¿Cómo nació la idea de crear Ziknes?
La idea de Ziknes surgió de una combinación de experiencia y oportunidad. Diego y yo trabajábamos juntos en una empresa de automatización industrial. Yo me dediqué a poner en marcha plantas de producción para empresas como Tesla o Ford, y Diego llevaba años metido en el mundo de la impresión 3D.
En 2020, Diego me pidió que le ayudara a poner en marcha un sistema de impresión 3D de gran formato con un robot. Ahí fue cuando vimos que había una oportunidad clara: la tecnología de impresión 3D de gran formato estaba desaprovechada y podíamos aportar mucho conocimiento para hacerla más eficiente y accesible. Sabíamos de robótica, sabíamos de impresión 3D y también sabíamos lo que necesita una empresa para invertir en tecnología industrial.
Así que en junio de 2021 decidimos dar el paso y fundar Ziknes. Cinco meses después, cerramos nuestra primera ronda de inversión con Demium Capital, y desde ahí no hemos parado de crecer.
¿Cómo visualizas el futuro de la fabricación industrial con este tipo de tecnologías?
El futuro de la fabricación industrial con tecnologías como la impresión 3D de gran formato es muy prometedor. Estamos viendo cómo sectores como el aeroespacial, la defensa o el naval están adoptando cada vez más estas tecnologías porque permiten fabricar piezas complejas, personalizadas y de gran tamaño de forma más rápida y eficiente. Eliminar moldes metálicos pesados y procesos intermedios no solo reduce costes y plazos, sino que también abre la puerta a diseños mucho más avanzados y funcionales.
Lo que veo claro es que la fabricación aditiva está cambiando las reglas del juego en la industria. Está permitiendo una producción más flexible, descentralizada y sostenible, con menos desperdicio de material y más uso de materiales reciclados.
En Ziknes queremos estar en el centro de esa transformación, ofreciendo tecnología que no solo haga posible esta evolución, sino que la haga fácil y accesible para cualquier empresa.
¿Cómo se logra minimizar el desperdicio de material y el consumo energético en comparación con métodos tradicionales?
Con la impresión 3D de gran formato, conseguimos minimizar el desperdicio porque solo usamos el material necesario para crear la pieza, sin necesidad de moldes ni procesos de mecanizado que generan muchos residuos. En métodos tradicionales como la fundición o el CNC, partes importantes del material se desperdician porque se parte de un bloque que hay que recortar o mecanizar. Con la impresión 3D, directamente depositamos el material capa a capa, optimizando el uso y reduciendo el desperdicio de material hasta en un 80%.
Además, nuestras máquinas están diseñadas para trabajar con materiales reciclados, lo que refuerza el ciclo de economía circular. En cuanto al consumo energético, el control avanzado que permite Laminar y la eficiencia del proceso de impresión hacen que la máquina solo consuma la energía estrictamente necesaria, reduciendo el consumo energético hasta en un 40% en comparación con métodos tradicionales. También eliminamos pasos intermedios y procesos de postproducción, lo que reduce el tiempo de producción hasta en un 60%. Menos material, menos energía y menos tiempo: eso es lo que hace que nuestra tecnología sea más eficiente y sostenible que los métodos tradicionales.
¿Cómo surgió la iniciativa junto al Ayuntamiento de Valencia y qué impacto ha tenido hasta ahora?
La iniciativa con el Ayuntamiento de Valencia surgió como parte de su estrategia de promover la innovación y la sostenibilidad en el espacio urbano. En 2023, nos seleccionaron para el programa Valencia Innovation Capital, que buscaba soluciones para fabricar mobiliario urbano con materiales reciclados y reducir el impacto ambiental en la ciudad. La impresión 3D de gran formato encajaba perfectamente porque permite fabricar estructuras complejas y resistentes usando polímeros reciclados, algo que no es viable con otros métodos de producción. Además, recibimos una financiación de casi 100.000 € para desarrollar tanto el proyecto como nuestra tecnología.
