Ante la crisis que vive Ecuador, como consecuencia de la emergencia sanitaria originada por el COVID-19, la industria local ha brindado como una alternativa ataúdes elaborados en cartón corrugado de alta calidad para que las víctimas por esta pandemia puedan ser sepultadas por sus familias de una manera digna y a un costo accesible.
Se trata de féretros ecológicos y biodegradables que han sido sometidos a pruebas para garantizar que no haya fuga de fluidos y que soportan un peso de hasta 300 libras sin colapsarse. En estas condiciones un ataúd de cartón debería llegar al consumidor final con un precio que no supere los USD 150 dólares.
Corrucart es una empresa convertidora de cartón que ha presentado esta alternativa, su ataúd de cartón corrugado tiene 4 años de evolución pues la primera producción surgió como consecuencia del lamentable terremoto que asoló la provincia de Manabí en abril del 2016. Desde aquella primera experiencia, Corrucart se ha empeñado en desarrollar nuevos modelos, en perfeccionar sus acabados internos y externos con las características adecuadas que un ataúd debe tener y competitivo con los ataúdes tradicionales de madera o metal.
Fernando Quirola, gerente de Corrucart, comenta que: “la intención ante la crisis es ofrecer una solución adecuada, económica, que de una manera ágil y solidaria permita mitigar un problema que en algún momento se salió de todo control, para que nuestros compatriotas más vulnerables pudieran dar una sepultura digna a sus familiares. Superada esta crisis el siguiente paso es ofrecer al público nuevas alternativas de féretros, con la opción de personalizarlos al gusto del cliente, de tal forma que el ataúd de cartón este a disposición de todos los ecuatorianos e inclusive explorar mercados internacionales”.
Los ataúdes elaborados en cartón corrugado están tomando mucha fuerza a nivel mundial, en países como Francia, Inglaterra, México, han cobrado cada vez más espacio al alinearse con las tendencias medioambientales y conservacionistas, pues no es contaminante, es totalmente degradable y se requiere talar muchos menos árboles para elaborar un ataúd de cartón comparado con uno de madera.
Así mismo, el ataúd de cartón es adecuado para la cremación pues no contiene ningún tipo de componente plástico o metálico, lo que facilita el proceso de la cremación respecto a los tradicionales, con un manejo más sencillo para las funerarias.
Es así, como esta empresa ecuatoriana se encuentra comprometida y atenta para atender las necesidades de los ciudadanos en tiempos difíciles por la pandemia del COVID-19, proyectándose para posicionar el ataúd ecológico de forma permanente.
Entrevista a Fernando Quirola, Gerente de Corrucart