¿Cómo ha evolucionado la estrategia de sostenibilidad en su entidad desde que se unieron al Pacto Mundial de la ONU España? ¿Qué motivó a su organización a considerar la sostenibilidad como parte de su estrategia empresarial en aquel entonces?
Endesa tiene una posición privilegiada para explicar la evolución de la estrategia de la sostenibilidad en estos 20 años. La compañía se unió al Pacto Mundial desde su presentación en España en 2002 y ya en ese momento inicial entendimos que, por nuestro tamaño, el gran impacto social, económico y ambiental de nuestras actividades en la sociedad y el tipo de servicio que proporcionábamos era necesario integrar los aspectos sociales, ambientales y éticos en la estrategia y gestión del negocio.
El resultado inmediato de la puesta en práctica de esta visión fue el lanzamiento de nuestro PEMADS (Plan Estratégico de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible) 2003-2007. Tenía como objetivos principales crear la Política de Sostenibilidad, así como los cimientos de su integración en la estrategia de la empresa, todo ellos acompañado de una estructura que permitiera su gestión.
A lo largo de ese periodo se consiguió crear la cultura y estructura en la organización que permitió que, a partir de 2008, el plan estratégico de sostenibilidad incorporara una visión integrada de la sostenibilidad en el negocio. Y esta visión la trasladamos también al despliegue de las operaciones.
Fruto de la maduración del concepto en la compañía, se creó en 2015 la Dirección General de Sostenibilidad y se impulsó nuestro compromiso con los ODS, orientando el plan de negocio a dar respuesta a los grandes retos ambientales y sociales de nuestra sociedad. Lo focalizamos en la lucha contra el cambio climático y en liderar una transición justa hacia un modelo energético sostenible. Desde el nivel operativo la integración sostenibilidad-negocio la alcanzamos a través de un enfoque de creación de valor compartido en el despliegue de nuestros proyectos. La gobernanza de la compañía incorpora desde hace años funciones de supervisión de los distintos aspectos de la sostenibilidad en su máximo órgano de gobierno.
Seguimos convencidos de que la sociedad civil, nuestros clientes, inversores, empleados y los reguladores no esperan otro comportamiento por nuestra parte y que, además, integrar los aspectos sociales, ambientales y éticos en la gestión y el despliegue del negocio permite gestionar de forma avanzada riesgos y oportunidades y asegurar mejor el retorno para nuestros accionistas.
¿De qué manera ha impactado la integración de prácticas sostenibles en su modelo de negocio?
El impacto ha sido muy relevante, aunque yo hablaría más de enfoque que de prácticas concretas. Lo importante no es realizar determinadas prácticas de forma aislada, sino integrar los aspectos sociales, ambientales y éticos en nuestras decisiones estratégicas y en nuestro despliegue operativo. Y eso ha tenido un gran impacto a diferentes niveles.
Por ejemplo, en esa ambición estratégica de liderar la transición energética o, en la incorporación de procedimientos estructurados en el despliegue operativo de nueva capacidad o el cierre de capacidad térmica, que garanticen que se incorpora una visión de creación de valor compartido con los grupos de interés. Nuestro modelo de negocio, concretado en nuestro plan estratégico, apuesta por la electrificación limpia, para crear sistemas energéticos asequibles, seguros y sostenibles, renovando nuestra ambición cero emisiones a 2040, con el fin de la producción con carbón en 2027, la producción 100% renovable y la salida del negocio de gas minorista en 2040 y un plan de transición justa basado en programas de capacitación y reciclaje profesional y que en el corto plazo fija objetivos tan claros para el 2026 como el 93% de la producción peninsular libre de emisiones, el 90% de energía vendida a clientes a precio fijo procedente de fuentes no emisoras y una inversión para alcanzar 13.900 MW de capacidad renovable a final de 2026.
¿Cuáles han sido las lecciones más importantes que ha aprendido en su viaje hacia la sostenibilidad empresarial?
En un viaje tan largo hay muchas lecciones aprendidas. Por señalar algunas: la importancia de trabajar de forma continua en la cultura y la implicación de toda la empresa para conseguir que la organización al completo mantenga su compromiso con la sostenibilidad. Aunque sea un tópico, es absolutamente real: una empresa es sostenible sólo si toda la organización está impregnada de esta cultura, la sostenibilidad no se puede hacer sólo desde un área específica y necesita apoyarse en un liderazgo explícito de Alta Dirección.
También aprendimos pronto que, en este terreno, es fundamental generar un clima de confianza que favorezca el trabajo conjunto con otros grupos de interés que aparentemente puedan ser más críticos o incluso con competidores. Muchas veces la respuesta a los retos que abordamos (por ejemplo, la extensión del compromiso con la sostenibilidad a la cadena de suministro en las que el poder de negociación individual es limitado o el abordaje de cuestiones de inclusión, diversidad, medioambiente, etc, en las que organizaciones sociales tienen un conocimiento mayor) sólo puede conseguirse si se trabaja de forma conjunta. También que es importante trasladar internamente de forma clara los beneficios económicos que el enfoque integrador de la sostenibilidad representa y los impactos negativos que no hacerlo supone.
¿Cuáles son los próximos pasos en su camino hacia la sostenibilidad empresarial?
La sostenibilidad empresarial es un concepto que sigue evolucionando y que busca además una mejora continua en la excelencia, por lo que siempre quedará camino por recorrer. En nuestro caso, si bien la sostenibilidad está ya totalmente integrada en la gobernanza, estrategia y operativa de la empresa, debemos seguir manteniendo este fuerte compromiso con la sostenibilidad y profundizando en la extensión a toda nuestra cadena de valor.
Confío en un futuro en el que Endesa siga trabajando en su integración en la sociedad y que la compañía pueda mapear toda su cadena de valor con mayor transparencia y trazabilidad. De esta manera podremos rastrear el origen y el impacto de las materias primas y su gestión para reforzar las garantías de un abastecimiento sostenible.
Además, espero que la sostenibilidad sirva de principio para abordar temas emergentes, como ahora puede ser la Inteligencia Artificial en muchas organizaciones, y otros muchos que ahora ni si quiera somos capaces de imaginar.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: 20 aniversario del Pacto Mundial de la ONU España.