Empezaron como una empresa distribuidora de insecticidas y herbicidas en 1972. En aquel entonces, con cinco trabajadores como capital humano y 10 productos en vitrina en un modesto local de la ciudad de Guayaquil (Ecuador) iniciaron su crecimiento que cinco años más tarde les permitiría tener su propia sede y actual matriz de todas sus operaciones.
Desde sus inicios, aperturaron otras divisiones y unidades de negocios dirigidos a sectores como la acuicultura, semillas y alimentos de mascotas. Ad portas a cumplir 50 años de vida organizacional, su Directora de Responsabilidad Social Corporativa, Alexandra Armstrong, manifiesta que AGRIPAC es una organización que privilegia el valor humano y que siempre ha sido muy transparente con sus colaboradores, “siendo este uno de nuestros valores corporativos”.
La fuerza laboral de AGRIPAC es de 1.500 colaboradores, tienen 200 puntos de venta en Ecuador y 2 en Perú; además de 2 laboratorios de investigación en donde se enfocan en la innovación de nuevos productos; adicionalmente, cuenta con 13 centros de distribución y 812 productos de los cuales son productores de la mitad. También tienen cinco plantas industriales certificadas y, recientemente, han adquirido una camaronera para continuar con sus investigaciones.
¿Cómo vienen trabajando la responsabilidad social en su organización, cómo ha sido su evolución en estos 50 años y con qué áreas estratégicas cuentan?
Siempre hemos tenido un fuerte compromiso con la sostenibilidad y la innovación. Desde los inicios, se nos ha considerado como una empresa muy familiar, cercana y humana; y con nuestros agricultores existe un relacionamiento muy estrecho y constante; por ello, es que tenemos líneas de crédito para ellos; además, deproporcionarles capacitación en mejores prácticas para el manejo responsable y seguro de los productos que distribuimos y vendemos.
Hace 20 años arrancamos el programa “Plan Maíz”, para ayudar a pequeños y a medianos agricultores a hacer el pago del crédito con la cosecha de sus cultivos y, de esa manera promovemos los principios de la economía circular, porque con este maíz, procesamos y elaboramos alimento balanceado, que después llevamos al mercado; pero no solamente con los agricultores, sino también con nuestros clientes, y fuerza laboral con quienes hemos crecido de la mano; a ellos les brindamos oportunidades de crecimiento económico. De momento, contamos con 41 colaboradores con más de 30 años trabajando en AGRIPAC.
Dentro de nuestra evolución corporativa hemos logrado la triple certificación en calidad, seguridad y ambiente en la matriz y todas nuestras plantas industriales con el acompañamiento de un equipo de expertos para asegurar que haya un cumplimiento de todos estos requisitos legales.
En cuanto a lo social, siempre hemos estado apoyando a las comunidades y las diferentes fundaciones a nivel nacional, con programas de salud pública, educación y bienestar. Actualmente, queremos darle un enfoque más ambiental y, de momento, estamos realizando un diagnóstico interno para medir y mejorar nuestros procesos productivos, respecto al eficiente uso sostenible del agua, la eficiencia energética, el reciclaje y la reducción de la huella de carbono.
¿Qué otras iniciativas y proyectos tienen marcha en responsabilidad social?
Hemos firmado la carta de adhesión a los compromisos Women Empowerment Principles, WEP, lo cual nos ha permitido ir definiendo actividades que permitan impulsar el liderazgo femenino. Actualmente estamos implementando un proyecto con el BID enfocado en el segmento PYME Mujer agrícola en Ecuador, con el objetivo de construir una propuesta de valor para aumentar nuestra cartera de pymes lideradas por mujeres.
Tenemos planificado para el 2023 la eliminación de todos nuestros aires acondicionados que utilizan refrigerante R-22 que puedan afectar la capa de ozono. Serán reemplazadas con equipos de gases refrigerantes R-410. Activamos programas de concientización ambiental mediante capacitaciones periódicas a colaboradores de Agripac y nuestros clientes.
Además, mencionó sobre el uso responsable del agua y el reciclaje ¿qué nos puede decir acerca de ello?
En 2020, iniciamos nuestro proyecto “Objetivo: Basura Cero” en la planta Laquinsa y la verdad que nos trajo muy buenos resultados; por ejemplo, el primer año pudimos conseguir una reducción de la generación de residuos sólidos no peligrosos por un 16,7% e incrementamos el material reciclado por un 280%, a través de técnicas de reciclaje, enfocadas en el principio de la economía circular y, además de eso, también estamos con la cuantificación de la huella de carbono en todas nuestras actividades productivas iniciadas desde el 2021.
Es un proyecto que estamos implementando ahora en todas nuestras unidades productivas empezando con un levantamiento de información. Nuestra planta Laquinsa fue la primera en cuantificar la huella de carbono y ha conseguido su reducción en los últimos dos años, aunque su producción haya aumentado. También estamos comprometidos al uso sostenible del agua, mediante la aplicación de técnicas y maquinaria que permiten su ahorro, así como el aprovechamiento de agua lluvia para procesos productivos.
¿Cuál es la importancia que tiene para ustedes la comunicación de la responsabilidad social que realizan y cómo lo trabajan?
Para nosotros la comunicación de la responsabilidad social es imprescindible, por ello es que estamos muy activos en los medios de comunicación porque, a través de ellos, nos dan la oportunidad de compartir las buenas prácticas que venimos desarrollando e inspirar a otras empresas hacia esta transición ecológica y tener un compromiso activo en este ámbito. Además, es importante para que las compañías reconozcan y aprendan los beneficios de ser una empresa sostenible, desde los ahorros y los costos de producción hasta ser más eficientes, y cómo aumenta la valoración de la marca en el mercado, cómo atrae a otros inversores y cómo crea nuevas oportunidades de negocio. Entonces, no solamente es un desafío, también es una oportunidad para las empresas.
Finalmente, ¿cuáles son los próximos retos y desafíos que tiene AGRIPAC para el tema de responsabilidad social y cómo piensan llevar a cabo sus próximos desafíos?
Los retos que tenemos es aplicarla en la cadena de valor, porque dependemos de muchos proveedores, transportistas, distribuidores, gestores; entonces, eso iremos implementando a largo plazo. Lo que podemos hacer desde nuestro lado es influir, apoyar, compartir herramientas disponibles, casos de éxito, para que todos conozcamos los beneficios y se apunten a esa transición.
Otro desafío, es el que tenemos con nuestros envases, porque teniendo en cuenta que contienen productos agroquímicos, nos impide su reutilización directa; entonces, estamos intentando encontrar otras soluciones más sostenibles, es un gran reto para esta industria y es lo que estamos trabajando.
Uno de los mayores retos ha sido llegar a todos los rincones del país para poder capacitar a nuestros clientes en las diferentes regiones, lo cual hemos sabido superar; esta es una gestión permanente que forma parte de nuestro esquema de trabajo. La gente está muy acostumbrada a ser muy lineal en usar y tirar las cosas, y tenemos que crear esta cultura de reciclaje, a través de estas capacitaciones, que ya hemos activado con programas de concientización ambiental de manera periódica a nuestros colaboradores y clientes.
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