¿Puede hablarnos de la Responsabilidad Social de su organización, de cómo ha evolucionado estos años hasta la actualidad y cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
En Selezziona Consultoría llevamos más de 12 años con la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) implantada en nuestra consultoría. Desde el inicio, entendimos que antes de ofrecer asesoramiento y gestión en este ámbito, debíamos aplicarla primero en nuestra propia organización. En aquellos primeros años, cuando hablaba sobre RSE en conferencias y jornadas, muchas veces sentía que mi mensaje caía como “agua en el desierto”. La sostenibilidad y la RSE no eran conceptos tan comunes ni tan valorados como lo son hoy en día. Sin embargo, persistimos y, sin darnos cuenta, implementamos algo que con el tiempo se ha convertido en esencial: el valor reputacional. Este enfoque no solo fue nuestro principal factor diferenciador, sino que continúa siéndolo y desde entonces, hemos experimentado una evolución significativa en nuestra estrategia.
En nuestro sector, hay quienes creen que las consultorías no pueden realizar acciones que sienten precedentes en sostenibilidad y RSE, pero nuestra experiencia demuestra lo contrario. En 2023, desarrollamos un Plan Directo 2023-2027 que está completamente alineado con nuestra estrategia empresarial y el núcleo de nuestra actividad. Este plan refuerza nuestra visión de la sostenibilidad como el eje central de todas las decisiones empresariales, abarcando las tres dimensiones clave del desarrollo sostenible: económico, social y medioambiental.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría compartir de su estrategia de Responsabilidad Social, y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios?
Nuestra estrategia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) está completamente alineada con criterios ESG y con una contribución clara y medible a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). De cara a 2024 y 2025, hemos definido objetivos específicos en los aspectos sociales, medioambientales y de buena gobernanza, que se integran plenamente en nuestra actividad diaria.
En el ámbito social, destacamos varias iniciativas orientadas a mejorar la calidad de vida de nuestro equipo. Por ejemplo, fomentamos la conciliación laboral mediante políticas que superan lo establecido en nuestro convenio colectivo: ofrecemos un periodo vacacional ampliado, teletrabajo, horarios flexibles y condiciones salariales por encima del convenio. También otorgamos beneficios adicionales en casos de incapacidad temporal o cuidado de familiares. A esto se suma nuestra apuesta por la diversidad, aunque seamos un equipo pequeño, y la formación continua, que asegura que nuestro personal se mantenga actualizado y se sienta valorado. Estas medidas nos permiten ofrecer un “salario emocional”, que complementa el económico y fomenta el equilibrio entre vida laboral y personal.
Además, en nuestra comunidad local, colaboramos con entidades como Cruz Roja Andújar y el Banco de Alimentos de Jaén. Este año, preparamos 25 mochilas escolares para niños en situación de vulnerabilidad. También apoyamos asociaciones de mujeres emprendedoras, como Lidera Úbeda, y otras iniciativas sociales desde nuestra asociación profesional. Nuestra contribución no solo se limita a recursos económicos; compartimos además nuestro conocimiento en jornadas y foros de forma altruista, fortaleciendo nuestro impacto social.
En el aspecto medioambiental, hemos implementado un suministro eléctrico basado en placas solares, iluminación LED y sistemas de aerotermia, lo que nos ha permitido digitalizar nuestras operaciones en un 99%, reduciendo significativamente el consumo de papel y energía. Además, promovemos acciones de sensibilización medioambiental en colaboración con expertos, como el ingeniero Álvaro Parra, llevando a cabo proyectos de ahorro energético y sostenibilidad en nuestra comunidad.
En cuanto a la buena gobernanza, hemos implementado un sistema de compliance penal que supera los requisitos legales y elaborado un plan de igualdad, a pesar de no estar obligados a hacerlo. También reportamos bajo criterios europeos como el CRI y hemos identificado los ODS más relevantes para nuestra actividad, entre los que destacan los objetivos 2, 4, 5, 6, 10, 14, 15 y 17. Este último, relacionado con las alianzas, es particularmente clave para nosotros, ya que ha fortalecido nuestras redes y multiplicado nuestro impacto en sostenibilidad y RSE.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de la Responsabilidad Social y cómo lo trabajan?
