Para iniciar, sería interesante si nos diera una breve introducción y saber sobre el papel de la Responsabilidad Social en su organización.
Esquel es una organización que en el Ecuador tiene una trayectoria de 30 años y en todo ese trayecto hemos venido trabajo con dos pies, así graficamos nuestra trayectoria para marcar el trabajo en el Desarrollo y la Democracia. Actualmente son cuatro las líneas de trabajo que orientan las acciones que abarcamos. Las mismas son género y diversidades, democracia, diálogo y participación, ciudades sostenibles y finalmente un área de educación y juventudes. Las cuatro les da forma a las actividades de Esquel. La Sostenibilidad y el trabajo orientado a la cooperación y relaciones son ejes transversales. Hemos tenido la posibilidad de ser una organización con algunos elementos de innovación. UN ejemplo fue en 1997, donde fuimos los primeros en generar un evento internacional de Sostenibilidad en nuestro país, para hacer un cambio en el paradigma en el compromiso empresarial, ya que se manejaba como una especie de filantropía. Luego pudimos hacer el centro ecuatoriano de Responsabilidad Social en el año 2000. Nosotros seguimos siendo parte, pero ha crecido mucho y ahora tiene una visión más interesante para transformar la vida de las personas.
Con todo lo dicho, ¿vienen a ser una organización pública o privada?
Somos una organización civil, privada. El financiamiento viene de fuentes diversas. No tenemos financiamiento del gobierno, pero si tenemos algunos programas con financiamiento de organizamos unilaterales o directamente de gobiernos del exterior.
Si puedo preguntar por una iniciativa, ya sea ahora con la pandemia o antes, ¿cuáles me podría destacar?
Hay varias que hemos desarrollado. Una muy importante, en el contexto de la pandemia, es que nos sumamos a la emergencia al impulsar un proceso de colaboración con un fondo llamado “fondo por todos”, que buscaba apoyar a las instituciones de salud en crear estaciones de triaje. Esto es muy importante acá por el nivel de demanda y se hicieron estaciones previas para que la gente pueda llegar a los hospitales y sea diagnosticada desde antes, con tal de que así solo lleguen al hospital las personas que necesitan. Estamos buscando ampliarlo a 20 hospitales. Luego de eso están los “Bancos de Tiempo”, los cuales son espacios donde la gente puede intercambiar saberes y habilidades sin uso del dinero. Y en una situación actual (escaso de liquidez) la gente tiene mucho que compartir. Con esto se pueden adquirir nuevos conocimientos.
¿Cuál fue su papel, si puedo preguntar, durante el estallido en octubre pasado (2019) al trabajar el tema democrático en sus actividades?
La historia de octubre pasado (2019) fue muy dolorosa, porque en el país no se había tenido una experiencia, por lo menos en democracia, con tanta violencia. Se veía como una olla de presión en la cual había mucha crisis y necesidades acumuladas. Y aquella experiencia reveló temas de la equidad que no habían sido atendidas por décadas. Ahí nuestro papel fue velar un espacio para el diálogo logrando un pacto nacional con 100 organizaciones en la que en varias mesas se intercambiaron propuestas desde la sociedad civil para un cambio en el modelo de desarrollo que se tiene. Tenemos plena conciencia de lo que pasa y con la pandemia se ve mucho más, pero siempre buscando salidas por la vía democrática y no violenta.
Ahora con el tema del diálogo como me dices, se necesitan estrategias de comunicación con tal de que las organizaciones puedan conocer las preocupaciones de la comunidad no solo para lo mencionado antes, sino para todo tipo de iniciativa. ¿Cómo manejan la comunicación en su organización?
En Esquel ha tenido una virtud en estos años al ser innovadora en diferentes frentes. Y nosotros en el 2015 creamos el “Esquel Clic”, que es el centro latinoamericano de inteligencia colectiva, desde el cual nosotros generamos un espacio de formación B-learning. Y cuando ocurre la pandemia, el pasar nuestros procesos y proyectos a una plataforma virtualizada nos fue fácil, porque teníamos las condiciones y hábitos necesarios para trabajar mediante tecnologías. Y fruto de eso hemos generado un medio en línea donde trabajamos tres de los cuatro frentes que trabajamos, en donde se ven programas semanales dentro de una malla del “Esquel Clic”. En el último mes han sido 500mil visualizaciones en diferentes foros que hemos promovido a través de campañas. Dentro de Esquel hacemos la producción de nuestros propios contenidos de comunicación. Sin embargo, eso no quita que no nos acerquemos a medios tradicionales.
