¿Cómo ha evolucionado la estrategia de RSE de su organización en los últimos años y cuáles son, actualmente, vuestras principales líneas de actuación?
Desde Oli&Carol, la responsabilidad social ha sido una prioridad desde nuestros inicios. Nunca concebimos crear algo que no fuera sostenible ni respetuoso con la sociedad y el planeta. Nuestra misión siempre ha sido cuidar el medio ambiente, construir una marca lo más sostenible posible y aportar valor a la comunidad de manera significativa.
Para nosotras, lo importante no era solo qué íbamos a hacer, sino cómo lo haríamos. Desde el principio, tuvimos claro que queríamos replicar nuestros valores personales en la marca y en los productos. Esto se traduce en desarrollar productos sostenibles, artesanales y alineados con nuestros principios.
Por ello, nuestros juguetes son lo más sostenibles y artesanales posibles, siempre acompañados de un mensaje de valor y un compromiso firme con el uso responsable de materiales e innovación constante. Todo esto se realiza bajo un modelo de producción artesanal, conocido como slow production, que prioriza la sostenibilidad mediante el uso de materias primas naturales, como es el caucho extraído de los árboles.
¿Podéis compartir ejemplos o citar buenas prácticas de Oli&Carol en esta materia?
Nuestra materia prima principal es el caucho natural, que se extrae de árboles Hevea en Malasia. Este material es 100 % biodegradable y proviene directamente de la naturaleza. Además, siempre que integramos otras materias primas, como el algodón o la madera, nos aseguramos de que sean orgánico o proveniente de bosques certificados. Nuestro compromiso con la sostenibilidad también incluye el diseño del packaging, totalmente libre de plásticos y elaborado con cartón reciclado.
Paralelamente, nuestras ventas tienen un propósito solidario, con donaciones a distintos proyectos. Por ejemplo, lanzamos recientemente la colección “Ice Protectors“, cuyos beneficios se destinan a la protección del Ártico y a iniciativas contra el deshielo. Colaboramos también con organizaciones que restauran arrecifes de coral y limpian nuestros océanos.
En cuanto a productos específicos, podríamos destacar, por ejemplo, el “Upcycled Boat”, un barquito fabricado con residuos de nuestra fábrica, o nuestros sonajeros rellenos de semillas de cereza, evitando así el uso de metal o plástico. Estos ejemplos reflejan nuestro compromiso por desarrollar productos innovadores y respetuosos con el medio ambiente.
¿Qué papel tiene la comunicación en su estrategia de RSE?
La comunicación juega un papel fundamental en la difusión de nuestras acciones relacionadas con la sostenibilidad y la solidaridad. Utilizamos nuestra web, redes sociales y eventos para concienciar sobre la necesidad de reducir el consumo de juguetes de plástico y silicona. Nos impactó mucho saber que el 90 % de los juguetes del mercado están fabricados con plástico, y trabajamos en esa parte de conciencia y diseño para disminuir este porcentaje.
En nuestras comunicaciones, no solo promovemos nuestros productos, sino que también ofrecemos consejos para adoptar un estilo de vida más consciente y sostenible. Nuestro mensaje clave es consumir de forma responsable, priorizando la calidad sobre la cantidad. Queremos fomentar un cambio en los hábitos de consumo, más allá de que adquieran nuestros productos.
¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de apostar por la RSE?
El principal beneficio de la RSE es el impacto positivo en la concienciación de la comunidad. Al cambiar hábitos de consumo hacia opciones más responsables, se logra cuidar mejor el planeta y el medio ambiente. Es una forma de promover un cambio cultural que repercute en toda la sociedad.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales errores que se siguen cometiendo en la actualidad en torno a la RSE y cómo creen que podrían subsanarse?
Lo primero de todo, vivimos en una sociedad claramente individualista, donde muchas personas creen que reciclar en casa no marca la diferencia. Este pensamiento debe cambiar, aunque hemos notado avances en los últimos años.
Y, en segundo lugar, el consumismo sigue siendo un problema. Deberíamos enfocarnos en adquirir productos de calidad, duraderos y con una vida útil más larga, en lugar de consumir en exceso.
