¿Cuál es, en tu opinión, la situación actual de la RS en el país y sus principales barreras y obstáculos?
Son varios asuntos a resaltar dentro de la situación de la RSE, creo que el país en este último periodo y en este año está atravesando algunas dificultades en asuntos de orden económico y político y, además, estamos en medio de una crisis energética.
Hay varios asuntos que tienen implicaciones sobre las empresas. Sin embargo, pienso que las empresas que han tomado el camino de la RS mantienen una línea de conducta que es estable y permanente, que ya viene cada vez más vinculada a sus procesos culturales y forma parte de su ADN. Pero, dentro de todo, estamos atravesando un momento bien importante por la perspectiva de todos los conflictos. Se van a sacudir todas las posibilidades y todos los roles que las empresas han jugado en medio del conflicto para repensarlos hacia el posconflicto y este es el problema central en el que estamos desde el punto de vista de la empresa. ¿Por qué? Normalmente, la firma del proceso de paz es un momento que permite pensar hacia una serie de transformaciones de orden social y, en esas transformaciones, la empresa participa o se queda fuera. Tenemos que participar porque la paz es una gran posibilidad para las empresas de abrirse a una participación distinta con otros actores sociales, a construir ciudadanía en momentos y en procesos en los cuales ha habido restricciones y que, finalmente, tiene repercusión también sobre el mercado para las empresas.
Por otra parte, hay elementos de orden ético. Hay que ser parte de los grandes procesos sociales y políticos que vive el país y también hay oportunidades para las empresas. Entonces, la situación de la finalización del conflicto armado es bien importante para las empresas, que cada vez más se van acercando al análisis y a la discusión.
¿Qué iniciativas actuales de RSE destacaría?
Hay un asunto cada vez más vinculado a los procesos de gobernanza empresarial y es lo que tiene que ver con la vinculación a las grandes iniciativas globales en Responsabilidad Social y en Sostenibilidad. Hay ahora una cierta transición entre lo que ha significado y significa RSE y el alcance que eso tiene. Es decir, en qué manera la empresa se vincula a los procesos de sostenibilidad a nivel nacional y a nivel mundial. Ya no solamente en nuestro programa de especialización en RSE de la Universidad de Medellín estamos haciendo una transición, también en las compañías. Porque la RSE es la manera como la empresa se vincula a los grandes procesos de sostenibilidad a nivel mundial y a nivel nacional.
Desde ese punto de vista, la vinculación de las empresas a las grades iniciativas de sostenibilidad, como los ODS o el Pacto Global, es muy importante. Todos los asuntos que vienen a debate tras la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París son fundamentales para Colombia. Especialmente en cuanto a cambio climático porque sus efectos nos están afectando muy fuertemente. Para mí, este es un gran asunto que tiene que ver con la gobernanza corporativa. Por eso, es necesario clarificar mucho más lo que las empresas hacen en materia de ODS y cambio climático. Además, estamos en el proceso de clarificar, también desde el punto de vista teórico y conceptual, esa vinculación de RS y Desarrollo Sostenible a nivel nacional y a nivel mundial.
¿Qué noticia sobre la RSE le gustaría escuchar ahora en el 2016?
Que hubiera un buen proceso de discusión y una incorporación de empresas a los avances sobre el rol de las empresas en la sociedad, el medio de procesos de postconflicto porque es urgente para el país. A nivel nacional necesitamos discutir eso, hablemos del rol de las empresas en el postconflicto. ¿Cómo debe la empresa vincularse a eso? ¿Cómo la empresa puede acceder y abrir posibilidades de dialogar con otros actores sociales?
La paz territorial es fundamental. Una empresa es un actor en los territorios y los territorios han sido muy golpeados por el conflicto. Por eso, ahí es donde se requiere actuar para buscar y consolidar procesos de reconciliación, construir confianza y respeto por los derechos humanos. Pero esto es más una cuestión política que económica.
¿Cuáles son los principales retos de la RS para que se afiance en el país y cómo esto se puede lograr?
El primer reto es la vinculación estratégica de sostenibilidad a nivel mundial y lograr combinar eso con las particularidades propias de un país tan complejo como el nuestro. La presencia del estado todavía es muy débil en muchas regiones donde no hay una base suficiente de gente sólida para que las empresas actúen, ese es un gran reto. Y, el segundo es cómo construir con claridad el rol de las empresas en el postconflicto.