¿De qué manera su pertenencia a AERCE le permite generar sinergias con otras empresas de su sector que impacten positivamente en la sociedad?
AERCE es un referente para los profesionales de las compras y está a la vanguardia en temas de sostenibilidad. A través de sus publicaciones, de la web y de las jornadas divulgativas podemos conocer las actuaciones que realizan otras empresas con un impacto positivo en la sociedad y nos sirve para estar al tanto de las últimas tendencias en este ámbito y enfocar mejor nuestra estrategia de sostenibilidad
¿Cómo ha evolucionado en su organización el desarrollo de buenas prácticas socialmente responsables?
Hemos evolucionado en positivo en la adhesión de nuestras filiales al desarrollo de buenas prácticas sostenibles, teniendo en cuenta la dificultad añadida de contar con filiales con mucha oscilación de plantilla y diversidad de actividades, sumándose el hecho de que existen filiales localizadas en un entorno geográfico determinado o filiales que operan a nivel nacional.
Actualmente tenemos tres tipos de normas vinculadas con RSC.
La primera y más relevante es la Norma IQNET SR10, norma de carácter internacional que nos obliga a tener un compromiso muy transversal con parámetros vinculados a Derechos Humanos y Sostenibilidad.
En SR 10 tenemos certificadas 12 filiales cuyo alcance ofrece cobertura al 80% de nuestra plantilla: 56.000 personas En segundo lugar contamos con la Norma Discert, que evalúa la puesta en valor y compromiso, más allá de la legalidad, en relación con la integración de personas con discapacidad, para lo cual contamos con distintas unidades de apoyo dentro de Clece, así como numerosas alianzas con entidades del tercer sector.
Nuestra compañía prioriza, con múltiples evidencias, la inserción laboral de este colectivo, aunando desde hace años recursos específicos, tanto materiales como humanos, para lograr que este compromiso social sea un elemento fundamental de nuestra identidad. La tercera marca a la que nuestras filiales están adheridas es el Pacto Mundial de Naciones Unidas, en concreto 10 de nuestras filiales, lo que supone un 78% de nuestra plantilla.
Pacto Mundial resalta la adhesión y compromiso de una empresa en términos de derechos humanos, traduciéndose en diez principios vinculados con el respeto de estos derechos, el buen gobierno y el respeto al medio ambiente.
En Clece y filiales la adhesión a normas de RSC ha crecido exponencialmente. Desde 2015 hemos incorporado más de 21 filiales a alguna de las normas anteriormente referidas
AERCE acompaña a sus asociados en materia de formación. En este sentido destaca la norma ISO 20400 de compras sostenibles. ¿Su organización está certificada al respecto o ha pensado en hacerlo?
Sí. Nos certificamos en esta norma en mayo de este año, lo que nos ha permitido sistematizar y visibilizar actuaciones que ya veníamos realizando, dar mayor coherencia al proyecto de sostenibilidad en la función de compras y, sobre todo, alinearnos en este ámbito con otros departamentos y con la estrategia de la empresa.
¿Qué importancia le otorgan a la comunicación y puesta en valor de sus avances socialmente responsables?
La importancia es máxima. El afianzamiento de políticas de sostenibilidad social, bien sea producto de la certificación de normas de RSC anteriormente mencionadas, o bien debido a nuestro Proyecto Social vinculado a la inserción laboral de colectivos vulnerables, ha contribuido decisivamente a poner en valor nuestra compañía como una entidad socialmente responsable, así como a la sensibilización de estas prácticas a nuestros grupos de interés.
Además, las expectativas de nuestros grupos de interés, a través de diversas encuestas efectuadas en 2021 y 2022, corroboran su alineamiento con Clece y filiales en la puesta en práctica de dichas políticas.
La comunicación transversal de nuestro Proyecto Social ejerce como un pivote fundamental para dar a conocer y hacer partícipes a nuestros grupos de interés de nuestra política social, incorporándolos en una cadena de valor social en la que aunamos esfuerzos de manera conjunta en busca de un bien común, que obtenga resultados concretos y aporte un beneficio a comunidades locales. Un ejemplo claro son los más de trescientos acuerdos con entidades sociales para la inserción laboral de colectivos vulnerables, sin cuyo trabajo sería imposible poner en práctica semejante proyecto.
La comunicación, interna y externa, es fundamental en este sentido, tanto en la viralización a través de redes sociales como en la sensibilización interna a través de herramientas corporativas de comunicación, gracias a las cuales, semanalmente se publican noticias derivadas de nuestro Proyecto Social
¿Qué retos y desafíos han identificado en el ámbito de los ODS a corto, medio y largo plazo?
El mayor desafío en un primer momento ha sido identificar cuáles son los ODS que más nos afectan como compañía debido a que, por la diversidad de actividades que desarrollamos, nos encontramos afectados por una pluralidad que hemos debido desagregar. Una vez delimitados, debimos priorizar los más relevantes para, a su vez, segmentar objetivos concretos, cuantitativos y transversales vinculados con los ODS considerados como críticos, alineados con nuestro propio estándar interno, así como con la exigencia de nuestra matriz.
A largo plazo el objetivo es doble. En primer lugar, integrar los ODS en nuestra comunicación interna, pues se ha de entender que algo tan genérico como la definición de un ODS se refleja de una forma objetiva y concreta sobre cada una de nuestras actividades, cumpliendo una finalidad determinada. También debemos ser capaces de integrar en nuestra comunicación externa los vínculos adecuados a nuestra adhesión a los ODS.
Y, en segundo lugar, incluir los objetivos en los respectivos cuadros de gestión. Obviamente los objetivos nos son reconocibles porque llevamos tratándolos mucho tiempo, pero su abordaje, cuantificación y consolidación suponen un cambio de mirada que hemos de tener en cuenta.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Gestión de compras sostenibles, en colaboración con AERCE.