El proyecto está actualmente en desarrollo y se presentará a finales de junio de 2025. Consiste en diseñar y fabricar mobiliario urbano, como bancos y papeleras, mediante nuestra tecnología de impresión 3D, utilizando materiales reciclados y optimizando los diseños para que sean duraderos y resistentes a la intemperie. El impacto previsto es muy positivo: esperamos reducir el desperdicio de material en un 80% y demostrar que es posible fabricar mobiliario urbano sostenible a escala industrial. Además, esta colaboración nos está posicionando como un referente en soluciones de fabricación sostenible para administraciones y empresas.
¿Cómo seleccionan los residuos industriales que utilizan y qué desafíos implica su transformación en piezas útiles?
La selección de los residuos industriales que utilizamos en Ziknes se basa principalmente en dos criterios: compatibilidad con el proceso de impresión y rendimiento en aplicaciones funcionales. Trabajamos con poliamidas (PA), ABS, PETG, ASA y PP, tanto vírgenes como recicladas, pero también exploramos materiales compuestos con fibras de vidrio o carbono para mejorar las propiedades mecánicas. Además, colaboramos con centros tecnológicos y empresas para desarrollar y validar nuevos materiales reciclados, como plásticos marinos o residuos textiles, que puedan adaptarse a la impresión 3D de gran formato.
Uno de los mayores desafíos es lograr que estos materiales reciclados mantengan consistencia y estabilidad durante el proceso de impresión. Los residuos suelen tener variaciones en composición y calidad, lo que puede afectar al flujo de material y a la precisión de las piezas. Para resolverlo, usamos sistemas de secado y acondicionamiento del material, además de ajustar parámetros en nuestro software Laminar para adaptar la impresión a las características específicas de cada lote de material reciclado.
Otro reto es garantizar que las piezas fabricadas con materiales reciclados cumplan con los requisitos técnicos y mecánicos de sectores como el aeroespacial o la automoción. Para eso, realizamos pruebas de resistencia, estabilidad térmica y durabilidad, ajustando las fórmulas y parámetros de impresión hasta lograr un rendimiento óptimo. La combinación de control preciso en Laminar y la flexibilidad de nuestros sistemas nos permite trabajar con materiales reciclados sin comprometer la calidad de las piezas finales.
Han mencionado que su próximo gran desafío es expandir el modelo de reciclaje a nivel nacional e internacional. ¿Cuáles son los principales pasos para lograrlo?
Nuestro principal objetivo para expandir el modelo de reciclaje a nivel nacional e internacional es construir una red de partners estratégicos en distintos países, que nos permita establecer un sistema de reciclaje de cercanía. La clave está en minimizar la huella de carbono asociada al transporte y al procesado de materiales, aprovechando la infraestructura local para recolectar, procesar y reutilizar residuos industriales de manera eficiente.
El primer paso es cerrar acuerdos con empresas locales especializadas en la gestión y reciclaje de materiales. Esto nos permitirá garantizar un suministro constante de materia prima reciclada y, al mismo tiempo, mantener un proceso de trazabilidad claro para asegurar la calidad y consistencia de los materiales.
En paralelo, queremos desarrollar un protocolo estandarizado para procesar estos materiales, adaptándolo a las necesidades específicas de cada mercado y tipo de residuo. Nuestro software Laminar jugará un papel clave en esta fase, ya que nos permitirá ajustar los parámetros de impresión y las configuraciones de máquina según las propiedades de cada lote de material reciclado.
El objetivo final es que cualquier cliente de Ziknes, en cualquier parte del mundo, pueda utilizar materiales reciclados obtenidos y procesados localmente, sin comprometer la calidad o el rendimiento de las piezas. La combinación de una red global de partners y la flexibilidad de nuestra tecnología nos permitirá llevar el reciclaje de cercanía a la impresión 3D de gran formato a escala internacional.
¿Qué papel juegan los centros de «repeletización» en esta expansión y cómo ayudarán a reducir la huella de transporte?
Los centros de repeletización van a ser clave para consolidar nuestro modelo de reciclaje de cercanía y reducir la huella de transporte. La idea es establecer centros estratégicos donde se puedan procesar residuos industriales localmente, transformándolos en pellets listos para impresión sin necesidad de enviarlos a plantas centralizadas o de larga distancia.
