Ángeles Hernández, directora de Comunicación, Relaciones Públicas, Marketing y Responsabilidad Social de Mercavalencia habla con Corresponsables sobre sus comienzos en el mundo de la RSE, así como sobre la evolución y situación actual de la misma en España y en su organización.
¿Podrías empezar explicándonos cómo llegaste a este mundo de la Responsabilidad Social, qué recuerdas de los inicios y cómo estaba la responsabilidad en nuestro país y en tu organización en aquel momento?
Cuando llegué a Mercavalencia yo llevaba solamente la parte de comunicación. Fue estando aquí cuando descubrí el mundo de la responsabilidad social. La verdad es se han unido todas las cosas que yo había hecho a lo largo de la vida antes de llegar a Mercavalencia y creo que estaba predestinada a entrar de lleno en este área.
Yo soy periodista, pero había trabajado en el tercer sector, había puesto en marcha proyectos y había estado metida mucho tiempo en temas de voluntariado. Cuando llegué a Mercavalencia para llevar la comunicación vi que en esta empresa, como se trabaja de noche (como en todos los Mercas), la comunicación era una función un poco desconocida para todo el mundo, así que decidí poner en marcha pequeñas acciones ya que, por las características de la empresa, había muy poco que contar. Fue ahí cuando descubrí la responsabilidad social en el área de la acción social, y me formé en RSE para poder darle aplicación dentro de la empresa. Entendí que a nivel de gestión la responsabilidad social es muy importante para la compañía.
En este tiempo he ido ampliando poco a poco las acciones de RSE hasta llegar al momento actual en el que hay un cambio cultural muy grande, un cambio de enfoque, y todo llevado por la RSE. Ha sido un camino de la realidad y del mundo que me ha ido llevando hasta ahí.
¿Cómo ha ido evolucionando la estrategia de responsabilidad social de Mercavalencia en estos últimos años hasta hoy y cuáles son las principales líneas de actuación que seguís ahora?
Empezamos con la acción social pero poco a poco nos dimos cuenta que si integrábamos la RSE dentro en la gestión de la empresa, esta se hacía mucho más competitiva y se aportaba más a nivel de plantilla, de los clientes…a todos los niveles. Comenzamos a integrarlo poco a poco y estamos en el proceso de formar a las personas de la plantilla.
En muchas ocasiones se sigue asociando responsabilidad social con acción social, más en nuestro caso que fue el área por el que comenzamos. Así que estamos trabajando para inculcarle a todo el mundo que la RSC es mucho más, y que es una herramienta fundamental para la gestión, no solamente para la imagen de la empresa. Y ahora estamos en el periodo de formar a toda la plantilla y ayudarles con los procesos para poder adaptarlo todo.
Además de esta formación de la que me hablas, ¿Puedes poner algún ejemplo de buenas prácticas de tu organización en temas de responsabilidad social?
Entre acciones que hemos llevado a cabo últimamente, por ejemplo, en recursos humanos, para que la plantilla estuviera más cohesionada, fue la sustitución de la tradicional comida de Navidad de la empresa, que no pudo llevarse a cabo como consecuencia del covid. A través de unas encuestas propusimos a la plantilla que nos dijeran dónde querían destinar ese dinero y se decidió donarlo a tres organizaciones. Se logro, además de la ayuda y la acción social directa, elevar el orgullo de pertenencia de la plantilla a la organización. Esto lo veo muy importante.
Hemos hecho acciones que parecen pequeñas pero que detrás tienen mucho contenido. Tenemos también unos aparcabicis en la puerta de las oficinas con unas mamparas de metacrilato en las que decimos poner diferentes conceptos y palabras de forma consensuada con la plantilla. Planteamos un montón de conceptos y les preguntamos con cuáles se identificaban más. De esta forma logramos determinar cuáles eran los valores de la empresa para nuestros empleados. Fue muy bonito, porque salieron conceptos como transparencia, compromiso o responsabilidad, y son los que están ahora ahí en la puerta. Son pequeñas cosas, pero que se entroncan muy bien dentro de la gestión de la empresa.
También vamos a cambiar ahora, por ejemplo, las luminarias de todo el polígono y se va a utilizar tecnología LED, se va a hacer todo un estudio de cómo se puede ahorrar energía y también cambiar a tecnología menos contaminantes.
¿Qué papel tiene la comunicación de la responsabilidad social para Mercavalencia y qué destacarías de la misma?
