¿Puede hablarnos de la Responsabilidad Social de su organización, de cómo ha evolucionado estos años hasta la actualidad y cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
Admundi nació en 2006, impulsada por un viaje de voluntariado a Cuzco, Perú, en colaboración con la organización Almería Solidaria. Durante ese viaje, el foco principal estuvo en trabajar con menores en el ámbito educativo.
A raíz de esta experiencia, un grupo de amigos se decidió a fundar una ONG con el objetivo de apoyar a estos menores en situación desfavorecida. Desde entonces, la organización ha experimentado un crecimiento significativo. En la actualidad, no solo trabajamos en Cuzco, sino que hemos ampliado nuestras acciones a países como Kenia, Etiopía, Bolivia y España, como en Valencia y otros lugares. Nuestra misión sigue siendo ayudar a menores en condiciones de vulnerabilidad y a familias en riesgo de exclusión social.
En este momento, estamos especialmente volcados en iniciativas relacionadas con los efectos de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que ha afectado gravemente a distintas regiones. Nuestro compromiso se centra en ofrecer apoyo a quienes más lo necesitan en esta situación de emergencia.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría compartir de su estrategia de Responsabilidad Social, y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Como mencioné anteriormente, nuestra acción principal se centra en Perú, específicamente en Cuzco. A lo largo de los años, hemos construido y equipado escuelas primarias, y posteriormente ampliado nuestro trabajo hacia escuelas de educación inicial. Al observar que existía una población especialmente vulnerable, como menores con algún tipo de discapacidad que no contaban con apoyo estatal, implementamos escuelas de educación especial.
También detectamos un problema en niños de 0 a 5 años, quienes en muchos casos no estaban diagnosticados ni recibían tratamiento adecuado. Para abordar esta situación, creamos un centro de atención temprana que atiende tanto a menores de escuelas regulares como de educación especial, en coordinación con el Programa de Intervención Temprana (PRITE) del Estado peruano.
En Kenia, apoyamos el Hogar de la Hermana Meri, que acoge a menores abandonados y con enfermedades crónicas. En Etiopía, colaboramos con un centro de maternidad en Kafon. En Bolivia, trabajamos en proyectos de soberanía y nutrición infantil en comunidades andinas del Departamento de La Paz.
En España, y particularmente en Valencia, nuestra acción se intensificó tras las graves inundaciones causadas por la DANA. A través de la comunidad local de usuarios de Bitcoin, lanzamos una campaña de donación en criptomonedas. Esta iniciativa, gestionada mediante help-bitcoin.org, nos ha permitido recibir aportaciones desde cualquier parte del mundo de manera ágil y sin complicaciones administrativas. Por ejemplo, la empresa de intercambio Bybit, con sede en Dubái, donó 10.000 euros a esta causa.
También hemos colaborado con otras iniciativas locales como help.startupvalencia.org, impulsada por la asociación Startup Valencia, para captar fondos internacionales a través de su red empresarial. A esta se suma adoptauncolegio.org, que busca recaudar recursos para más de 100 colegios afectados por la DANA, donde más de 120.000 niños han perdido acceso a bienes esenciales como mobiliario y material educativo.
Otras iniciativas destacadas incluyen Mad Warriors, un proyecto artístico desarrollado junto al Ayuntamiento de Valencia, en el que se venden ilustraciones para recaudar fondos, y Marketing por Valencia, un evento solidario celebrado el 24 de noviembre de 2024, que contó con la participación de empresas patrocinadoras y más de 20.000 euros recaudados.
Es importante mencionar que Admundi opera con una estructura completamente basada en voluntariado, sin personal remunerado. Esto garantiza que el 100% de los fondos se destinan a los beneficiarios. Con estos recursos, hemos podido adquirir bienes de primera necesidad como colchones, somieres y artículos básicos para los afectados. Además, estamos trabajando en iniciativas para proveer sistemas de movilidad, como patinetes, para quienes han perdido sus medios de transporte.
Asimismo, algunas empresas han mostrado interés en realizar donaciones en especie. Por ejemplo, estamos en conversaciones con Lego para la entrega de juguetes destinados a los niños afectados en los colegios.
La situación en las áreas afectadas es devastadora, y cualquier tipo de apoyo es más que bienvenido. Desde Admundi seguimos comprometidos en articular esfuerzos y maximizar el impacto de cada ayuda recibida.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de la Responsabilidad Social y cómo lo trabajan?
La comunicación de los fines y acciones de nuestra ONG, más allá de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), es fundamental. Resulta imprescindible que tanto la población como las instituciones conozcan nuestro trabajo, ya que esto fomenta su implicación en nuestra línea de acción. La transparencia es clave: informar sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos no solo fortalece nuestra credibilidad, sino que también nos permite generar alianzas estratégicas.
Para las ONG, la RSE de las empresas juega un papel vital. Carecemos de fondos propios suficientes para desarrollar y mantener muchos de los proyectos que llevamos a cabo. Por ello, dependemos en gran medida del apoyo empresarial. Un ejemplo de esto es el centro de atención temprana en Perú, que comenzó gracias a una financiación del Parlamento de Andalucía. Sin embargo, mantener este centro operativo plantea un desafío. Para 2025, el presupuesto necesario asciende a aproximadamente 35.000 euros, y buscamos empresas dispuestas a contribuir mediante patrocinios.
La colaboración con las empresas se desarrolla en un marco de total transparencia. En nuestra página web, admundi.org, publicamos información detallada sobre los proyectos financiados, nuestras cuentas, el balance de situación de la asociación y la memoria anual. De este modo, las empresas y particulares pueden conocer el destino de los fondos y comprobar que sus aportaciones se utilizan de manera eficiente y responsable.
Las empresas que colaboran con nosotros también obtienen beneficios. Además de involucrar a su organización y empleados en iniciativas solidarias, pueden acceder a incentivos fiscales derivados de las donaciones. Estas deducciones fiscales representan una ventaja adicional y fomentan que las organizaciones destinen fondos a proyectos como los nuestros, asegurando así su sostenibilidad a largo plazo.
En definitiva, la comunicación efectiva y la colaboración con empresas a través de su RSE no solo son esenciales para la continuidad de nuestros proyectos, sino que también refuerzan nuestro compromiso con la transparencia y el impacto social.
Para terminar, ¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia y cómo los piensan llevar a cabo?
El principal desafío de Admundi es garantizar la continuidad de los proyectos que hemos desarrollado a lo largo de los años. Mantener estas iniciativas requiere un esfuerzo constante para asegurar los recursos necesarios y cumplir con los objetivos establecidos en cada país donde operamos.
Además, estamos abiertos a colaborar en la ejecución de proyectos que muchas instituciones desean realizar pero no pueden llevar a cabo por falta de estructura o recursos. Un ejemplo reciente es nuestra labor con los damnificados por la DANA, donde actuamos como una plataforma para que empresas captaran fondos, aseguramos la transparencia en su gestión y los distribuimos de manera equitativa.
Este modelo puede replicarse en muchas otras iniciativas. Las empresas pueden confiar en nosotros como un brazo ejecutor para implementar sus programas sociales, garantizando transparencia y eficiencia en la gestión de recursos. Nuestro compromiso es seguir siendo un aliado estratégico para que estas iniciativas tengan un impacto positivo y sostenible.
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