Ahora el tema del Esquel Clic es importante porque así son más personas las que llegan a recibir la información. Sin embargo, ¿cómo llegar a la gente que no tiene internet en casa tomando en cuenta de que no se puede salir de casa?
La gran mayoría de proyectos en nuestro centro de formación se han ideado mecanismos donde las capacitaciones son a través de WhatsApp o vía telefónica de manera semanal, ya que en la aplicación mencionada solo necesita tres minutos para poder entrar en línea. Y eso se suma con el seguimiento de profesionales que realizan estos talleres.
En una temática más general, ¿Cómo ve el desarrollo de la Sostenibilidad y la Responsabilidad Social en Ecuador con la pandemia de por medio?
Yo te diría que por el lado de la Responsabilidad Social creo que los últimos años han permitido instalar el tema, aunque hay que pensar por diferentes niveles (desde programas bien instalados como su introducción en el centro del negocio). El problema que tendría la Responsabilidad Social es el contexto. Y esto está motivado por una idea de que las empresas pueden compartir o pensar en el desarrollo de la comunidad cuando hay un escenario favorable y recursos para invertir. Esa forma de ver a la Responsabilidad Social sigue siendo un obstáculo, ya que tener un entorno favorable es válido para los momentos de auge como para momentos difíciles. La empresa no es una isla, sino que comparte el desarrollo junto a la sociedad y los proveedores. Gran parte de mejorar su rentabilidad tiene que ver con trabajar en una entidad vecinal que resulte positivo. En términos de Sustentabilidad hay mucho por hacer, porque todavía no se entiende muy bien, ya que la crisis de la pandemia no solo es crisis sanitaria, sino una crisis de sostenibilidad. Somos la primera generación interesada en trabajar el tema climático y la última en hacer algo para cambiar las cosas, pero falta aterrizarlo tanto en empresas como los estados a nivel latinoamericano.
Esquel es una organización que en el Ecuador tiene una trayectoria de 30 años y en todo ese trayecto hemos venido trabajo con dos pies, así graficamos nuestra trayectoria para marcar el trabajo en el Desarrollo y la Democracia. Actualmente son cuatro las líneas de trabajo que orientan las acciones que abarcamos. Las mismas son género y diversidades, democracia, diálogo y participación, ciudades sostenibles y finalmente un área de educación y juventudes. Las cuatro les da forma a las actividades de Esquel. La Sostenibilidad y el trabajo orientado a la cooperación y relaciones son ejes transversales. Hemos tenido la posibilidad de ser una organización con algunos elementos de innovación. UN ejemplo fue en 1997, donde fuimos los primeros en generar un evento internacional de Sostenibilidad en nuestro país, para hacer un cambio en el paradigma en el compromiso empresarial, ya que se manejaba como una especie de filantropía. Luego pudimos hacer el centro ecuatoriano de Responsabilidad Social en el año 2000. Nosotros seguimos siendo parte, pero ha crecido mucho y ahora tiene una visión más interesante para transformar la vida de las personas.
Con todo lo dicho, ¿vienen a ser una organización pública o privada?
Somos una organización civil, privada. El financiamiento viene de fuentes diversas. No tenemos financiamiento del gobierno, pero si tenemos algunos programas con financiamiento de organizamos unilaterales o directamente de gobiernos del exterior.
Si puedo preguntar por una iniciativa, ya sea ahora con la pandemia o antes, ¿cuáles me podría destacar?
Hay varias que hemos desarrollado. Una muy importante, en el contexto de la pandemia, es que nos sumamos a la emergencia al impulsar un proceso de colaboración con un fondo llamado “fondo por todos”, que buscaba apoyar a las instituciones de salud en crear estaciones de triaje. Esto es muy importante acá por el nivel de demanda y se hicieron estaciones previas para que la gente pueda llegar a los hospitales y sea diagnosticada desde antes, con tal de que así solo lleguen al hospital las personas que necesitan. Estamos buscando ampliarlo a 20 hospitales. Luego de eso están los “Bancos de Tiempo”, los cuales son espacios donde la gente puede intercambiar saberes y habilidades sin uso del dinero. Y en una situación actual (escaso de liquidez) la gente tiene mucho que compartir. Con esto se pueden adquirir nuevos conocimientos.