La comunicación es muy importante para dar difusión a la responsabilidad social y que las organizaciones lo sepan y lo vayan interiorizando. Creo que las empresas que ya estamos arrancando o las que ya llevan una larga trayectoria aplicando políticas de RSC tienen la responsabilidad de comunicarlo y compartir esas buenas prácticas para que otras empresas se sumen.
La responsabilidad social la concibo como una manera de mejorar el mundo, de incentivar lo positivo. Si las empresas responsables no trabajan con aquellas que llevan a cabo malas prácticas al final se subirán todas al carro. Para eso es fundamental el compartirlo, hacer memorias de sostenibilidad, compartir en las redes sociales las pequeñas cosas que vayas haciendo, hablar sobre ello en los foros en los que participamos, etc..
¿Cuáles crees que son las principales ventajas y beneficios de apostar por la responsabilidad social?
La RSC ayuda a la empresa, en ocasiones puede parecer que no le aporta ningún beneficio y que es un lastre, como por ejemplo cuando se asocia únicamente a acción social, como comentaba antes. Pero las empresas deben ver que la responsabilidad social es un elemento de competitividad.
Yo siempre recomiendo que se empiece con pequeñas acciones dirigidas a la plantilla porque son las que antes se notan. Si cuentas con una plantilla cohesionada y orgullosa de pertenecer a la empresa va a producir más. Aparte del convencimiento personal que tenemos todos (todos queremos un mundo mejor y que nuestra empresa sea honrada, transparente y buena) la empresa tiene que ser sostenible económicamente. Una responsabilidad social de la empresa es mantenerse para poder mantener a las familias que forman parte de la plantilla. La rentabilidad es importantísima, sino no habría empresa, pero esto te puede ayudar a esta la rentabilidad. En cuanto empiezas a hacer cosas para la plantilla está más cohesionada y empiezan a producir más; en cuanto empiezas a escuchar a los clientes consigues lanzar mejores productos, porque, si los han diseñado ellos, ya nacen ganadores, si escuchas tus grupos de interés todo lo que hagas va a nacer ganador. Las decisiones empresariales resultan mejor cuanta más información tengas y la RSC es esa herramienta que hace que tus decisiones y tus principios empresariales sean mejores porque vas a contar con muchísima más información, vas hablar con otras organizaciones, vas a analizar la competencia, etc. Todo son ventajas al entroncarla en tu propio funcionamiento de la empresa.
¿Cuáles son, en su opinión, los principales errores que se siguen cometiendo en la actualidad en torno a la responsabilidad social y cómo pueden subsanarse?
El principal es, como he comentado antes, que se confunda con acción social; que parezca que es una obligación de la empresa, porque ahora hay una ley y tiene que hacerlo. El hecho de no ver que es un arma competitiva muy importante que te puede ayudar muchísimo a lanzar tu empresa y a colocarla en el siglo XXI, a tener una mentalidad nueva y a relacionarte también con empresas que lo están haciendo y que contribuyen. Y, sobre todo, el mayor escollo es aún la falta de una información real sobre lo que es la responsabilidad social y cómo ayuda en la gestión.
La manera de subsanar estos errores es con formación, sobre todo a niveles directivos, de lo que es la responsabilidad social y por qué no hay que dejarla en un lado. Es algo como las labores de mantenimiento, que afectan a toda la empresa, pues esto sería igual. La responsabilidad social afecta a toda la empresa y a todos los puestos de trabajo. Por ejemplo, la comunicación nace del departamento de comunicación y se lanza desde ahí; la responsabilidad social no, la RSC es algo de todos. El departamento de responsabilidad social lo único que hace es dar herramientas a todos los compañeros y a todos los departamentos y comunicarlo después. Esa es la labor, pero la gestión de la responsabilidad social es de cada puesto de trabajo, ni siquiera de cada departamento, sino de cada puesto. Con el simple hecho de que una persona analice un proceso que está haciendo y lo optimice ya está contribuyendo a la responsabilidad social de la empresa. Entonces, yo creo que la formación es lo que más falta hace y, sobre todo, en niveles directivos.
Cada vez menos, pero todavía se oyen de determinados foros o de algunas personas hablar de que las empresas llevan a cabo políticas de responsabilidad social por lavado imagen, por el conocido como “greenwashing”. ¿Qué opinas de esto y cómo se puede revertir está opinión?
