¿Cuál es su opinión sobre la aprobación de la directiva de diligencia debida en Europa y cómo cree que impactará en la gestión de las cadenas de suministro?
Celebramos la aprobación de la directiva de diligencia debida en Europa como un primer paso de trabajo en común para la gestión de la cadena de suministro mundiales hacia la sostenibilidad y la responsabilidad.
A partir de ahora, todos estamos en sintonía y compartimos un conjunto de reglas para trabajar en los modelos de negocio existentes. Esto implica discutir mejoras en cómo compramos y en las reglas que seguimos para asegurar que nuestras cadenas de suministro y nuestras acciones como empresas sean responsables.
Para las empresas supone evolucionar de una política voluntarista a verse frente a un marco legal que les obliga a identificar, prevenir y mitigar los impactos adversos de sus actividades en los derechos humanos y el medio ambiente.
A la hora de su implementación, creemos que hay margen de mejora sobre ciertos puntos y que se deben de tener en cuenta:
- Unos de los elementos clave de la CDSD son el reconocimiento del salario digno y el ingreso digno como derechos humanos que las empresas deben tener en cuenta, así como la aclaración de la importancia de abordar el impacto de las prácticas de compra de la empresa.
- Otra mejora clave es la aclaración de que la desvinculación de los proveedores en virtud de la ley solo debe ocurrir como último recurso y de manera responsable.
- Vemos la necesidad de una redacción más sólida sobre la participación significativa de las partes interesadas, que es crucial para lograr un impacto en los derechos humanos y la diligencia debida ambiental.
- A medida que avanzamos hacia la aplicación, no se puede esperar que los proveedores en general, y los pequeños agricultores en particular, asuman por sí solos la carga de la ambición de esta Directiva.
- No se puede hacer recaer en los proveedores los costos y las responsabilidades en materia de derechos humanos y producción sostenible sin el apoyo adecuado. Debe haber un compromiso de proporcionar apoyo financiero e información a los diferentes agentes de la cadena de suministro, la sociedad civil y los productores de todo el mundo.
Para garantizar una adecuada implementación de la normativa europea es crucial que cada Estado miembro, incluyendo España, realice una transposición que esté a la altura del desafío. Es importante señalar que algunos países europeos ya han desarrollado sus propias normativas, lo que les otorga una ventaja en términos de implementación. Dada la tendencia creciente de este tipo de regulaciones en los próximos años, es importante que España se ponga al día para no quedarse atrás en este aspecto.
¿Cómo considera que el comercio justo puede contribuir al cumplimiento de esta nueva legislación y a la minimización de los riesgos en las cadenas de valor?
La debida diligencia es un proceso en el que las empresas gestionan los riesgos y asumen su responsabilidad. En este proceso, la certificación de comercio justo Fairtrade es una herramienta útil y eficaz.
Trabajamos con normas y estándares que pueden ayudar a las empresas a asumir sus responsabilidades. Nuestros criterios ofrecen recursos y experiencia suficiente para mitigar riesgos y comprenderlos mejor.
Desde la certificación Fairtrade podemos actuar como socios, pero no podemos asumir las responsabilidades de las empresas.
¿Cuáles son los principales desafíos que prevé en la implementación de procesos de diligencia debida en derechos humanos y medioambiente para las empresas?
Las empresas deben evolucionar en su manera de gestionar las cadenas de valor:
- A partir de ahora, las medidas y actuaciones sostenibles ya no son “solo” necesarias y voluntarias, sino que también deben cumplir con los requisitos legales y reglamentarios.
- Las empresas tienen asumir la responsabilidad por sí mismas y no pueden delegarla en terceros.
- La debida diligencia se extiende más allá de un cumplimiento legal, supone un verdadero análisis y evolución de los modelos de gobernanza y los procesos internos de la empresa.
- Muchos de los actores de las cadenas de suministro necesitarán formación, herramientas, tecnología o apoyo financiero para desempeñar eficazmente sus funciones.
¿Cuál es el papel de Fairtrade en el contexto de esta nueva legislación y cómo puede ayudar a las empresas en la implementación de procesos de diligencia debida?
Fairtrade ofrece a todos los socios corporativos información y apoyo para comprender los derechos humanos, las cuestiones ambientales, la debida diligencia y el papel que puede jugar Fairtrade. De la misma manera, aportamos acceso directo a la participación significativa de los titulares de derechos en Debida Diligencia. Las 3 redes regionales de productores que representan a los agricultores y trabajadores de: África-Oriente Medio, Asia-Pacífico y América Latina-Caribe forman parte de la Junta Directiva de Fairtrade International, tienen el 50% de los votos en la Asamblea General y participan activamente en el establecimiento de nuevos estándares y políticas para Fairtrade.
La elección de productos certificados Fairtrade puede ser una parte importante del sistema de gestión de riesgos. Nuestros estándares incluyen requisitos detallados sobre precios, trabajo infantil, deforestación y muchas otras cuestiones que son destacadas en las cadenas de suministro agrícola. Nuestros criterios están incorporando las medidas y requisitos clave de la nueva reglamentación de diligencia debida.
¿Qué medidas específicas está tomando Fairtrade para garantizar la protección del medio ambiente y los derechos humanos en las cadenas de suministro?
Desde Fairtrade hemos adaptado nuestros estándares, procesos de auditoría además de desarrollar guías prácticas para que las organizaciones estén alineadas con los nuevos marcos legislativos en materia de Derechos Humanos y Medioambiente.
Hace unos meses lanzamos a nivel internacional el Mapa de Riesgos de Fairtrade. Este mapa apoya el trabajo de evaluación de riesgos para los derechos humanos y el medio ambiente en las cadenas de suministro de las empresas. Permite identificar los riesgos ambientales y de derechos humanos a nivel de país y de productos básicos, así como comprender mejor los problemas más destacados y sus causas fundamentales.
Esta herramienta es el resultado del trabajo continuo de evaluación de riesgos e impacto de Fairtrade, en el que colaboran cooperativas de agricultores, trabajadores, plantaciones y personal de Fairtrade de seis continentes, así como expertos externos.
¿Cómo puede el movimiento de Comercio Justo colaborar con las empresas para promover prácticas de compra empresarial más éticas y sostenibles?
Las organizaciones de Comercio Justo estamos fortaleciendo nuestro trabajo de debida diligencia derechos humanos y medio ambientales para ayudar a nuestros socios corporativos a entender este nuevo paradigma en el que el trabajo de debida diligencia se impone como la norma en todo el mundo, alinearse con él y prosperar en él.
La debida diligencia corporativa puede revolucionar los avances en derechos de los agricultores y trabajadores de las cadenas de suministro de todo el mundo si se basa en el diálogo entre las empresas y los afectados, la colaboración y el reparto de costes justo entre distintos tipos de empresas y la mejora continua.
¿Qué recomendaciones daría a las empresas que están comenzando a implementar procesos de diligencia debida en sus cadenas de suministro en el contexto de esta nueva legislación?
Consideremos la debida diligencia no solo como una obligación legal, sino como una forma proactiva y sistemática de abordar el trabajo de sostenibilidad. La nueva Directiva puede ser una herramienta útil para establecer las prioridades adecuadas en temas de derechos humanos y medio ambiente.
Solo mediante un enfoque proactivo y colaborativo podremos reducir y remediar los impactos negativos de nuestras actividades y cadenas de valor. Además, es importante recordar que desde Fairtrade vemos la debida diligencia como una oportunidad única para mejorar las relaciones con las partes interesadas.