Entrevistamos a Carlos de la Iglesia, Director de Comunicación de Microsoft, para hablar sobre las acciones llevadas a cabo por la multinacional para paliar los efectos de la crisis provocada por el COVID-19 y de sus políticas de RSC para impactar en la sociedad, medio ambiente, clientes y empleados.
¿Qué acciones estáis llevando a cabo desde Microsoft para paliar los efectos de la crisis del COVID-19?
Hemos implementado una serie de acciones desde el primer momento en el que surgió la pandemia y antes incluso de estar en estado alarma. Lo que hicimos fue, como primera medida, poner nuestra tecnología de manera gratuita a disposición de empresas, de administración local y también de centros educativos. Pensamos que en ese momento era importante que las organizaciones pudieran habilitar escenarios de trabajo remoto y también de aprendizaje remoto. Ofrecimos Teams, que es nuestra herramienta de comunicación y colaboración, de manera gratuita durante seis meses a todas las entidades que lo pudieses necesitar.
El siguiente paso en esta iniciativa fue aliarnos con nuestros partners. Microsoft trabaja con más de 9.000 empresas de tecnología en España y son empresas locales que implantan y desarrollan tecnología alrededor de Microsoft. Creamos una plataforma solidaria que se llama https://www.todosdesdecasa.es donde ofrecemos no solamente esta tecnología gratuita sino también asesoría gratuita por parte de estos partners. Además, ofrecemos recursos de formación y recursos para hacer más sencillo el despliegue y la implantación de esta plataforma de trabajo y aprendizaje remoto. Ese fue el segundo paso.
A partir de ahí hemos estado trabajando también en otras tareas. Por ejemplo, hemos implantado una plataforma de donaciones interna para poder donar fondos a ONG que están trabajando para combatir los efectos de la COVID-19 en todo el mundo. Por ejemplo, en España nos hemos centrado en Cruz Roja. A nivel mundial en el mes que lleva en marcha la plataforma estamos recogiendo unos veinte millones de dólares en donaciones de los empleados, que Microsoft duplica. De manera que por cada dólar que un empleado de Microsoft dona a cualquier entidad Microsoft dona la misma cantidad.
Y una última actuación, que es muy local pero que también tiene relevancia, es la donación de dispositivos Surface de Microsoft a residencias de ancianos que no tenían posibilidad de conectar a los ancianos que están residiendo allí con sus familiares. A través de un acuerdo con diversas entidades hemos donado estas tabletas y ahora pueden tener video conferencias con sus familiares y contarles cómo se encuentran.
¿Qué medidas habéis tomado para la protección de vuestros empleados durante la pandemia?
Desde el primer momento lo que vimos es que nuestras prioridades de antes de la pandemia tenían que cambiar, y hemos definido tres prioridades dentro de la compañía. La primera era la salud de nuestros empleados, de sus familias y de todos los miembros de Microsoft. La segunda era dar soporte a nuestros clientes y a nuestros partners en estos momentos. Y la tercera era garantizar la continuidad del negocio y seguir gestionando el negocio pese a la situación en la que nos encontrábamos.
En relación a la primera prioridad, que es la prioridad absoluta para nosotros, lo que hicimos fue pedir a todos nuestros empleados que trabajaran desde sus casas ya una semana antes del decreto de estado de alarma. Para Microsoft era algo bastante sencillo porque tradicionalmente tenemos un modelo de trabajo flexible donde los empleados deciden si trabajan desde casa o trabajan desde la oficina. Desde el día 9 de marzo estamos trabajando desde casa y hemos comunicado a los empleados que hasta octubre vamos a seguir así. Aunque también estamos planificando reapertura de nuestras oficinas en todo el mundo para aquellos empleados que, voluntariamente, prefieran trabajar desde ahí. Estamos estableciendo los protocolos para quienes quieran trabajar desde la oficina o celebrar allí alguna reunión presencial.
Otra de las medidas ha sido establecer algunos mecanismos para garantizar el contacto de todos los empleados durante este tiempo. Estar confinados no significa estar aislados, tenemos, por ejemplo, café virtuales con los equipos y otras acciones. De hecho, una de las cosas que hemos hecho en el mes, por ejemplo, es que la reunión mensual en la que nuestra presidenta nos cuenta la evolución de la compañía y las diferentes novedades, es ahora una reunión quincenal a través de Teams para conectar y mantener actualizado a todo el equipo.
