¿Cuáles son los principales aspectos a tener en cuenta a la hora de analizar la situación actual de la RS en España? Un primer elemento que hay que tomar en consideración es que se está produciendo un debate vivo con amplia difusión. Por lo tanto, ya estamos ante un primer paso importante y positivo. Es una cuestión relevante de la que las empresas se tienen que ocupar. Segundo, en el dilema que se producía sobre si esta materia va a ser reglada normativamente o va a ser voluntaria. La Unión Europea ya se ha decantado por este segundo mecanismo de recomendaciones y régimen voluntario. De este modo, se preserva justamente la independencia de los dirigentes empresariales y de las empresas para organizarla Responsabilidad Corporativa (RC) de forma voluntaria y comprometida. Y una tercera cuestión es que ya se empieza también a demostrar, incluso científicamente, que una buena RC es muy útil para las empresas en términos capitalísticos, es decir, en términos que hasta el capitalista más duro pueda entender. La RC mejora la cotización y aumenta los beneficios, es decir, que no estamos hablando de un altruismo mal entendido y gratuito sino que realmente tiene un retorno que se puede medir en términos cuantitativos para el valor de las empresas.(…)
En algunos sectores existe la idea de que la RSC se utiliza por algunas empresas como elemento de márketing. ¿Cuáles son los pasos a dar para dejar de lado esta imagen? Es verdad que algunas empresas lo hacen por imagen, con un compromiso escaso detrás de su posición. Yo creo que cada vez son menos, a la medida de que se van dando cuenta que mejora la eficiencia de sus empresas e incrementa el valor para el accionista. Segundo, en la medida en que se vaya publicando un ránking, o principios de Responsabilidad Social, las empresas se verán retratadas por sus accionistas y por el mercado.
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