Actualmente, se estima que hay 1,6 millones de personas en el mundo sin acceso a energía, que no están conectados a la red eléctrica. Debido a esto, dicha población depende de combustibles fósiles como fuente de energía. Utilizan querosene, velas y linternas de pilas entre otros para solventar esta situación. Algunos de estos combustibles fósiles, tienen un alto costo y se convierten en una pesada carga para los ingresos mensuales de una familia.
En 2004, durante el servicio del Cuerpo de Paz del co-fundador de d.light Sam Goldman en Benin, África, el hijo de su vecino resultó muy quemado por una lámpara de queroseno volcada. Este hecho, sumado al conocimiento de que 2,3 millones de personas en el mundo todavía no tenían acceso a electricidad confiable, inspiró a Sam.
Luego, participando en una clase de Diseño Empresarial para Asequibilidad Extrema en la Escuela de Diseño de Stanford, Goldman se reunió con el co-fundador de d.light Ned Tozun. Ahí desarrolló el prototipo inicial de la linterna solar, acompañado de un ambicioso plan para llevar iluminación segura y brillante a partir de recursos renovables a las personas que no tienen acceso a la red eléctrica a nivel mundial. Como resultado del encuentro, fundaron d.light. Con el desarrollo de linternas solares recargables LED (lámparas solares), económicas, resistentes y de alta calidad los fundadores de d.light buscan generar una solución de iluminación a través de alternativas limpias.
Cada linterna solar cuenta con una batería recargable y tiene en promedio una autonomía aproximada de 4 a 6 horas, después de ser recargada con el sol. Además se estima que tiene una prolongada vida útil de 8 a 10 años.
Desde su creación (2005), d.light, ha entregado más de 15 millones de lámparas solares en cerca de 30 países.
Adicional a lo anterior, d.light ha tenido un impacto importante a nivel ambiental. Dada la reducción de emisiones de carbono generadas al sustituir la utilización de querosene, se logra una amplia lista de beneficios sociales que incluyen, mejoras en salud, seguridad, rendimiento escolar, reducción del cansancio visual, capacidad para generar más ingresos e iluminación en lugares comunitarios claves donde antes no había luz, como clínicas de salud y escuelas, entre otros.
Durante sus años de crecimiento y consolidación de innovación social, d.light se enfocó en países como India y África, con una situación crítica a nivel de infraestructura eléctrica. Actualmente, ha empezado a reconocer países, como Colombia, que aunque no están en el imaginario de los países que no poseen iluminación, tiene miles de colombianos a oscuras.
Ante la crítica situación en infraestructura energética de Colombia, con incidencia sobre la necesidad de iluminación de algunas regiones en nuestro país, Brand Solutions realizó una alianza con d.light y se convirtió en su representante exclusivo en Colombia, para así emprender y escalar esta Innovación Social en el país.
Si bien es cierto, en estas ZNI (zonas no interconectadas) existe algún tipo de servicio a partir de sistemas autónomos, también es cierto que el servicio es intermitente, no es continuo y depende de la dinámica que la comunidad le dé al uso de la energía. Por lo tanto los productos d.light son una opción de iluminación complementaria a la que ya tienen.
Colombia es un país que no cuenta con una cobertura completa del servicio de energía eléctrica sobre su territorio nacional. Según un informe reciente de la Superintendencia de Servicios Públicos, aproximadamente un 52% del territorio nacional carece de interconexión (IPSE, 2012). Principalmente, el oriente y sur colombiano y en la región pacifica del Chocó, Nariño y Cauca.