Al tener centros de repeletización distribuidos, reducimos drásticamente el transporte de materiales, lo que implica una reducción directa de las emisiones de CO₂ y de los costes logísticos. Además, procesar los materiales cerca del punto de origen facilita un control más preciso sobre la calidad y permite adaptar las propiedades del material a las necesidades específicas de cada cliente y sector.
Estos centros también nos permitirán trabajar con materiales locales y residuos específicos de cada región, lo que abre la puerta a soluciones más personalizadas y a una mayor eficiencia en la cadena de suministro. Al final, la combinación de impresión 3D con materiales reciclados y una red de centros de repeletización descentralizados es la clave para ofrecer un proceso de fabricación más sostenible y escalable.
¿Qué estrategias de comunicación, canales y formatos les han funcionado mejor para dar a conocer su trabajo?
Nos ha funcionado muy bien una combinación de contenido directo y visual en varios canales. La impresión 3D de gran formato es algo muy visual, así que mostrar lo que hacemos a través de vídeos, imágenes y casos de éxito ha sido clave para captar la atención.
Vídeos y contenido en redes sociales → Publicamos regularmente en LinkedIn e Instagram, mostrando piezas reales, procesos de impresión y resultados finales. La sección «From Design to Reality» donde mostramos cómo una idea se convierte en una pieza física ha tenido muy buena acogida.
Ferias y eventos industriales → Participar en eventos como Formnext o Advanced Manufacturing nos ha permitido conectar directamente con clientes potenciales y mostrar en vivo el potencial de nuestra tecnología.
Casos de éxito → Mostrar proyectos reales y cómo nuestras soluciones están resolviendo problemas específicos en sectores industriales ha sido muy efectivo para generar credibilidad y atraer nuevos clientes.
Colaboraciones y partnerships → Colaborar con empresas y centros tecnológicos también ha sido una herramienta potente para ganar visibilidad y posicionarnos como referentes en impresión 3D de gran formato.
Al final, lo que más nos ha funcionado es ser muy transparentes sobre lo que hacemos y mostrar cómo nuestra tecnología resuelve problemas reales en la industria.
¿Qué consejo le darías a emprendedores que quieren innovar en el sector de la fabricación sostenible?
El consejo que quiero dar, es una combinación del mundo startup tradicional y el de la vertiente sostenible.
No te obsesiones con tenerlo todo perfecto desde el principio. Lo más importante es empezar y probar rápido. En Ziknes, nuestro mayor reto fue precisamente ese: como ingenieros, estamos acostumbrados a buscar siempre la perfección técnica, y eso nos llevaba a caer en el clásico «parálisis por análisis». Tuvimos que aprender que lanzar rápido, recoger feedback y ajustar sobre la marcha es mucho más efectivo que intentar sacar un producto perfecto desde el primer día.
Algunos puntos clave que hemos aprendido por el camino:
Mide el impacto → Nosotros creamos Ziknes para transformar los procesos de fabricación, pero no sabíamos que medirlo tenía un valor real. Uno de nuestros socios, First Drop VC, nos enseñó que poder demostrar ese impacto (en costes, materiales, tiempos…) no solo valida tu tecnología, sino que también te abre puertas con clientes e inversores.
Sigue el camino que planteaste desde el principio → Como startup industrial, es difícil atraer inversión porque pocos fondos en España invierten en este tipo de tecnología. Eso hace que muchas veces sientas la tentación de pivotar hacia lo que el mundo venture quiere ver. Pero si crees en tu modelo, resiste y mantén el rumbo.
Rodearte de un equipo que crea en el proyecto → Cuando las cosas van mal (que irán mal en algún momento), necesitas un equipo que confíe en la visión y que esté dispuesto a remar contigo. La tecnología es importante, pero las personas que la hacen posible lo son aún más.
La fabricación sostenible tiene un potencial enorme, pero hay que combinar tecnología con estrategia y, sobre todo, con una visión clara para que funcione de verdad.
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