El departamento de Santander, ubicado en el noreste de Colombia, está emergiendo como un centro de competitividad y desarrollo económico y social. Con una economía diversificada que incluye un sector agrícola en expansión y un turismo en crecimiento, así como una infraestructura en mejora continua, la región está sentando las bases para un desarrollo significativo.
Santander, que se sitúa como la quinta economía más importante del país, aportó el 6,36% al Producto Interno Bruto (PIB) nacional en 2023, según datos del Dane. La industria manufacturera fue el principal motor del PIB departamental, con una contribución del 19,7%, seguida por el comercio y el sector de servicios, que juntos representaron un 14,6%. Este dinamismo económico ha permitido que Santander diversifique su base productiva, alejándose de la dependencia de sectores tradicionales como el petróleo hacia iniciativas de innovación y energías renovables.
En Barrancabermeja, un municipio que representa el 25% del PIB departamental, la desaceleración del sector petrolero ha impulsado un cambio hacia proyectos de energía solar, hidrógeno y geotermia. Según Susana Meza, directora de ProBarrancabermeja, estas iniciativas tienen el potencial de atraer nuevas inversiones y reconfigurar el panorama empresarial de la región. La colaboración entre el sector público y privado es fundamental para seguir impulsando el progreso y el bienestar de la población local.