También enviamos un email, que al principio fue diario, con actualizaciones sobre la situación para manterner informados a todos nuestros empleados. Ahora ya es semanal porque entendemos que estamos entrando en una fase de mayor normalidad.
Hemos habilitado dos sesiones de fisioterapia online a la semana y una clase de yoga online semanal. Son actividades que nos permiten seguir en contacto, fuera de las reuniones virtuales que tenemos de la parte de negocio. Estas son algunas de las cosas que estamos poniendo en marcha.
¿Cuáles son las principales líneas estratégicas de la política de responsabilidad social y sostenibilidad de Microsoft?
Estamos haciendo muchas cosas pero intentamos, sobre todo, que haya coherencia a nivel global. Microsoft es una compañía que está presente en casi todos los países del mundo. Tenemos presencia física en muchas regiones y lo que queremos es que nuestro impacto en la sociedad sea homogéneo y que tenga la misma línea de actuación en todo el mundo.
En cuanto a responsabilidad corporativa, trabajamos sobre todo en formación. Queremos habilitar y favorecer que todas las personas puedan acceder a la tecnología y ahí estamos trabajando alrededor de cursos de alfabetización digital para colectivos desfavorecidos.
En España trabajamos principalmente con fundaciones clave que luego conectan con muchísimas entidades en todo el territorio para llegar a colectivos vulnerables como inmigrantes, personas desempleadas o, por ejemplo, a personas mayores que no tienen acceso a la tecnología. No solo trabajamos con colectivos desfavorecidos sino también con colectivos que están poco representados en el mundo de la tecnología.
Y el otro área donde estamos incidiendo es con los jóvenes y, sobre todo, alrededor de la empleabilidad. Cómo hacemos que las personas puedan tener una formación en tecnología que les permita acceder a un puesto de trabajo o que les permita mejorar en su puesto de trabajo.
De cara a la etapa post COVID-19, lo que estamos viendo es que va a ser muy importante el ofrecer plataformas que permitan un reciclaje de los profesionales. Vamos a ver, seguramente, cómo se transforma el modelo de trabajo, cómo se transforman muchísimos empleos, y creemos que va a ser fundamental que compañías como Microsoft aporten plataformas de formación que permitan a estas personas un reciclaje profesional. Eso en cuanto a responsabilidad corporativa.
En sostenibilidad, que forma parte de nuestra responsabilidad corporativa, trabajamos en dos áreas. Una tiene que ver en cómo nosotros incorporamos criterios de sostenibilidad en todo lo que hacemos. Y ahí tenemos un compromiso absoluto con la reducción de emisiones de CO2. Queremos ser carbon neutral, incluso carbon negative, en el 2030 y por eso estamos trabajando en hacer más eficientes nuestros centros de datos, nuestras instalaciones, etc, Hay un trabajo interno muy importante pero que tiene un reflejo al final dentro de la compañía.
Lo que también es muy importante es que muchas compañías que utilizan nuestra tecnología pueden reducir su impacto medio ambiental utilizándola eficientemente. Pongo dos ejemplos: para las empresas más pequeñas el que nuestro sistema operativo Windows incorpore funciones de gestión energética supone una reducción de consumo. Eso en un pc puede ser relevante pero cuando esta compañía tiene cientos o miles de pc, el impacto es mayor. También hacemos que grandes compañías puedan trasladar sus sistemas de información a una solución virtual en la nube que, lógicamente, puede ser mucho más eficiente desde el punto de vista energético.
¿Qué otras acciones concretas tenéis en marcha en este momento en Microsoft para impactar en sociedad, medio ambiente, clientes y empleados?
Ahora mismo nuestro foco es lo que llamamos skilling, es decir, todo lo que tiene que ver con formación. Estamos trabajando con partners para que sea una iniciativa escalable y que impacte al mayor número posible de personas.
Trabajamos en todas las áreas. Trabajamos con los colectivos desfavorecidos o pocos representados hasta lo más alto de la pirámide, con los directivos. Porque entendemos que es importante la alfabetización digital más allá del uso del teléfono móvil.
Hay un siguiente nivel en esa pirámide que tiene que ver con la educación, cómo hacemos que los 7 millones de estudiantes que tenemos en España utilicen tecnología en el aula. Es fundamental porque ellos luego van a encontrar en su trabajo tecnología. Además, la tecnología facilita la comunicación más allá de las paredes del aula. Más aún ahora, con toda la situación provocada por la COVID-19, donde los niños están trabajando con tecnología de Microsoft para seguir en contacto con sus compañeros y también con sus profesores.
