¿Qué importancia tiene para tu persona formar parte de WAS?
Formar parte de la Women Action Sustainability (WAS) comienza en lo profesional pero trasciende hasta lo personal. Y viceversa. Es, de algún modo, una manera de entender la vida y de poner en práctica algunos de los principios que considero esenciales. Coincido plenamente con el objetivo de WAS de impulsar la incorporación de los valores de la agenda 2030 y el de elevar la sostenibilidad a nivel estratégico en las empresas, las administraciones, a la educación, al tercer sector y, por tanto, a la sociedad.
En mi caso es una apuesta que coincide con la de la Cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva que dirijo en la Universidad Complutense, que contribuye a la transformación y creación de empresas con valores positivos que generen impacto social de forma sostenible.
Trabajamos con las organizaciones para facilitar el diseño, implementación y gestión de una estrategia que les permite integrar el impacto social o medioambiental con la estrategia de negocio, porque solo si es estratégico es un objetivo a medio y largo plazo, es medible y es transformador. Lo contrario a estratégico o social washing.Además descubrí el profundo compromiso participativo de las socias de WAS, cómo se entretejen los grupos de trabajo y de investigación sobre diferentes temáticas para acelerar la incorporación de la sostenibilidad con impacto a la sociedad, sin dejar de promover el pensamiento crítico, siempre tan necesario por constructivo.
De la mano de la asociación, me he centrado en impulsar el grupo de trabajo “Transformación social empresarial”, con el que hemos elaborado diferentes informes enfocados en los sectores textil, agroalimentario y turístico, que son esenciales para la transformación social y medioambiental.
Este proyecto en el que hemos trabajado 12 profesionales con el apoyo de la Fundación KPMG ha generado dos primeros informes (La Transformación Sostenible del sector textil y La Transformación Sostenible del sector agroalimentario) y en estos momentos estamos completando un tercero sobre el sector turístico. En todos ellos han colaborado y colaboran diferentes empresas y profesionales de la cadena de valor, ya que queremos comprender los desafíos, oportunidades y retos de sostenibilidad de cada área.
En mi opinión, WAS supone un altavoz para divulgar, proponer e innovar en alianza por valores y siempre en colaboración con el resto de las compañeras asociadas. Me ha permitido compartir conocimiento y también tejer una red externa con intereses comunes.
En definitiva, se ha generado una inteligencia colectiva al servicio de la sosteniblidad.
¿De qué forma la organización en la que te desenvuelves profesionalmente está apostando por la gestión socialmente responsable? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
Hace algunos días, leíamos en la prensa la historia de Jocelyn Bell, la brillante astrofísica que descubrió los púlsares y que, sin embargo, casi fue barrida del mundo científico. “Cada vez que entraba a clase, la tradición era que todos silbaran y golpearan las manos y los pies contra las gradas de madera”, contaba Bell.
Afortunadamente esto ya no sucede, pero aún debemos superar otras barreras de desigualdad en todos los ámbitos, y la universidad, por su capacidad de transmitir conocimiento, es uno de los lugares idóneos para ponerlo en práctica.
En este sentido, quiero subrayar que la Universidad Complutense está apostando firmemente en promover y activar la sostenibilidad con impacto, trabajando con contenidos, experiencias y actividades con los alumnos, profesores y otros grupos de interés. Un ejemplo claro es La Unidad de Igualdad UCM, que propone guías de acciones diarias para desarrollar a nivel individual, desde casa o desde las aulas, además de jornadas de sensibilización y planes de actuación concretos a medio y largo plazo, donde la Cátedra Extraordinaria de Trasformación Social Competitiva es un actor principal.
Por este motivo desarrollamos con un grupo de profesionales de diferentes ámbitos del ecosistema una metodología que permite diseñar, implementar y gestionar una estrategia de trasformación social competitiva. Ante la pregunta ¿ En qué consiste esta estrategia? Se basa en diseñar un plan de acción donde se integra el negocio y el impacto, identificando nuevas oportunidades y desafíos para el negocio y el territorio.
Aplicamos una metodología que puede utilizar cualquier sector y empresa, con el objetivo de generar un triple impacto, social, medioambiental y económico. De este modo surge el Máster de Transformación Social Competitiva con la vocación de profesionalizar los perfiles de todos aquellos que quieren contribuir a hacer un mundo más saludable, más justo desde el emprendimiento o intraemprendiendo dentro de las compañías. En febrero 2023 lanzaremos la tercera edición.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Se insiste mucho en la gran empresa, pero es imprescindible que la pyme –que supone el 99,8% de nuestra red empresarial se incorpore a esta red de transformación social. Para dar respuesta a las necesidades de las pymes, hemos trabajado y seguimos trabajando en dos ejes: por un lado, un estudio anual sobre la “Contribución de las medianas empresas al desarrollo sostenible” y por otro, en el diseño de la “Plataforma de Medición TransformaTSC”, una herramienta de carácter recurrente sin ánimo de lucro que presentaremos en el primer trimestre de 2023 y que permitirá a cualquier pyme gestionar y medir el impacto que genera.
La plataforma les ayuda a reconocer a que ODS pueden contribuir en función de su negocio, desarrollar iniciativas, generar alianzas con otras pymes del territorio y medir su impacto social y/o medioambiental para mejorar su entendimiento sobre qué es y cómo contribuir a la sostenibilidad con impacto y aumentar así su competitividad.
¿Cuál es la situación actual de la diversidad y el buen gobierno en vuestro sector y sus principales barreras y obstáculos?
La UCM es una universidad pública que cuenta con casi 72.000 estudiantes y uno de sus propósitos es garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad promoviendo la formación a jóvenes y mayores. Contribuye especialmente con los ODS de educación de calidad, igualdad de género, trabajo decente y crecimiento económico, reducción de las desigualdades y alianzas para conseguir objetivos.
En la UCM se cuenta con la Unidad de Apoyo a la Diversidad e Inclusión UCMD+I, que integra la diversidad de todas las personas que forman parte de la comunidad universitaria y agrupa diferentes oficinas, servicios y colectivos de la Universidad Complutense relacionados con diversidad, diversidad y discapacidad, diversidad sexual e identidad de género, diversidad sociocultural y ciencia inclusiva.
¿Barreras y obstáculos? Por supuesto que los hay pero es mejor entenderlos y abordarlos como retos. Así nadie nos detendrá en conseguir un mundo más sostenible e igualitario.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables – El aporte de la mujer a la sostenibilidad’, en colaboración con Women Action Sustainability (WAS).