La defensa de los derechos humanos se ha convertido en un reto y en una oportunidad para las compañías. ¿Qué iniciativas están tomando para asegurar el respeto por los derechos humanos en la cadena de valor?
Desde el 2018, hemos avanzado en el desarrollo de procesos de debida diligencia con el fin de prevenir, mitigar y remediar los potenciales impactos en los derechos humanos. De estos procesos, ha surgido un Plan de Acción de Derechos Humanos 2021 -22. Entre los planes de acción y mitigación públicos, destacaría dos:
- La integración de este proceso en las evaluaciones anuales de Riesgos No Financieros (NFR) en el que estamos trabajando actualmente.
- Y otro de ellos, una mayor involucración de los grupos de interés. Por ello, en 2022, en BBVA realizamos un proceso activo de participación de dichos grupos con la celebración de un taller presencial bajo Chatham house rules en nuestra sede así como otras sesiones de engagement en remoto con otros grupos clave.
¿Qué papel juega la alta dirección a la hora de infundir ese respeto por los derechos humanos y asegurar su cumplimiento?
Sin el apoyo de la alta dirección es difícil, por no decir imposible, que se avance en este tema tan transversal. En el caso de BBVA, este compromiso se enmarca dentro de la Política de Sostenibilidad que es aprobada por el Consejo. De hecho, nosotros hemos informado en dos ocasiones al Consejo , ex antes y ex post en el marco de este último proceso de debida diligencia.
¿Qué peso tienen valores como la transparencia y la formación a la hora de defender los derechos humanos?
De cara los “rightholders” o titulares de derechos la transparencia es la esencia para poder establecer un diálogo constructivo con ellos. En cuanto a la formación y sensibilización de la cadena de valor es lo que nos ayuda a tener un impacto transformador en la esfera interna y externa.
¿Cómo una multinacional debe lidiar con los diferentes marcos regulatorios en materia de derechos humanos en diferentes países?
Creo que los grupos globales se deben apoyar por un lado en marcos globales existentes (por ejemplo los Principios Rectores o las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales). Y por otro, deben considerar la fijación de estándares globales que en algunos casos irán más allá de los marcos regulatorios locales, por ejemplo en el tema de “living wages”.
¿Cuál es el mayor reto que tienen las grandes empresas en materia de derechos humanos?
Yo creo que el principal reto a nivel operativo es integrar la variable de derechos humanos en toda nuestra cadena de valor y en la operativa diaria en situaciones locales bien diversas. A nivel estratégico y en el contexto actual, creo que tenemos un gran reto y la vez, una gran oportunidad, en incorporar los derechos humanos en la transición verde y abordar lo social y lo ambiental holísticamente y lograr así una transición justa.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: El impulso de los DDHH desde el ámbito empresarial, realizado con la colaboración de Fundación SERES.