Hay también una parte muy importante que tiene que ver con las universidades, y preparar a estos estudiantes para el empleo del futuro. Estamos desarrollando diferentes iniciativas con universidades, a través de nuestros partners, que al final son los que van al mercado a buscar personas para contratar y muchas veces no encuentran a los recién graduados con los conocimientos que ellos están requiriendo. Por lo tanto, favorecemos la formación de estos universitarios y la certificación en nuestras tecnologías.
Y, por supuesto, trabajo con todos los profesionales de tecnología, que ya están en las empresas y que necesitan reciclaje. Las empresas tecnológicas vamos a tal ritmo de innovación que muchas veces es difícil seguirlo y necesitan un constante reciclaje en nuestras tecnologías.
Y el ultimo escalón de la pirámide serían los directores generales, los directores de negocio, directores de marketing, directores de recursos humanos, que no están relacionados directamente con la tecnología pero que cada vez más necesitan entender cómo puede ayudarles en su función y en su negocio.
¿Cómo contribuís desde Microsoft a la consecución de los ODS y de la Agenda 2030?
Todo lo que estamos haciendo al final confluye en los ODS. Principalmente, destacaría por lo menos tres. Uno es la reducción de la desigualdad, ya que pensamos que hay una tremenda brecha digital en muchas partes del mundo y también en España, aunque parezca mentira. El segundo tiene que ver con el empleo y con el crecimiento económico y todo el trabajo alrededor de formación y de empleabilidad tiene que estar relacionado con esto. Ahora mismo en España, como mencionaba, hay unas 9.000 empresas que trabajan con tecnología Microsoft, dando servicio y desarrollando software alrededor de esta tecnoogía, y estas empresas emplean a más de 205.000 personas. Es importante que favorezcamos ese desarrollo y ese crecimiento económico.
El último punto es la calidad de la educación, también lo mencionaba antes. Cómo podemos hacer que la educación sea un área que vaya mejorando en los próximos años y que, cuando miremos el ranking de competitividad del Foro Económico Mundial, no veamos que uno de los elementos que más perjudican nuestra competitividad no sea, precisamente, la educación y la formación digital de nuestros profesionales.
¿Cuáles son los planes de futuro de Microsoft en materia de responsabilidad social y sostenibilidad?
Vamos a seguir trabajando en estas áreas que comentaba. En formación es importantísimo, también todo lo que tiene que ver con sostenibilidad medioambiental. Y hay un tema en el que estamos muy enfocados, y además en España es especialmente relevante, y es la accesibilidad. Nosotros queremos que las personas con discapacidad puedan acceder en igualdad de condiciones a la tecnología. Queremos que la persona, independientemente de la discapacidad que pueda tener, tenga el mismo acceso, la misma experiencia de uso de las herramientas tecnológicas. Para eso trabajamos desde hace más de 20 años con ONCE y con Fundación ONCE en tres vías: primero para garantizar la accesibilidad de la tecnología. Esto es algo en lo que nos ayudan muchísimo, nos dan el feedback sobre nuestros productos y nos dicen que cosas tenemos que mejorar para que sean más accesibles.
El segundo área donde trabajamos tiene que ver con la educación. Estamos viendo cómo nuestra tecnología accesible puede ayudar a los profesores que trabajan con niños con discapacidad a reducir la brecha digital en el aula. Y el tercer elemento es el empleo, ver cómo podemos hacer que se reduzca el índice de desempleo de las personas con discapacidad (que triplica el índice de desempleo de la media en España) para que puedan acceder a un empleo de calidad y formarlas en herramientas tecnológicas y que puedan tener una mejor expectativa laboral. En la accesibilidad vamos a ver desarrollos muy interesantes en el futuro. Ahí estamos trabajando también con ONCE y Fundación ONCE, por ejemplo, en la aplicación de inteligencia artificial a herramientas de accesibilidad y estamos colaborando en el desarrollo de diferentes aplicaciones. Una de las últimas es una herramienta para guiar a las personas con discapacidad que están realizando el Camino de Santiago. Lógicamente hemos tenido que parar las pruebas de esa tecnología ahora mismo por la situación de pandemia pero la retomaremos en cuanto podamos. Creémos que puede ser un elemento que normalice y que haga el turismo más accesible. Es el tipo de iniciativas que yo creo que necesitamos para favorecer la plena inserción de las personas con discapacidad.
Escucha aquí la entrevista completa con su protagonista: