Recientemente y dentro del programa EIT Community Water Scarcity, EIT Food, EIT Digital, EIT Manufacturing y Climate-KIC han premiado soluciones a la gestión y escasez de agua para casos reales propuestos por las empresas españolas Cadagua, Ence y Familia Torres. ¿Qué nos puede explicar sobre este proyecto?
La escasez de agua es un grave problema que afecta a toda Europa, sobre todo a los países del sur, y además de manera generalizada. La escasez de agua afecta a empresas de todos los sectores, como la agricultura, la ganadería o la industria, y también a nivel doméstico. Es un desafío a una escala tan grande que requiere aunar esfuerzos para encontrar soluciones innovadoras para la correcta gestión del agua.
Con el programa Water Scarcity, el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT), a través de algunas de sus comunidades de conocimiento EIT Food – enfocada en el sector agroalimentario y a la que represento-, EIT Climate-KIC (cambio climático), EIT Digital (digitalización) y EIT Manufacturing (industria), quiere facilitar la transición a una economía que ahorre agua y así contribuir a reducir el consumo y el despilfarro de agua en Europa. Por un lado, se ha creado una comunidad de expertos para identificar y avanzar en los retos clave y compartir conocimiento, y se han seleccionado y apoyado a start-ups con soluciones innovadoras que pueden dar respuesta a los retos identificados. En la práctica, este año se han seleccionado a 40 empresas con soluciones innovadoras. Cinco de ellas podrán aplicarlas en otros tantos casos reales, como los de las tres grandes compañías españolas.
En los 3 años que esta iniciativa lleva en marcha, más de 80 empresas han recibido apoyo por parte de EIT y se han seleccionado 8 casos para su implementación con usuarios finales, como son Cadagua, Ence y Familia Torres.
No solo la escasez de agua, también la transición hacia fuentes energéticas más limpias se está convirtiendo en una prioridad para Europa. En este sentido, ¿cuál es la apuesta del EIT?
La transición ecológica y energética es una de las prioridades para la Unión Europea. Y todos los organismos que dependen de ella, incluido, el EIT lo tienen como una línea de actuación transversal. No solo porque tiene una de sus comunidades dedicada específicamente a ello (EIT InnoEnergy), sino que se aplica en todas las demás comunidades. De hecho, retomando el hilo de la iniciativa de Water Scarcity, la relación entre agua y energía es clave. Cada vez más start-ups del sector del agua ofrecen soluciones combinadas para un uso más eficiente del agua y de la energía, e incluso el aprovechamiento de las aguas residuales para la obtención de energía.
¿Cómo puede la innovación contribuir a la sostenibilidad del planeta?
La innovación es esencial para acelerar el cambio hacia una sociedad más sostenible y justa. Abarca todos los ámbitos: la energía, la agroalimentación, el agua, la industria… tanto de forma individual como colectiva. De hecho, para realmente contribuir a la sostenibilidad del planeta hace falta iniciativas que creen un ecosistema de innovación multidisciplinar, eficiente y sobre todo ágil, capaz de identificar las necesidades comunes y las interconexiones entre los distintos sectores para aunar esfuerzos hacia una actividad humana sostenible y respetuosa con el medioambiente, por el bien y el futuro de nuestro planeta. Eso es lo que hace el EIT.
Cada una de sus comunidades está enfocada en los retos del sector al que representan, agrupando a todos los agentes de la cadena de valor, desde universidades a start-ups, empresas, la ciudadanía en general, etc. Pero además entre nosotras buscamos los puntos de unión para sumar esfuerzos en aquellas áreas comunes, como es el uso eficiente de los recursos hídricos en el caso del programa de Water Scarcity. Por último, me gustaría mencionar un programa de vital relevancia para la sostenibilidad del planeta y es el programa de EIT Food de agricultura regenerativa, que impulsa la adopción de técnicas regenerativas entre agricultores de España, Italia y Portugal.
¿Y cómo deben actuar los Estados miembros a la hora de impulsar las nuevas tecnologías con el fin de preservar nuestro entorno?
Sin tecnología no hay futuro. No al menos en sectores como el agroalimentario. La humanidad acaba de superar los 8.000 millones de personas, y hay que buscar la manera de alimentar a todas. No es un problema lejano, de otros continentes. Si no buscamos soluciones a ese reto -y a otros como el cambio climático-, el problema llega a nosotros. Ahí tenemos las constantes crisis migratorias
En los últimos años, los Estados miembros han hecho esfuerzos por fomentar la investigación y sobre todo por desarrollar el tejido empresarial. No obstante, si bien en las universidades se lleva a cabo investigación y desarrollos de calidad, y cada vez hay más start-ups innovadoras en Europa, las herramientas para escalar la innovación y que las pymes adopten dichas tecnologías son todavía limitadas. Entre los factores limitantes están la falta de tiempo, de conocimiento, y de financiación para la adopción de nuevas tecnologías.
Este hueco es el que intenta cubrir EIT con el programa de Water Scarcity: pone en contacto start-ups innovadoras con usuarios finales para que puedan probar las soluciones en sus instalaciones y, en caso de éxito, que puedan implementar la solución a gran escala. De esta forma, se consiguen dos objetivos: por un lado, las start-ups tienen acceso a usuarios finales para demostrar sus soluciones en casos reales, y por otro lado, las empresas tienen acceso a soluciones innovadoras que responden a sus necesidades y reducen el riesgo que la adopción de la innovación implica gracias al apoyo de EIT. Más iniciativas de este estilo son necesarias.
¿Cómo valora el espíritu emprendedor en Europa? ¿Y más concretamente, en España?
Sin duda alguna, al alza. Si bien es cierto que España, entre otros países del sur de Europa, no es conocido por su espíritu emprendedor, en los últimos años, probablemente ligado a una crisis económica y a un apoyo creciente por parte de las instituciones, el número de profesionales que se aventura a emprender ha crecido notablemente.
Organismos como EIT proponemos diversos proyectos de creación de empresas, desde la mera ideación a la escalabilidad o internacionalización de un proyecto. Esto ayuda a los emprendedores a aceptar el riesgo y a conocer las oportunidades que ofrece el mercado. Desde la Unión Europea se está haciendo una apuesta en firme por la innovación y el emprendimiento, así que en unos años esperamos poder codearnos con los líderes a la cabeza del emprendimiento, como Estados Unidos o Singapur.
¿Qué objetivos tiene EIT para el próximo año?
EIT tiene un objetivo general muy claro: aumentar la competitividad de Europa, generando un crecimiento económico sostenible y la creación de empleo mediante la promoción y el fortalecimiento de la cooperación entre la industria, organizaciones educativas y centros de investigación. Para ello, tanto EIT, como todos los KICs, impulsamos la innovación y el espíritu empresarial en Europa creando entornos para que prosperen los pensamientos creativos e innovadores; desarrollamos productos y servicios innovadores; fomentamos la creación de start-ups; y apoyamos a una nueva generación de emprendedores. Sin duda alguna, esos seguirán siendo nuestros objetivos principales para el próximo año.
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