El pasado mércoles 25 de septiembre se celebró en bogotá el Décimo Encuentro Responsable – De cara al desarrollo regional, el cual tiene como objetivo propiciar alianzas con otros, enfocadas en la superación de cuatro grandes retos para Colombia: paz desde las regiones, desarrollo del campo, economía y empleo y política social.
Este es un espacio que nace como un punto de encuentro entre organizaciones sociales y aquellas personas que quieren conectarse con alguna expresión solidaria. Actualmente el Encuentro Responsable es el evento más grande de responsabilidad social en Colombia y está orientado al fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil, a través de las conexiones con diversos actores del sector social.
Durante la celebración del acto Francisco de Roux, Presidente de la Comisión de la Verdad y Fundador del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio dio lsu opinión a las siguientes preguntas:
¿Cuál es la vida que queremos para todos en el territorio del Magdalena Medio?
Una vida querida basada en la ética, la dignidad, la justicia, la felicidad y la cultura. La dignidad es el sentido del valor absoluto que tiene cada ser humano, no se la debemos a nadie y la tenemos todos por igual. Justicia son las cosas que el otro se merece en derecho, hay que hacerlas aunque a uno no le guste.
Hay que producir con calidad y con eficiencia. La vida querida no sólo hay que producirla sino también hay que gobernarla. Lo que produce el desarrollo es la gente. Antiguamente, nuestra selva, los humedales, la fauna, y los bosques, se daban solos. Hoy en día hay que cultivarlo como un jardín, hay que vivificar la naturaleza. Si quisiéramos, realmente, crear empleo, podríamos rápidamente tener a 400 mil personas sembrando árboles en Colombia durante 10 años, para tratar de recuperar lo que hemos destruido en la selva.
En este sentido, es imposible el desarrollo campesino sin tener al lado las ventajas que tiene el empresario; el campesino no tiene dinero para gastarlo en transformaciones tecnológicas e investigaciones. Desafortunadamente, algunos empresarios, accionistas e inversionistas, vienen a la región a llevarse el valor de la región, no tienen ningún interés en su desarrollo, sino en que su rentabilidad se incremente. Y por eso, son tremendamente depredadores.
La economía del mercado es imprescindible en el desarrollo de las regiones, el problema es la forma que se ha hecho el capitalismo, se premia y se dan estímulos para la codicia y se considera que el gran impulso de la economía es el egoísmo. Las personas que son más premiadas son las más consumistas y están locos por satisfacerse a ellos mismos. Y si es un inversionista, lo único que le importa es tener el mayor rendimiento siempre con sus acciones. El ser humano esencialmente es egoísta y lo que más lo mueve es su satisfacción personal, sin importarle los demas.
El gran error ético que hay allí es que el ser humano no es fundamentalmente egoísta, el ser humano es esencialmente social, es un ser que sabe que no puede avanzar si no estamos juntos, es compasivo… Y eso es lo que se debería estimular y premiar.
Hay que invitar a los empresarios a elevar el valor de la región y no a llevárselo para unos inversionistas o accionistas de fuera. El primer valor que hay que elevar es el valor de los seres vivos del territorio, el valor de la educación del territorio, la selva, los ríos y las especies nativas del territorio.
¿Cuales son los objetivos de la Comisión de la verdad?
- Dignificar a las victimas.
- Invitar a reconocer responsabilidades.
- Construir la convivencia en los territorios.
- Establecer estrategias innovadoras para resolver el problema de la tierra, del narcotráfico, de la educación y de la vida en el área rural.
¿Cómo construir una verdad?
Escuchando a todo el mundo: a los campesinos, a las mujeres, a los niños, al gobierno, a la policía, al ejército, a los buscadores de desaparecidos, etc.