Hoy en día, muchas empresas temen comunicar sus acciones en RSE y sostenibilidad por miedo a ser acusadas de greenwashing o impactwashing. Sin embargo, en Selezziona fomentamos la comunicación de estas iniciativas tanto en nuestra propia organización como entre las empresas con las que trabajamos. Creemos que la suma de pequeñas acciones genera un impacto positivo significativo y que compartir estas experiencias puede inspirar a otras pymes a tomar medidas similares, demostrando que, incluso siendo pequeñas, pueden contribuir de manera relevante.
La comunicación es esencial porque, como se dice comúnmente, “lo que no se comunica, no se conoce”. Si no se conoce, es difícil que otras empresas, especialmente aquellas de un tamaño similar, se identifiquen contigo y se animen a actuar. Por ejemplo, cuando compartimos en redes sociales nuestras colaboraciones con Cruz Roja o la donación de 200 litros de leche al Banco Provincial de Alimentos, otras empresas nos dicen: “Esto también podemos hacerlo”. Este efecto multiplicador es uno de los compromisos más valiosos que impulsamos en nuestra estrategia de RSE: comunicar las acciones positivas que mitiguen impactos negativos en las comunidades más cercanas.
Sin embargo, una comunicación efectiva requiere coherencia. Es imprescindible comunicar solo lo que realmente haces. No tiene sentido hablar de donaciones o iniciativas altruistas si, por ejemplo, tienes a tu personal insatisfecho. La RSE debe implantarse de manera transversal, beneficiando a todos los grupos de interés, con una hoja de ruta clara que contemple acciones específicas para cada stakeholder a lo largo del año. Solo así se puede garantizar que el mensaje sea consistente con la calidad global de la gestión empresarial.
El temor a comunicar surge, muchas veces, de la falta de coherencia o del desconocimiento. Grandes empresas, por ejemplo, caen en greenwashing al declarar que sus productos son ecológicos, pero transfieren la responsabilidad de gestionar los residuos al consumidor, lo cual contradice su mensaje. Para evitar este tipo de prácticas, es fundamental formarse adecuadamente en RSE y en estrategias de comunicación. De este modo, se puede garantizar que las acciones sean reales y que su comunicación contribuya a construir confianza y credibilidad.
En Selezziona defendemos firmemente la comunicación de las acciones de sostenibilidad y RSE como una herramienta vital para inspirar y movilizar a otras organizaciones. Comunicar bien no solo es posible, sino necesario, para avanzar hacia un modelo empresarial más sostenible y responsable.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
En el contexto actual, la sostenibilidad en España puede dividirse claramente entre grandes empresas y pequeñas, medianas y microempresas, principalmente debido a la normativa vigente. La entrada en vigor de la Directiva CSRD ha establecido la obligatoriedad para grandes empresas de reportar estados de información de sostenibilidad, integrados en su informe de gestión junto con las cuentas anuales. Esto incluye empresas con más de 250 empleados, un volumen de negocio superior a 50 millones de euros o activos por encima de 25 millones, siempre que se cumplan dos de estos criterios durante dos años consecutivos. Además, estas grandes empresas deben auditar su cadena de valor, lo que arrastra inevitablemente a las pymes y microempresas hacia el cumplimiento de estándares de sostenibilidad.
La buena noticia es que se ha establecido un modelo unificado de reporting, lo que facilita el trabajo de las pequeñas y medianas empresas al evitar duplicidades y simplificar los procesos. Este avance no solo reduce la carga administrativa, sino que impulsa la sostenibilidad como un eje estratégico imprescindible para cualquier empresa, independientemente de su tamaño. Estamos entrando en lo que denomino “los 10 años de la sostenibilidad”: las empresas que no se adapten a esta nueva realidad estarán condenadas a desaparecer, al igual que ocurrió con aquellas que no se digitalizaron en la última década.
