Entrevistamos a Ana Balseiro, directora de Acción Social y Comunicación de la Fundación Renal FRIAT que tiene como misión la atención integral al paciente renal y como visión la de ser un modelo referente en el tratamiento de la Insuficiencia Renal. El conocimiento, el compromiso y la responsabilidad en la asistencia sanitaria de FRIAT son los valores básicos de trabajo.
Esta conversación forma parte del Ciclo de Entrevistas a dircoms, producto de la alianza entre ObservaRSE y la Asociación de Directivos de la Comunicación (Dircom) para promover la comunicación responsable.
Antes de empezar, nos gustaría saber ¿cuál es la misión/visión (valores) de FRIAT Fundación Renal?
La Fundación Renal tiene como misión la atención integral al paciente renal, para ello presta asistencia médica, clínica, psicológica, social, deportiva y nutricional a las personas con afecciones renales crónicas, facilita las condiciones psicológicas y sociales que le permitan llevar una vida normal, fomenta la investigación y la formación para la prevención y curación de las enfermedades del riñón. Nuestra visión es la de ser un modelo referente en el tratamiento de la Insuficiencia Renal.
El paciente es el sujeto principal de nuestra actividad, por lo cual el conocimiento, el compromiso y la responsabilidad en nuestra asistencia sanitaria son nuestros valores de trabajo. Conocimiento, fomentado y adquirido a través de la experiencia, la investigación y la motivación; compromiso, con la mejora continua para ofrecer al paciente el mejor tratamiento posible, atendiendo a todas sus necesidades vitales y responsabilidad, en todas nuestras acciones, aplicando el máximo rigor y respondiendo a las expectativas depositadas en nosotros. Estas premisas están presentes en cada una de nuestras decisiones y están respaldadas por un Sistema Integrado de Gestión de la Calidad Ambiental.
¿Puede hablarnos de la Responsabilidad Social de FRIAT, de cómo ha evolucionado estos años hasta la actualidad y cuáles son sus principales áreas estratégicas?
En la Fundación Renal la Responsabilidad social es transversal y forma parte de nuestro ADN. Mucho antes de que existiese como concepto, nuestra presidenta y fundadora Isabel Entero, ya se encargó de infiltrarla en todos y cada uno de los departamentos y en todos y cada uno de los trabajadores que los integran, situando al paciente como el eje de nuestra actividad y el principal objeto de dicha RS.
La Fundación nació en 1982 con el objetivo de cubrir las carencias que en aquel entonces tenía el sistema nacional de salud con los enfermos renales. Comenzó acercando el tratamiento a los pacientes instalándose en pequeñas localidades a donde no llegaban los servicios de la sanidad pública, desde hace más de treinta años la Fundación ofrece apoyo psicológico a sus pacientes y más de veinticinco que contamos con trabajadores sociales. En 1988 creamos nuestro primer Centro Especial de Empleo para fomentar la reinserción laboral de los enfermos renales, en 1999 comenzamos a fomentar la investigación en nefrología y tres años más tarde iniciamos nuestros programas de cooperación internacional.
En la actualidad la responsabilidad social de la Fundación se centra en cuatro grandes áreas: pacientes, trabajadores, sistema integrado de gestión de la calidad y ambiental, proyectos de cooperación e investigación
Con respecto a los pacientes, la Fundación cuenta con un Grupo de Apoyo formado por psicólogos, trabajadores sociales, educadores deportivos y nutricionistas que, junto con el personal sanitario nos permiten ofrecer la atención integral que nos define. Tenemos en marcha un programa de humanización en diálisis, contamos con un Fondo Social de ayuda a pacientes en riesgo de exclusión, con un Centro Especia de Empleo para la integración socio laboral nuestros pacientes, así como con convenios con otros CEE, tenemos también un programa de formación para el empleo y colaboramos con ALCER (asociación de pacientes renales) en el desarrollo de programas d ayudas al estudio, talleres de nutrición, etc.
Como centro de trabajo la Fundación ofrece estabilidad laboral a sus empleados, el 80% de ellos son trabajadores fijos. Tenemos un Centro Especial de Empleo, una lavandería industrial que permite la inserción laboral de pacientes renales. Contamos con programas de formación periódica y financiamos formación individualizada a nuestros empleados. Fomentamos el apoyo a iniciativas de vida saludable de los empleados, como carreras solidarias, o carrera de las empresas, etc.
