña un papel fundamental, destacando sectores como el farmacéutico, los dispositivos médicos y la manufactura avanzada.
En cuanto a los servicios, los modernos y habilitados por las TIC serán motores clave para impulsar la transformación necesaria. Además, se enfatiza la importancia de los servicios de la sociedad del cuidado, los intensivos en trabajo y el gobierno digital.
Dado que la sostenibilidad es una prioridad global, sectores como la transición energética, las energías renovables, la electromovilidad, la economía circular, la bioeconomía y la agricultura serán esenciales para este cambio.
A pesar de los esfuerzos de diversos países de la región, el desarrollo de América Latina y el Caribe enfrenta varios retos. Según Salazar Xirinachs, uno de los mayores desafíos es la gobernanza, que abarca capacidades técnicas, operativas, políticas y prospectivas.
En cuanto a las capacidades técnicas, es fundamental incorporar la planificación estratégica a mediano y largo plazo en el ciclo de políticas, y desarrollar sistemas integrales de información para gestionar e implementar políticas y evaluar su impacto.
En el ámbito operativo, se necesita el uso de herramientas modernas de gestión pública, incluyendo procedimientos presupuestarios, planificación, gestión y evaluación de resultados, y mecanismos de rendición de cuentas.
Para mejorar las capacidades políticas, es vital gestionar espacios de diálogo social entre los actores del desarrollo para la formulación y ejecución de políticas públicas, así como promover liderazgos públicos que generen confianza y coordinación con la sociedad civil, el sector privado y el académico.
En términos prospectivos, es importante anticipar y seguir las megatendencias globales que afectan el desarrollo regional, construir escenarios futuros de desarrollo deseables y asegurar respuestas institucionales rápidas y eficaces ante las crisis.
Otro aspecto crucial es la economía política, la cual, según Salazar Xirinachs, ofrece un marco analítico para comprender mejor cómo se definen y se implementan las políticas y reformas, considerando las relaciones de poder, los intereses de los actores involucrados y los contextos institucionales.