Aún se oye en determinados foros y personas que las empresas ‘hacen’ RSE por cosmética, por lavado de imagen, por greenwasing, ¿qué opinan de ello y cómo se podría revertir la situación?
Es fundamental reconocer que no existe una empresa 100 % sostenible. Por ello, la transparencia debe ser la base de cualquier estrategia de RSE. Nosotras, desde Oli&Carol, siempre hemos apostado por ser lo más transparentes posible, compartiendo información detallada sobre nuestras prácticas y procesos. Es una pena cuando algunas empresas se aprovechan de estas iniciativas sin un compromiso real.
En este sentido, creemos que existen diferentes motivos detrás de las prácticas de RSE. Algunas empresas lo hacen como una estrategia de imagen, otras porque los consumidores actuales demandan este tipo de compromiso, y también hay quienes realmente creen en estos valores, como es nuestro caso. En cualquier escenario, siempre que las acciones sean auténticas, resultan beneficiosas para el planeta, ya que impulsan mejoras sostenibles.
Nuestro enfoque es asumir nuestras limitaciones. Reconocemos que no somos completamente sostenibles, porque nadie lo es, pero trabajamos para mejorar cada etapa del proceso: desde el diseño del producto hasta el packaging, la logística y entrega al cliente. Siempre buscamos implementar las soluciones más sostenibles disponibles.
En cuanto a cómo revertir la percepción del greenwashing, consideramos que los gobiernos pueden jugar un papel clave aumentando la presión hacia la transparencia empresarial. Sería útil exigir certificados que respalden las afirmaciones sobre sostenibilidad y autentifiquen que un producto o proceso cumple con los estándares necesarios. No basta con decir que algo es “artesano” o “sostenible”, es necesario justificarlo con hechos y certificaciones verificables.
Además, creemos que imponer impuestos a las empresas que no adoptan prácticas sostenibles, como el uso continuado de plásticos, podría ser una medida efectiva. Esto obligaría a muchas organizaciones a priorizar la sostenibilidad, ya que, lamentablemente, el factor económico es un gran motor de cambio en muchas industrias.
¿Cómo están fomentando en su organización la comunicación y el diálogo con los grupos de interés?
En Oli&Carol intentamos que cada etapa de nuestro proceso, desde el diseño del producto y la selección de materias primas, pasando por la producción, la logística y la entrega al consumidor final, hasta la comunicación que realizamos, esté alineada con nuestros valores de sostenibilidad. Nuestro objetivo es optar siempre por las soluciones más respetuosas con el planeta en cada paso.
En cuanto a los grupos de interés, trabajamos tanto con nuestro equipo interno como con colaboradores externos. Dentro de nuestras oficinas, nos esforzamos por transmitir este mensaje y fomentar una conciencia colectiva sobre la importancia de cuidar el planeta. También buscamos llevar esta comunicación a nuestra comunidad a través de las redes sociales y al consumidor final, explicando no solo el mensaje, sino también el motivo detrás de nuestras prácticas sostenibles.
Por otro lado, tratamos de extender este compromiso a nuestros equipos externos, como proveedores, distribuidores y otros colaboradores. Que el mensaje llegue de manera uniforme a todos los involucrados puede ser un reto, pero seguimos trabajando para comunicarlo de forma consistente, ya que es una prioridad en nuestra estrategia.
Para finalizar, ¿Cuáles son los principales retos y desafíos de la RSE en España?
El principal desafío es avanzar hacia una sostenibilidad integral en todos los procesos, desde el diseño de productos hasta la reutilización de residuos. En nuestro caso, hemos reforzado nuestro equipo de investigación y desarrollo para identificar nuevas materias primas sostenibles y analizar nuestra huella de carbono.
Creemos que otro reto importante es la educación, tanto a nivel individual como empresarial. Es crucial fomentar el conocimiento sobre prácticas responsables y presionar para que todos adopten medidas respetuosas con el medio ambiente. La educación y la transparencia son fundamentales para construir un futuro más sostenible.
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