Desde el año 2005 la Fundación cuenta con un Sistema de Gestión de Calidad, que se ha ido adaptando y evolucionando con las nuevas normas ISO. A nivel de Responsabilidad Social, la Fundación analiza los grupos de interés externos que considera relevantes (más allá de nuestros clientes y proveedores) y cómo nuestra actividad afecta a estos grupos y cómo damos respuesta a las expectativas y necesidades de los mismos. En 2019 obtuvimos la certificación de gestión ambiental y actualmente tenemos la Certificación del Sistema Integrado de Gestión de Calidad y Ambiental.
La certificación integrada se hace desde el enfoque de las nuevas Normas ISO 9001:2015 e ISO 14001:2015, donde la estrategia de la organización se define a partir de un análisis de riesgos muy completo y la identificación de las necesidades y expectativas de las partes interesadas. A partir de los datos del sistema tenemos información sobre la adecuación de las acciones y el desempeño de los procesos.
Por último, la Fundación tiene en marcha programas de Cooperación Internacional en Ecuador, Bolivia y Nicaragua y fomenta la i+D invirtiendo al año cerca de seiscientos mil euros en la financiación de proyectos financiados y el mantenimiento de dos cátedras de investigación renal en Madrid y Santiago de Compostela.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría compartir de su estrategia de Responsabilidad Social, y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Dentro de las cuatro áreas detalladas anteriormente son varios los proyectos en marcha, podríamos destacar tres de ellos por ser los más recientes: el proyecto de humanización de las unidades de diálisis, el impulso al nuevo Centro Especial de empleo tras su traslado a unas nuevas instalaciones, y el objetivo que tenemos para este año de obtener la acreditación de la Fundación Lealtad con lo que ello supone de acreditar el cumplimiento de principios de transparencia y buenas prácticas.
Plan de Humanización. Se trata de una serie de líneas estratégicas encaminadas a humanizar las unidades de diálisis a todos los niveles de modo que éstas repercutan en una mejora en los cuidados integrales de los pacientes renales. Entre las diversas líneas de actuación se encuentran la mejora de la comunicación con los pacientes, la organización de charlas formativas, el acompañamiento puntual de allegados durante parte de la sesión de diálisis, mejoras estructurales y de comodidad en los centros, etc. Todo el programa incluye unos indicadores de calidad y una estructura de proyecto de investigación para valorar la eficacia en el medio y en el largo plazo. El objetivo final es poder mejorar los cuidados a los pacientes renales aplicando estas medidas de humanización para lograr una mayor satisfacción percibida de los mismos.
Impulso al nuevo Centro Especial de Empleo. Se trata de una lavandería industrial en la que trabajan enfermos renales que por su condición les resulta complicado acceder a un trabajo ordinario, dado que tienen que dializarse tres días a la semana cuatro horas al día. En el año 2018 la lavandería sufrió un incendio y hemos partido de cero para volver a relanzarla en unas nuevas instalaciones, más amplias y con mayor capacidad, por lo que nuestro reto ahora es lograr un crecimiento de su actividad y en consecuencia un incremento de la plantilla para poder ofrecer esta posibilidad de reinserción a más pacientes.
Acreditación de la Fundación Lealtad. Esta acreditación identifica a las ONGs que cumplen íntegramente los 9 principios de transparencia y buenas prácticas. Se trata de una acreditación voluntaria cuyo objetivo es reforzar la confianza de la sociedad en la institución; diferenciando a las ONG comprometidas con la transparencia, la rendición de cuentas y la eficacia en la gestión ante donantes, colaboradores, voluntarios y beneficiarios. Con ella la Fundación aspira a reforzar y poner en valor sus políticas que encajan perfectamente con los principios recogidos en esta acreditación.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de la Responsabilidad Social, y cómo lo trabajan?
Hoy en día la comunicación forma parte de la estrategia global de las organizaciones y en la mayoría de los casos los departamentos están integrados dentro de la dirección de las mismas. La Fundación Renal no es una excepción de esta realidad, y por tanto la comunicación de nuestros proyectos y de nuestras estrategias es uno de nuestros objetivos. Nos esforzamos especialmente en la comunicación de aquello que nos define y que nos hace diferentes, y que, entre otras cosas abarcan algunas de las áreas de la RSC.
Nuestra política de comunicación está dirigida a tres grandes sectores, en primer lugar, al público en general, al que enfocamos nuestros esfuerzos de cara al conocimiento y sensibilización de la enfermedad renal y sus circunstancias y al fomento de la prevención. En segundo lugar, a los enfermos renales, las administraciones sanitarias y otros stakeholders, a los que dirigimos información más específica de la Fundación, su misión, visión valores, programas y objetivos, y por último a nuestros propios pacientes y trabajadores.
Somos una entidad relativamente pequeña y nuestro departamento de comunicación es unipersonal, por lo que tratamos de maximizar los recursos a nuestro alcance para llegar a la mayor proporción posible de población objetivo. Además de los canales de comunicación tradicionales representados por los medios de comunicación generales y especializados, utilizamos nuestra web y redes sociales, creamos campañas de sensibilización e informativas y tenemos nuestros propios canales de comunicación interna como intranet, un boletín mensual, cajetines informativos para pacientes y trabajadores en todos los centros, y sistemas de distribución de mensajes a través de los salvapantallas de los ordenadores, las televisiones de los centros, un canal de Telegram o listas distribución de Whatsapp. Carteles y dípticos son también fórmulas que utilizamos para difundir nuestros programas y actividades y tenemos carpetas de acogida para dar a conocer la organización a trabajadores y pacientes nuevos.
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de FRIAT?
La Fundación aspira a ser cada vez más un referente en el tratamiento integral de los enfermos renales, así como en coordinación, organización y gestión del tratamiento de la Enfermedad Renal dentro del Sistema Nacional de Salud y sus hospitales. Nuestro próximo gran reto queremos que sea la ampliación de nuestro trabajo en favor de la prevención de la enfermedad.
Desde el punto de vista asistencial aspiramos a seguir creciendo y consolidando la Fundación con la apertura de nuevos centros en un momento difícil para el país y para el sistema sanitario, nuevos centros en los que seguiremos manteniendo unos altos niveles de calidad, tanto en la actividad asistencial como en las instalaciones y equipamientos. En marzo hemos abierto un centro en Getafe, en plena crisis del coronavirus, y en el segundo semestre de este año esperamos abrir otro en Lalín (Pontevedra).
De cara a la “nueva normalidad” o a una realidad futura diferente y sin contacto físico, aspiramos a mantener con nuestros pacientes el trato cercano, casi familiar, en un colectivo con una media de edad avanzada que valora y pide, no sólo una atención sanitaria ejemplar, sino una atención personal que aúne profesionalidad con cariño y comprensión. Y por lo que respecta a nuestros empleados, queremos garantizarles un entorno de trabajo seguro y motivador adaptado a la nueva realidad y fomentando el teletrabajo.
Ante esta crisis sanitaria provocada por el COVID-19, ¿qué medidas o plan de contención y/o seguridad se ha adoptado desde FRIAT para hacer frente al impacto generado por el COVID-19 especialmente en el sector salud?
Como entidad sanitaria que somos, en la Fundación se han establecido desde el principio de la pandemia varios protocolos de actuación. En primer lugar, en los centros de diálisis para controlar y evitar el contagio dentro de los centros y también un protocolo de detección de casos y su tratamiento en relación y coordinación directa con los hospitales de referencia. Asimismo, nuestros centros de diálisis han contribuido dializar a más enfermos sin coronavirus en los centros periféricos para permitir una mayor dedicación de los centros hospitalarios a la lucha específica contra el virus.
Se ha llevado a cabo una importante inversión en la compra de material de protección (mascarillas, EPIs, geles, etc.) y en la actualidad se están realizando pruebas serológicas y de PCR a todos los pacientes y trabajadores y se está llevando a cabo un protocolo de detección de enfermos asintomáticos en todos los centros de Madrid, mediante la determinación de PCR y anticuerpos y un seguimiento de la inmunidad de los enfermos contagiados.
Por último, señalar que desde la primera semana de marzo se ha implantado el teletrabajo en todo el personal administrativo y no sanitario cuya labor presencial no resultase imprescindible durante la pandemia.
¿Qué iniciativas solidarias ha puesto en marcha Friat para combatir el COVID-19?
Con el fin de evitar que los integrantes del Grupo de Apoyo al Paciente dejasen de prestar servicio a los enfermos renales justamente en uno de los momentos en que más los necesitaban, se creó el Grupo de Apoyo Virtual para enfermos renales durante el aislamiento por coronavirus, en el que psicólogos, trabajadores sociales, educadores deportivos y nutricionistas están atendiendo desde sus casas a los pacientes por teléfono, videollamada o correo electrónico. Además, a través de un canal creado en Telegram ofrecen videoconsejos y recomendaciones cada día mientras dure la crisis, se trata de un canal público que está disponible no solo para nuestros pacientes, sino para todos los enfermos renales. Además del canal de Telegram, el Grupo de Apoyo se puede seguir también desde la Web de la Fundación Renal o desde las redes sociales Twitter, Facebook y YouTube.
Asimismo, durante la crisis hemos fomentado las ayudas al transporte individual para tratar de evitar en la medida de lo posible que nuestros pacientes acudiesen a sus tratamientos de diálisis en el transporte colectivo habitual y hemos reforzado las ayudas de primera necesidad para pacientes vulnerables, especialmente en aquellos que vieron afectada su situación laboral.