¿Puede hablarnos de la Responsabilidad Social de su organización, de cómo ha evolucionado estos años hasta la actualidad y cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
Desde sus comienzos, la actividad de El Corte Inglés ha estado siempre enraizada en la sociedad y la vida de las ciudades en las que se ha establecido. La empresa siempre ha estado comprometida con devolver a la sociedad lo que de ésta recibía. Así, eventos culturales, actividades deportivas, e iniciativas desarrolladas junto a asociaciones y fundaciones, algunas locales, otras de carácter nacional, han pasado a formar parte de la vida de muchos españoles. Ese vínculo emocional va mucho más allá de la mera relación comercial.
Como compañía de distribución comercial, hace más de diez años vimos que era estratégica la gestión de los riesgos asociados a las cadenas mundiales de suministro. Iniciamos entonces un programa de monitorización de todos nuestros proveedores de marcas propias para verificar su nivel de cumplimiento y desempeño en Derechos Humanos, derechos sociales y laborales, respeto del medio ambiente y conducta ética. Hoy en día contamos con un estricto proceso de homologación de proveedores como paso previo para poder trabajar con nuestro Grupo.
Más recientemente, desarrollamos nuestro Plan Estratégico 2020, que, atendiendo a las preocupaciones de nuestros grupos de interés, se estructura en veinte programas en torno a cinco ejes: equipo comprometido, compromisos con el cliente, compromisos con la cadena de suministro, compromisos con la sociedad y compromisos con el medio ambiente.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría compartir de su estrategia de Responsabilidad Social, y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Son muchísimos los proyectos que hemos abordado. Cerca de 3.000 al año. De entre los principales, el que sin duda más recursos nos ocupa es el de la sostenibilidad de la cadena de suministro. Más allá de verificar las condiciones sociales y medioambientales, pone el foco en el desarrollo de una oferta de productos cada vez más responsables y sostenibles, para ofrecerle a nuestros clientes productos y servicios que tengan en cuenta la sostenibilidad tanto de materias como de procesos desde una perspectiva de ciclo de vida. Hemos puesto en marcha proyectos de economía circular que nos acerquen progresivamente al objetivo de residuo “cero” al tiempo que nos permiten ofrecer productos innovadores.
En los últimos dos años hemos firmado o renovado convenios con socios considerados estratégicos para el desarrollo de estos proyectos: con la Asociación Española Contra el Cáncer, el Banco de Alimentos, Cáritas, UNICEF, WWF y Cruz Roja. Los consideramos estratégicos porque tienen vinculación con nuestra actividad, pero además, con cada uno de ellos ponemos el acento en grupos de especial vulnerabilidad. Sirva de ejemplo un caso muy reciente: desde hace años colaboramos en proyectos de sensibilización y de investigación en la lucha contra el cáncer de mama con la AECC. Sabemos que esto es algo que preocupa muchísimo a las mujeres y que tiene una incidencia muy importante en sus vidas. Desde El Corte Inglés compartimos esa preocupación porque además representan aproximadamente el 65% de nuestros clientes y el 65% de nuestra plantilla. Por eso, resulta emocionante ver cada año la respuesta creciente de clientes y empleados con este conjunto de acciones.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de la Responsabilidad Social y cómo lo trabajan?
Nuestros grupos de interés, a través de las reuniones que mantenemos periódicamente con ellos, nos han animado muchas veces a que diéramos a conocer las muchísimas iniciativas que ponemos en marcha en el ámbito local, nacional e internacional. Hemos hecho un ejercicio de escucha activa y desde hace unos años hemos aumentado nuestra comunicación, trabajando en dos frentes.
De cara al exterior y al consumidor final, mantenemos una comunicación tendente a dar visibilidad a todas aquellas acciones que tienen trascendencia social. Además, también hemos empezado a comunicar el esfuerzo y el trabajo de fondo que se realiza en el área de Responsabilidad Social. Por ello, en agosto pasado empezamos a lanzar una serie de mensajes de refuerzo de la sostenibilidad bajo el denominador común de Responsablemente, un concepto que pretende ser no solo una declaración de nuestra tradición de actuar con responsabilidad, sino que también apela a la mente del consumidor y de nuestros clientes a actuar con un criterio responsable, para consumir mejor y pensando en la sostenibilidad.
