La sociedad en la que vivimos hace que el ritmo del consumo sea acelerado; la mayoría de las empresas extraen la materia prima, producen productos a nivel industrial, venden para el consumo y luego el consumidor final desechará ese producto para adquirir uno nuevo. Sin embargo, como organizaciones es fundamental que nos cuestionemos sobre la poca sostenibilidad que este modelo de producción lineal representa para nuestro planeta y nos comprometemos a implementar modelos más sostenibles como los de economía circular.
Variedad de objetos con los que interactuamos a diario en nuestro entorno están fabricados con policloruro de vinilo, más conocido como PVC, el cual es un material derivado del plástico, versátil y económico que se utiliza a gran escala en la producción de tuberías para construcción y alcantarillado. Con el fin de contribuir a reducir residuos dentro de nuestra operación, en Pavco Wavin desarrollamos desde el 2016 un programa de reutilización de este material, una apuesta de economía circular con la que buscamos crear ciudades responsables ambientalmente y resilientes al cambio climático.
En Colombia, solo en el mercado involucrado con tuberías en PVC, se producen alrededor de 150.000 toneladas al año de este material, el cual, requiere para su fabricación 57% de sal común y 43% de etileno obtenido del petróleo u otros biocombustibles. Sin duda alguna, esto representa una cantidad significativa de desperdicio que puede ser reducida, puesto que el PVC puede ser reciclado hasta ocho veces para dar vida a nuevos productos que beneficien a las comunidades y reducir el impacto que pueda causar el proceso de desecho sobre el medio ambiente.
Bajo este contexto, con el programa de reciclaje hemos logrado recuperar aproximadamente 600 toneladas de PVC durante los ocho años de funcionamiento, de esta manera, estamos haciendo pruebas con estos residuos reciclables para cumplir la proyección que tenemos de ingresarlo a nuestro ciclo productivo, promoviendo así la economía circular para mantener la materia prima dentro del círculo de aprovechamiento y disminuir la presión de la demanda sobre los recursos naturales y energía, lo anterior, representa un esfuerzo significativo por sacar el máximo provecho de este material cuyo uso puede extenderse alrededor de cincuenta años.
El programa opera en ciudades como Bogotá, Tunja y Neiva, donde cualquier compañía instaladora hidrosanitaria, constructora o de plomería puede contactarse a través de la línea de servicio al cliente o mediante los asesores técnicos y comerciales, para iniciar con las capacitaciones y adecuación del sitio de recolección. Una vez se hayan inscrito, se realiza la recolección de los sobrantes de PVC y se certifica su cantidad.
Luego el material recolectado es aprovechado mediante el reciclaje mecánico, una de las técnicas más utilizadas para materiales de consumo, que permite que las tuberías recuperadas después de ser clasificadas, limpiadas, molidas y empacadas se incorporen en estos mismos productos o en otros diferentes como madera plástica, palos de escoba, adoquines, entre otros, que tendrán una vida útil con frecuencia igual a la del producto original.
Para hacer este proceso posible, trabajamos de la mano con aliados clave, el primero es Ambientes Plásticos, una empresa recuperadora conformada por jóvenes recicladores que se han convertido en emprendedores encargados de la parte operativa, de la recuperación y comercialización de los residuos de PVC, por otra parte, tenemos una alianza con otra empresa que produce la resina del PVC e innova en procesos y productos que involucran compuestos con moléculas de este material reciclado, de esta manera, contribuyen con esta apuesta por la economía circular y también se producen empleos alrededor de toda la cadena de valor.
De igual manera, en el marco de esta iniciativa, en Pavco Wavin contamos con “ferreterías azules”; 20 puntos de recolección ubicados en Bogotá cuyo propósito es que los plomeros que hacen trabajos de mantenimiento en hogares y comercios puedan llevar allí los residuos de PVC de sus labores y depositarlos en contenedores que luego serán recolectados por los operadores del programa para evitar que estos sobrantes terminen en escombreras o rellenos sanitarios y por el contrario, inicien el proceso correspondiente para ser reutilizados.
El principal logro que hemos conseguido con el programa es que se haya reconocido el valor de los residuos de PVC de las obras, al inicio del programa en el año 2016, los profesionales de las obras nos llamaban para que les ayudáramos a resolver qué hacer con los residuos de PVC y nos preguntaban si esto tenía algún valor monetario, a lo que les respondíamos que era gratis. En cambio, hoy, cuando ya saben que el PVC es un plástico reciclable y que una molécula de PVC puede tener hasta ocho ciclos de reciclaje para la producción incluso del mismo producto, ya reconocen que el producto tiene un valor y por ello se comprometen con este proceso para aportar a la economía circular e incluso en varias ocasiones ellos mismos lo venden.
La invitación que hacemos desde Pavco Wavin a la clase empresarial al exponer este modelo es inspirarlos a realizar acciones concretas de economía circular que promuevan la sostenibilidad desde sus operaciones, en nuestro caso, hemos notado que implementar este modelo no solo nos permite reutilizar los productos y reducir el impacto medioambiental, agregando así un valor sostenible a la cadena de valor, sino que además, este se ha consolidado como una fuente de concienciación sobre la sostenibilidad entre nuestros públicos de interés, lo cual nos recuerda que el bienestar de nuestro planeta es un compromiso de todos.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Economía Circular, impulsando el compromiso con la sostenibilidad.