¿Qué balance hace de estas primeras semanas de aplicación de la Ley? Hago un primer balance positivo basándome en que los empresarios quieren ponerse a trabajar en planes de igualdad. Nos están planteando dudas de cómo hacerlo, lo que implica que no parten del rechazo y que lo consideran importante de cara a rentabilizar el rendimiento de la plantilla. Para mí, es el mejor indicador. Lo importante de esta ley es que el peso ya no recae sólo en las familias –en las que los padres se esfuerzan cada vez más por pagar los estudios a sus hijas-. Ahora la responsabilidad recae también en la empresa, que tiene que valorar el rendimiento y el currículum a la hora de seleccionar y no tener en cuenta si la persona tiene o no hijos.
Además de este interés que comenta, ¿qué otras reacciones está teniendo el empresariado en general tras la aprobación de esta Ley? Cuando me reúno con empresarios percibo un sentido práctico de la ley. El empresariado de este país es valiente; está haciendo frente a una innovación permanente en el mercado y a una continua polivalencia. Nos hacen preguntas sobre pymes, sobre sectores masculinizados y nosotros tratamos de responder y recogemos sugerencias. El otro día un director de RR HH hizo una definición magnífica de la Ley; dijo: ustedes nos están colocando en una posición distinta, porque antes evitábamos las sanciones y ahora quieren que hagamos políticas activas. Esto para mí es clave, es precisamente lo que les pedimos: pasar de eludir y evitar cumplir con la norma a emprender políticas activas de igualdad. Y esto es difícil. Nos ha llevado dos años discutirlo internamente.(…)
* Más información sobre DOSSIER RECURSOS HUMANOS Y RSE (nº 1) aquí