Entrevistamos a Antonio Lence, director general de Viena Capellanes para hablar sobre las iniciativas puestas en marcha por la compañía de restauración para ayudar con el apoyo de otras entidades a colectivos vulnerables y así paliar los efectos de la crisis provocada por el COVID-19.
El director de Viena Capellanes da detalles también sobre el mensaje que la compañía pretende transmitir a la sociedad en estos momentos de emergencia sanitaria, y es hacer que la solidaridad sea contagiosa.
Ante la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, ¿qué planes de contingencia y medidas de seguridad ha adoptado Viena Capellanes para hacer frente a esta crisis?
Desde el primer momento, nuestra principal preocupación, ya que somos una empresa de servicios, fue proteger a nuestros clientes y empleados. De esta forma, fijamos todas las medidas de seguridad en nuestros locales para separar a las personas, y protegerlas. Esto lo aplicamos a todos los niveles de la organización, incluido el del reparto de mercancia, estableciendo acciones de protección y protocólo de actuación a nuestros repartidores e intentando que se cumplan las medidas de seguridad, sobre todo, relacionadas con el distancimianto social que es el mayor problema de nuestra actividad. También nos centramos en el embasado del producto, aunque últimamente nuestra tendencia era usar materiales sostenibles e intentar evitar en la medida de lo posible el uso del plástico. Sin embargo, con esta situación de emergencia, se ha planteado la necesidad de que los productos esten aislados, precisamente, para evitar contaminaciones cruzadas. Por lo que, de momento y hasta que se normalice la situación, estamos manteniendo también esas medidas y protocolos para proteger a nuestros clientes.
¿Qué iniciativas solidarias ha puesto en marcha la compañía para combatir el COVID-19?
Desde el primer día, la compañía se ha volcado en muchas iniciativas solidarias. Desde el primer momento fuimos conscientes de que lo que se nos venía encima era muy grave, y teníamos que ayudar. Al ser nuestra actividad, una actividad que trabaja con productos muy perecederos, ya que se trata de una producción artesanal, nosotros fabricamos los productos por medios propios. Son productos que se venden en nuestros corners en empresas y establecimientos, y la producción se realiza semanalmente, para atender la demanda de esa semana. Como prácticamente el negocio cayó con la declaración del estado de alarma de un día para otro, lo primero que nos encontramos fue con un stock de mercancías que no íbamos a vender. Lo primero que hicimos para aprovechar estos productos perecederos, estamos muy concienciados en la compañía en evitar el desperdicio alimentario, fue contactar con el Banco de Alimentos para que nos pusieran en contacto con algún comedor social. En aquel momento, los comedores sociales, con motivo de la pandemia, tuvieron que cambiar su forma de trabajar, y pasó como con la restauració, tuvieron que cerrar al público. La gente no podían comer en el comedor social, había que entregarles las bolsas de comida para que se lo llevaran a consumirlo a otro sitio. De esta forma, nuestros productos perecederos encontraron una vía de ayudar a los más vulnerables cuya iniciativa surgió de la noche a la mañana. Esta fue la primera acción de la que nos sentimos muy orgullosos de llevarla a cabo, y no fue más que el principio de muchas acciones solidarias que hemos seguido relizando. Además, otra acción, también relacionada con el mundo de los comedores sociales, ha sido en colaboración con Vodafone, uno de nuestros mejores clientes. Vodafone buscó una forma de ayudarnos y de ayudar al mismo tiempo. La compañía telefónica ha contratado a Viena Capellanes un servicio de comidas que estamos llevando al comedor de la Orden de Malta a través del Banco de Alimentos. Estamos llevando más de 300 menús diarios para que se distribuyan desde el comedor de la Orden de Malta en Madrid a determinadas zonas de la capital. Esto supone una labor impagable. El otro día me puse en contacto con la directora del comedor social, y me contaba emocionaba cómo se está acogiendo esta iniciativa. Están felices de poder ayudar a mucha gente en estas semanas tan convulsas. Nuestra actividad exige la necesidad de material de protección para maipular nuestros productos: mascarillas y guantes. Debido al debastecimiento que se produjo, sobre todo la primera semana tras declararse el estado de alarma, tuvimos que echar una mano cediendo este material a todos los organismos y entidades que nos lo solicitaron.