En comunicación interna, hace justo un año, en otoño de 2017, lanzamos una APP que ha supuesto todo un hito, que ha sido premiada por su calidad, y que ahora nos permite hacer llegar los mensajes de la responsabilidad social a los 92.000 empleados del Grupo. Muchos no conocían ni una pequeña parte de todo lo que estaba haciendo la empresa y sin duda ha contribuido a mejorar el sentimiento y orgullo de pertenencia entre los propios empleados.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
En general, las empresas españolas están bien situadas. Estamos entre los países líderes en número de empresas adheridas al Pacto Mundial de Naciones Unidas. Hay una creciente presencia en los principales foros e iniciativas internacionales de RSE. Sin embargo, surgen nuevos retos cada día. El hecho de que cada vez más materias de RSE sean objeto de foco legislativo, hace que cambien los planteamientos de las empresas y de las administraciones. Así, al incrementarse la regulación, puede parecer que la función de Cumplimiento ha ganado terreno en detrimento de RSE. Tanto desde el ámbito de la hard law como de la soft law, tanto a escala nacional como internacional, se ha elevado muchísimo el nivel de exigencia hacia las empresas en un terreno que hasta hace muy poco era de consideración voluntaria. Sirva de ejemplo la nueva ley de Contratación Pública o la Directiva de Información No Financiera y sobre Diversidad, entre otras muchas.
Sin embargo, la RSE debe preservar su misión de anticipación y de marcar el camino para ir más allá del simple cumplimiento. Los desafíos son a la vez oportunidades. En particular las grandes empresas tenemos que ser motor de cambio y tener la capacidad de transformar la sociedad a mejor. Son casi innumerables los frentes/oportunidades que tenemos ante nosotros: la creación de empleo con inserción laboral de todo tipo de colectivos, la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, el apoyo a la diversidad con el trasfondo del reto migratorio, el respeto a los derechos humanos en las cadenas de suministro, pero también todo lo relacionado con el cambio climático, las materias primas y los recursos naturales, que hoy está revolucionando no pocos aspectos de nuestra vida cotidiana. Estamos viviendo un tiempo de cambio acelerado y la revolución tecnológica, que no ha hecho más que empezar, nos está cambiando la forma de trabajar y de relacionarnos. La oportunidad está en transformarlo en innovación para la sostenibilidad: sostenibilidad social, ambiental y económica.
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia y cómo los piensan llevar a cabo?
El Corte Inglés se ha caracterizado por su adaptación constante a las necesidades cambiantes del mercado y la sociedad, tratando de ofrecer siempre lo último, lo más innovador. En este sentido, atento a las expectativas de sus grupos de interés y para reforzar su gobierno corporativo, el Consejo de Administración tomó el pasado verano la decisión de crear y nombrar la Comisión de RSE. Supone, por tanto, elevar la RSE al más alto nivel dentro de la empresa, para que desde ahí llegue a toda la organización.
La nueva Comisión del Consejo va a suponer un impulso definitivo para avanzar en la ejecución del Plan Estratégico de RSE 2020. A esto se une la involucración de los grupos de interés y la construcción de alianzas para alcanzar nuestras metas y objetivos, convencidos de que es la manera de generar valor compartido.
Una vez puestos los cimientos, abordamos el gran reto de la sostenibilidad para ser el referente en la oferta de productos y servicios sostenibles. Porque la sostenibilidad ha pasado a formar parte de las preocupaciones cotidianas de nuestros clientes y de los consumidores en general: el desperdicio alimentario, el impacto de la contaminación en la salud, la movilidad sostenible, la segregación de residuos para su reciclado, la reducción del plástico, los alimentos orgánicos y ecológicos. Y es que hoy, la sostenibilidad es un atributo más de la calidad, la seña de identidad que ha diferenciado históricamente a nuestro Grupo.
Al mismo tiempo buscamos el desarrollo de fórmulas más innovadoras de compromiso social, con la identificación de proyectos propios por los que podamos ser reconocibles. Queremos que la sociedad nos siga percibiendo como una empresa innovadora, responsable y sostenible y que mantengamos la confianza de los consumidores porque les aportamos soluciones para su propia sostenibilidad.Somos conscientes de que aún nos queda muchísimo por hacer, pero desde luego que tenemos la determinación de avanzar inequívocamente en esa dirección, y ser parte de la solución en la que pueden confiar nuestros clientes y la sociedad en general.