Esto es una cosa que, tarde o temprano, sale mal. Es decir, la empresa que lo hace nada más para lavar su imagen y no incluye en su gestión, le va a salir mal. Un fabricante que no cumpla con los estándares de calidad o que contamine un río, como ejemplo extremo, y luego lleve a cabo buenas prácticas de acción social para lavar su imagen, no va a poder ocultar el tema del río a largo plazo. Tampoco le veo sentido a hacerlo por estética porque los consumidores no somos tontos; lo vamos a ver, los clientes y otras empresas lo van a notar y no te va a aportar nada bueno para la compañía.
¿Cómo fomentáis desde tu organización el diálogo con los grupos de interés?, ¿cómo lo lleváis a cabo y cuáles son las principales buenas prácticas que destacarías?
Nosotros, como digo, estamos empezando ahora. Aquí tenemos muchas empresas, y cada una tiene sus circunstancias, tenemos mucha extensión de terreno (unos 500.000 m²) los departamentos están físicamente muy separados y, además, tenemos horarios muy distintos. Esto está funcionando 24 horas, hay personas que trabajan de día y otros de noche, entonces, cohesionar a toda esa plantilla es complicado. Por eso usamos mucho los formularios, queremos arrancar ahora una pequeña aplicación para poder estar en contacto, pero por ahora sí que utilizamos mucho los formularios de Google, la cosa más fácil de hacer, y la verdad es que hace mucho contacto entre los compañeros. Tenemos muchas maneras de comunicarse dentro de la empresa.
Con los clientes tenemos un trato más directo, ya que solemos hacer reuniones con ellos, llevamos muchos proyectos en común. Ayudamos mucho a los clientes en su desarrollo empresarial, si ayudas a tus clientes en su desarrollo empresarial eso va a repercutir en tu negocio de manera positiva.
¿Cuáles son los retos y desafíos de la Responsabilidad Social en España en tu opinión?
Yo creo que el principal es extender la práctica de la responsabilidad social, y no solamente en las grandes empresas, sino bajar a las pymes y a los pequeños negocios. Parte de nuestros clientes es el pequeño comercio, el cual ya hace muchísimas prácticas de responsabilidad social, pero lo tiene tan asumido que no se ve, no lo publica y no hacen memorias de sostenibilidad, pero está ahí.
Además, yo creo que las empresas deben fijarse mucho en lo que hace el pequeño comercio porque tienen el secreto de la base de la responsabilidad social. Nosotros cambiamos las palabras y hablamos de grupos de interés, de relaciones… mientras que el pequeño primero cuida de su barrio, porque sabe que su negocio lo tiene en su barrio, y si su barrio se degrada, su negocio se va a degradar; con lo cual cuida de su entorno que sería la comunidad en la que opera. Eso ya lo hace y lo hace de manera natural. Eso es algo que tenemos que aprender las empresas más grandes de los pequeños comercios.
El pequeño comercio también cuida la atención al cliente muchísimo, porque sabe que es imprescindible el boca-oreja. Si trata mal a un cliente, ese cliente va a salir y lo va a contar eso es lo que tenemos que aprender: escuchar muchísimo a los clientes. Un pequeño comercio puede cambiar de un día para otro el tipo de productos, porque los clientes se lo demanden. Todas esas prácticas de la responsabilidad social el pequeño comercio las hace de manera natural, entonces, yo creo que una clave muy importante para el desarrollo de la responsabilidad social en nuestro país sería ese: hacer conscientes, a las pequeñas empresas, de que lo que están haciendo es responsabilidad social y darles herramientas para que enseñen a las otras empresas, que muestren cómo lo hacen para que las empresas se vayan sumando. Y en las empresas más grandes, mucha formación a todos los niveles y mucho apoyo también. Es importante el apoyo entre las empresas que sí llevan a cabo una buena responsabilidad social, también cuando evalúas a los proveedores procuras que sean responsables. Júntate con quien lo hacen bien, debes crear foros, grupos de empresas que lo hacen bien para poder tener un altavoz para que más empresas se sumen.
¿Cuáles son los retos de Mercavalencia en esta materia y como los vais a llevar a cabo?
El reto más inmediato para este año es publicar la memoria no financiera, asumirla al plan de gestión y hacerlo todo conjunto, una memoria integrada. Y me parece también un reto importante compartirlo, poder explicarle a todo el mundo en qué nos basamos. Nosotros nos basamos mucho en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los estamos promocionando mucho dentro de la organización, porque me parece un camino muy fácil, son muy comprensibles. Todo el mundo puede entender lo que es cada uno de los ODS con sus retos y sus metas, entonces nosotros seguimos por ahí. Yo creo que poder acabar el año con esa memoria no financiera, con esa formación a toda la plantilla y poder comunicarlo sería un reto importante para este año.
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