Otra de las acciones que estamos llevando a cabo en colaboración con Cruz Roja de Alcorcón es un protocolo de ayuda a ancianos que están solos, que tienen problemas de movilidad y no pueden salir de casa. Estamos preprarando ocho menús diarios para que estos ancianos coman cada día. Somos conscientes de la gran cantidad de personas que están atravesando situaciones terribles provocadas por la crisis sanitaria que estamos viviendo. Otra de nuestras iniciativas, es la del autobús Viena Capellanes, un foodtruck, que tenemos instalado en IFEMA para cuidar a los que nos cuidan. Lo que queremos con esta iniciativa es tener un especial atención con todo el personal sanitario y auxiliar que trabajan en las las instalaciones de IFEMA, en el gran hospital de campaña que se ha levantado, cuidándoles con un café, un bollo, un refresco, un sándwich, una ensalada… Que puedan tener en sus ratos de descanso el alivio de poder comer caliente y reponer fuerzas, viviendo momentos duros pero también buenos momentos como las altas que se están produciendo. La verdad es que hacen una labor encomiable. Existen también otras inicativas más pequeñas como el enviar a otros hospitales una atención, un detalle de Viena Capellanes con el personal sanitario y auxiliar de esos centros. Tener el detalle para que sepan que la sociedad les agradece su trabajo, su esfuerzo y su entrega. Esta iniciativa también la hemos llevado a la UME de Torrejón para agradecerles todas las acciones que están llevando a cabo de asistencia y de atención a muchos colectivos vulnerables. Cada día les mandamos algún detalle para su desayuno como una palmera, un muffins, un zumo… para que sean conscientes de su esfuerzo y que apoyamos y valoramos el trabajo que desempeñan en la primera línea de batalla contra el COVID. Todas estas iniciativas no las estamos llevando a cabo solos. No podríamos. Sería imposible sostener el importe de gasto que supone esto, y mucho más en la situación que estamos atravesando muchas empresas. Si lo que estamos pasando es malo, lo que va a venir a continuación va a ser mucho peor. Sin embargo, gracias al respaldo que estamos teniendo de muchas empresas, de particulares que nos están ayudando económicamente con aportaciones pequeñas o grandes, estamos consiguiendo llegar a todas estas acciones con esfuerzo y trabajo. Pero también con la ayuda de mucha gente buena que nosotros estamos conociendo en estas semanas.
¿Cuál es el mensaje que desde la compañía se quiere transmitir a la sociedad en estos momentos de lucha contra la pandemia?
Son muchos los mensajes que se quieren transmitir desde la compañía. Nosotros empezamos a realizar acciones hace años, pero nunca lo hemos contado. Llevamos más de 15 años colaborando con comedores sociales a través del Banco de Alimentos. Viena Capellanes lleva muchos años apostando por el tema del desperdicio alimentario porque siempre nos ha parecido que es algo fundamental. En estos momentos, hemos hecho una campaña en nuestras redes para difundir la idea de que la solidaridad es contagiosa. Es decir, estamos padeciendo una pandemia, se trata de un virus muy contagioso, y por ello, desde la compañía, queremos ser más contagiosos que el virus en busca de la solidaridad y la capacidad de la gente de ponerse a ayudar. Todos tenemos la posibilidad de hacer algo. Todas estas iniciativas que han surgido como la de que mucha gente joven hace la compra a sus vecinos mayores porque no debe salir a la calle. Al final, todos tenemos la posibilidad de hacer algo. Por ello, lanzamos ese mensaje de entrada que hemos mantenido durante todas las acciones que estamos haciendo porque queremos que la solidaridad sea contagiosa, y creo que lo estamos consiguiendo. Este es el mensaje principal, pero luego hay otras muchas cosas que queremos asociar a nuestras acciones como el valor de las empresas, y el compromiso de las empresas con la sociedad. Lo importante es que la sociedad civil se una para hacer cosas grandes. Es como realmente se consigue alcanzar muchos objetivos y hacer muchas cosas, con la unidad.
Ante estos momentos que estamos atravesando de lucha contra esta crisis sanitaria, y que hacerlo unidos y juntos conseguiremos superarlo mucho mejor ¿Qué aprendizaje tenemos que sacar de todo ello?
Yo creo que de esta crisis sanitaria tenemos que hacer muchos aprendizajes. Nos tiene también que servir para no olvidarlo. Yo creo que está siendo lo suficientemente duro y largo para que la gente sea consciente de que estamos pasando por un momento muy crítico de la historía y que esto tiene unas consecuencias muy graves a continuación. Creo que debemos aprender, y dejar de lado la frivolidad de muchas cosas a las que les damos importancia a diario y que nos amargan la vida muchas veces. Es decir, que lo que es realmente importante es siempre importante. El salir adelante, el luchar, el tener objetivos en la vida, y no la frivolidad que muchas veces perdemos con las cosas. Son mucho más importantes las personas que las cosas, y creo que esa debe de ser una lección fundamental en este momento. Por desgracia, se están perdiendo muchas vidas y eso es desolador. Es lo peor que nos puede pasar. Estamos perdiendo una generación de gente que ha hecho mucho por todos nosotros, y ha creado las bases de lo que ahora mismo somos. Hay que mantener su memoria y darse cuenta de que lo realmente importante son las personas y no las cosas.
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