¿Cómo se estructura la RSE en KYOCERA?
Como empresa tiene unas directrices bastante marcadas en RSE desde su fundación. Y es que Kazuo Inamori, fundador de la empresa en su momento, es alguien con una conciencia social bastante marcada. Él mismo participa en distintas actividades relacionadas con la formación de personas sin recursos, tanto en Japón como en los países limítrofes. De hecho, hace cuatro años, cuando Japón entró en quiebra, el gobierno japonés le pidió que asumiera la dirección de la compañía siendo una empresa estatal y él, después de pensarlo, decidió asumir esta responsabilidad con la condición de no tener un salario, simplemente como una acción de responsabilidad. La realidad es que hoy ha vuelto a tener números negros después de cuatro años. Esa cultura organizacional, yo no hablaría de cultura japonesa, se transmite a las otras filiales. Es cierto que al final esto queda matizado en cada país por nuestras propias costumbres, pero sí que es algo que se nos pide, una serie de directrices, de políticas establecidas que tenemos que cumplir a nivel social con nuestro entorno más cercano y también en el desarrollo profesional y personal de nuestros empleados, como una de las líneas estratégicas de nuestra organización.
¿De qué manera está presente la filosofía japonesa en la RSE de la compañía?
Yo hablaría de tres áreas de trabajo fundamentales. Una tiene que ver con las acciones que se llevan a cabo en nuestro entorno social y que repercuten en el beneficio de las personas que están en nuestro entorno. La segunda tendría que ver con las políticas de Recursos Humanos que desarrollamos y que intentan que los propios empleados seamos partícipes de ellas. La tercera tiene que ver con la ecología; la empresa tiene unos sólidos principios medioambientales y es que la tecnología de nuestros dispositivos permite generar muchos menos residuos que la competencia, poder imprimir y trabajar consumiendo menos energía, menos papel y generando menos residuos. A partir de ahí, todas las compañías en sus distintas oficinas tenemos diferentes instalaciones que intentan repercutir en este sentido.
¿Cómo influye la investigación y desarrollo a la hora de hacer productos más eficientes y mejores?
En líneas generales, destacaría la tecnología Ecosys en la que están basados muchos de nuestros dispositivos, la cual permite un consumo menor de energía y genera meno residuos. Por otro lado, nuestras políticas comerciales están orientadas a ofrecer a nuestros clientes no solo el producto en sí, sino formas, políticas y procedimientos de uso que le permitan reducir su consumo. Esto puede parecer un poco contradictorio, pero al final, lo que estamos tratando de hacer ver es que el valor añadido no es tanto que la maquina sea más o menos rápida imprimiendo, sino que podamos ayudar a los clientes en el establecimiento de procedimientos de trabajo mucho más eficientes.
A nivel de empleados, ¿cómo se estructura la política de Recursos Humanos?
Hay una serie de políticas de gestión a nivel interno que están instauradas desde hace mucho tiempo y que intentan repercutir en el hecho de que seamos una empresa en la que potenciemos el beneficio la Responsabilidad Social, no sólo en nuestro entorno sino también con nuestros empleados. Por ejemplo, nuestra jornada laboral es más corta de lo que marca nuestro convenio colectivo, trabajamos 38 horas y medias con respecto a las 40 que marca el convenio. Tenemos unas jornadas con horarios de entradas y salidas flexibles en función de las necesidades de cada empleado. También contamos con un altísimo porcentaje de empleadas, entorno al 55%, y muchas de ellas trabajan en jornadas reducidas. Muchas de nuestras compañeras se refieren a este aspecto como algo fundamental, el poder tener un horario que les permita conciliar su vida familiar con la profesional. Por otro lado, a través de la plataforma de formación pretendemos facilitar el acceso a programas formativos a los empleados.
Existe además, una política de subvenciones formativas que permite a los empleados que quieran tener un desarrollo profesional específico y necesiten de la ayuda y colaboración de la compañía puedan hacerlo. A otro nivel, los empleados tienen un pequeño huerto que al fin y al cabo es su contribución al medio ambiente con una oficina más ecológica. Realizan actividades que no son tan formales pero que al final también influyen en la percepción y la forma que tienen que involucrase del negocio, no tan personal. Además, hay muchas actividades con un componente de involucración de las familias de los empleados.
¿Cómo colabora Kyocera con la sociedad?
Cuando entré en Kyocera había una política de trabajar cada año con una organización social diferente. Lo que se buscaba era que los propios empleados propusieran organizaciones con las que trabajar y hacer donaciones. Lo que intentamos ahora es que Kyocera no haga una donación una vez al año, sino tener un mayor grado de involucración, no tanto de la compañía sino de los empleados.
Ahora mismo hay varios proyectos que están en marcha, quizás el más importante es el de las plataformas sociales Pinardi, una asociación que trabaja con chavales en riesgo de exclusión social. Básicamente, lo que hacemos es recoger alimentos que nos piden de forma periódica, vamos allí, los entregamos y estamos con ellos. Hace un par de años nos los llevamos al Calderón a ver un partido del Atlético de Madrid y los empleados que estuvieron allí dijeron que fue una de las experiencias más increíbles que han tenido en su vida, ver cómo a los chavales que se les saltaban las lágrimas por entrar en el Calderón.
En cuanto a Buen Gobierno, ¿qué políticas destacaríais?
Hay una serie de normativas de comportamiento, sobre todo para directivos, que se tienen que cumplir. Existen canales de denuncia en cualquier tipo de desviación de estos comportamientos, tanto a nivel financiero, ético e incluso delictivo. Es algo que se audita periódicamente, en el sentido que los empleados tienen que saberlo. Todo esto está recogido en los manuales internos y guías. En aspectos más concretos, periódicamente hacemos encuestas de clima laboral en la que recogemos las opiniones de los trabajadores al respecto. Este año se ha hecho incluso mensualmente y se han definido grupos de trabajos trimestrales. Este año realizaremos auditorías externas y trabajaremos para obtener la certificación de empresa familiarmente responsable.
¿Vuestra tendencia es enfocaros más hacia una RSC global?
El planteamiento que se nos trasladaba hace dos meses es que estamos haciendo muchas cosas aisladas en cada país y lo que se nos pide es que reportemos de una forma más estructurada porque el planteamiento es empezar a realizar acciones coordinadas a nivel europeo. De momento es un proyecto que no sabemos en qué se va a traducir pero sí que hay una intención clara, desde el comité de dirección europeo, de organizar de una forma más coordinada las acciones que se lleven a cabo para que no vayamos cada uno por nuestra cuenta. La cuestión es que siempre vamos a poder realizar acciones más representativas si lo hacemos de forma conjunta.