¿Cuál fue su papel, si puedo preguntar, durante el estallido en octubre pasado (2019) al trabajar el tema democrático en sus actividades?
La historia de octubre pasado (2019) fue muy dolorosa, porque en el país no se había tenido una experiencia, por lo menos en democracia, con tanta violencia. Se veía como una olla de presión en la cual había mucha crisis y necesidades acumuladas. Y aquella experiencia reveló temas de la equidad que no habían sido atendidas por décadas. Ahí nuestro papel fue velar un espacio para el diálogo logrando un pacto nacional con 100 organizaciones en la que en varias mesas se intercambiaron propuestas desde la sociedad civil para un cambio en el modelo de desarrollo que se tiene. Tenemos plena conciencia de lo que pasa y con la pandemia se ve mucho más, pero siempre buscando salidas por la vía democrática y no violenta.
Ahora con el tema del diálogo como me dices, se necesitan estrategias de comunicación con tal de que las organizaciones puedan conocer las preocupaciones de la comunidad no solo para lo mencionado antes, sino para todo tipo de iniciativa. ¿Cómo manejan la comunicación en su organización?
En Esquel ha tenido una virtud en estos años al ser innovadora en diferentes frentes. Y nosotros en el 2015 creamos el “Esquel Clic”, que es el centro latinoamericano de inteligencia colectiva, desde el cual nosotros generamos un espacio de formación B-learning. Y cuando ocurre la pandemia, el pasar nuestros procesos y proyectos a una plataforma virtualizada nos fue fácil, porque teníamos las condiciones y hábitos necesarios para trabajar mediante tecnologías. Y fruto de eso hemos generado un medio en línea donde trabajamos tres de los cuatro frentes que trabajamos, en donde se ven programas semanales dentro de una malla del “Esquel Clic”. En el último mes han sido 500mil visualizaciones en diferentes foros que hemos promovido a través de campañas. Dentro de Esquel hacemos la producción de nuestros propios contenidos de comunicación. Sin embargo, eso no quita que no nos acerquemos a medios tradicionales.
Ahora el tema del Esquel Clic es importante porque así son más personas las que llegan a recibir la información. Sin embargo, ¿cómo llegar a la gente que no tiene internet en casa tomando en cuenta de que no se puede salir de casa?
La gran mayoría de proyectos en nuestro centro de formación se han ideado mecanismos donde las capacitaciones son a través de WhatsApp o vía telefónica de manera semanal, ya que en la aplicación mencionada solo necesita tres minutos para poder entrar en línea. Y eso se suma con el seguimiento de profesionales que realizan estos talleres.
En una temática más general, ¿Cómo ve el desarrollo de la Sostenibilidad y la Responsabilidad Social en Ecuador con la pandemia de por medio?
Yo te diría que por el lado de la Responsabilidad Social creo que los últimos años han permitido instalar el tema, aunque hay que pensar por diferentes niveles (desde programas bien instalados como su introducción en el centro del negocio). El problema que tendría la Responsabilidad Social es el contexto. Y esto está motivado por una idea de que las empresas pueden compartir o pensar en el desarrollo de la comunidad cuando hay un escenario favorable y recursos para invertir. Esa forma de ver a la Responsabilidad Social sigue siendo un obstáculo, ya que tener un entorno favorable es válido para los momentos de auge como para momentos difíciles. La empresa no es una isla, sino que comparte el desarrollo junto a la sociedad y los proveedores. Gran parte de mejorar su rentabilidad tiene que ver con trabajar en una entidad vecinal que resulte positivo. En términos de Sustentabilidad hay mucho por hacer, porque todavía no se entiende muy bien, ya que la crisis de la pandemia no solo es crisis sanitaria, sino una crisis de sostenibilidad. Somos la primera generación interesada en trabajar el tema climático y la última en hacer algo para cambiar las cosas, pero falta aterrizarlo tanto en empresas como los estados a nivel latinoamericano.
Y para finalizar, dejaría como reto tanto para Esquel y Ecuador, trabajar el lado sostenible.
Si claro. Es un reto importantísimo tanto para el país como para el mundo. Estoy convencido de que se necesita una transformación de índole civilizadora. Desde hace algunos años se evidenció de una emergencia y el planeta está interconectado, haciendo que los eventos alejados tengan repercusión local. Hay que crear modelos que estén enfocados en la vida y diría que es necesario reconstruir comunidad, en la cual no basta con las casas en un barrio. Transformar el concepto ciudadano en vecino.