Banco Pichincha y El Ordeño publicaron la alianza para impulsar el primer programa de financiamiento de cadenas de valor del sector lácteo que beneficiará a más de 6.000 productores a escala nacional. Esta alianza es la primera de esta naturaleza que se da en Ecuador y junta la experiencia de El Ordeño en el manejo de cadenas productivas para desarrollo rural con la solidez y trayectoria de Banco Pichincha, el más grande del Ecuador.
Banco Pichincha ha originado un ecosistema financiero que integra y soluciona las precariedades de todos los actores de la cadena de valor productivo, y en este caso en especial, la del ganadero. En la primera fase, El Ordeño tiene acceso a una línea de crédito derivada para que las asociaciones lácteos puedan recibir sus pagos de manera ágil. En la segunda fase, estas asociaciones tendrán acceso a su propia línea de crédito, asegurar los pagos o adelantar el cobro de las facturas, beneficiando directamente a los pequeños productores que son miembros de estas asociaciones. Asimismo, Banco Pichincha les brindará educación financiera y acceso a los servicios financieros que la entidad ofrece.
Los productores que operan dentro de la economía familiar agrícola son responsables de generar el 67% de los productos básicos que conforman la canasta alimentaria en Ecuador. Con este enfoque, el Banco Pichincha se propone crear un impacto positivo en el sistema de producción del país al respaldar a todos los participantes en las cadenas de suministro agrícolas y de otros sectores que impulsan el progreso nacional. Este proyecto ha sido desarrollado en colaboración con Rabobank, uno de los bancos agro más prominentes a nivel mundial, que ha proporcionado orientación técnica para una comprensión más profunda de este sector y la creación de productos financieros que se adapten a sus necesidades.
“Con nuestro producto denominado Cadena de Valor Agrícola, buscamos una solución que integra las necesidades de todos los actores vinculados, en este caso, al sector lácteo. Esta alianza pionera, es solo el primer paso, ya que visualizamos su aplicación en diversas compañías nacionales, impulsando así el desarrollo de la sociedad ecuatoriana” – mencionó Antonio Acosta, Presidente de Banco Pichincha.
En Ecuador, el 12% de la población económicamente activa depende de la producción de leche. Por ello, el modelo empresarial asociativo e incluyente de El Ordeño es una estrategia de negocio en base de la colectividad, centrada en la sociedad, constituyendose una filosofía para la empresa. Este modelo promueve el bienestar de cada actor de su cadena de valor, promoviendo el triple impacto: personas, planeta y negocio.
“El Ordeño está comprometido con el bienestar de sus productores, por lo que nos llena de orgullo anunciar junto con Banco Pichincha el primer programa de financiamiento privado para el sector lechero que va beneficiar a los más de 6.000 productores que proveen de leche en los 94 centros de acopio de El Ordeño. Este es un paso más que se suma a nuestro modelo empresarial, asociativo e incluyente para asegurar el futuro y el bienestar de los productores de leche a nivel nacional.”, explicó Juan Pablo Grijalva, gerente general de El Ordeño.
“Banco Pichincha me entregó mi primer crédito y con eso compré mi primera vaca. Yo recuerdo que desde era un niño mis padres ya entregaban leche a El Ordeño y mi sueño es crecer como ganadero… Este proyecto de El Ordeño y Banco Pichincha nos van a ayudar con capacitaciones y también con estabilidad financiera y seguridad de compra” comentó Elvis Alba, productor lechero de la comunidad de Turucucho.
Banco Pichincha y El Ordeño han unido sus fuerzas con el propósito de cumplir con su compromiso hacia el sector agrícola y la cadena de suministro en su totalidad. Ambas empresas han establecido como objetivo estratégico trabajar en pro de la estabilidad financiera de la industria láctea, con la intención de crear un impacto social positivo que brinde respaldo a todos los participantes involucrados en el proceso de producción de leche. Esta colaboración abarca incluso a los pequeños productores, con el fin de contribuir a la mejora de sus condiciones de vida a mediano y largo plazo.