Un desafío clave radica en la formación. Con frecuencia, la responsabilidad de la sostenibilidad recae en departamentos como calidad, recursos humanos o comunicación, cuyos equipos carecen de la formación necesaria para abordar este tema de forma estratégica y transversal. La sostenibilidad no puede limitarse a un único departamento; debe implicar a toda la organización, desde compras hasta atención al cliente, para garantizar una implementación efectiva. Además, muchas entidades financieras ya exigen reportes detallados sobre sostenibilidad antes de conceder financiación, lo que refuerza la necesidad de una preparación adecuada.
En Selezziona, abordamos la sostenibilidad como un proyecto integral. Cuando implantamos RSE en una empresa, trabajamos como interim managers durante 18 a 24 meses, involucrando a una persona interna que reciba formación práctica a lo largo del proceso. Esto asegura que, al finalizar nuestra colaboración, esa persona esté capacitada para gestionar la sostenibilidad como un eje estratégico dentro de la empresa. Esta metodología no solo garantiza la continuidad, sino que previene que las personas encargadas de sostenibilidad se encuentren desorientadas o sin los conocimientos necesarios.
El panorama presente y futuro estará marcado por un tsunami regulatorio. Mientras las grandes empresas ya están obligadas a reportar bajo la CSRD, se espera que las medianas comiencen en 2026 y las pequeñas en 2027. Este proceso, aunque complejo, es imprescindible para asegurar el cumplimiento normativo y el acceso a oportunidades como financiación, subvenciones o colaboraciones con administraciones públicas. Además, en un futuro cercano, el único factor diferenciador será la capacidad de las empresas para ir más allá de las exigencias legales, elaborando acciones que refuercen su compromiso real con la sostenibilidad.
En definitiva, la sostenibilidad ya no es opcional; es una necesidad estratégica que define el futuro de todas las empresas, desde las micro hasta las grandes. Actuar ahora no solo garantiza la supervivencia, sino que proporciona una ventaja competitiva en un entorno cada vez más regulado y exigente.
Para terminar Francisca, ¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia y cómo los piensan llevar a cabo?
En el mundo de la consultoría, uno de los grandes retos que se avecinan es la inteligencia artificial (IA). Desde nuestra perspectiva, la IA representa una herramienta esencial para estar actualizados, pero también plantea desafíos éticos importantes, especialmente para quienes nos dedicamos a la ética empresarial y la buena gobernanza. En Selezziona, hemos incorporado la IA como una herramienta de apoyo, no como un sustituto de las personas. De hecho, no hemos despedido a nadie por implementar IA; al contrario, hemos conseguido que nuestro equipo trabaje de forma más eficiente, mejorando la gestión del tiempo. Incluso estamos en proceso de incorporar nuevo personal, lo que demuestra que la IA puede generar empleo si se utiliza correctamente.
Otro de los desafíos clave para nuestra organización es la formación. Dedicándonos a la implementación de sostenibilidad en las empresas, debemos estar constantemente actualizados y especializados. En un campo que crece exponencialmente, nadie puede considerarse un experto absoluto en sostenibilidad. Por ello, en Selezziona trabajamos en colaboración con especialistas en distintas áreas, como ingenieros medioambientales, para cubrir aspectos técnicos como la medición de huella de carbono o la descarbonización, mientras nos enfocamos en nuestras fortalezas: la ética, la buena gobernanza y los aspectos sociales. Esta visión integral y honesta es esencial para diferenciarnos en un sector en el que proliferan los llamados “expertos”.
Un tercer reto importante es llegar de forma efectiva a las pymes, que representan una parte importante de nuestra clientela. Conocemos de primera mano las limitaciones que enfrentan estas empresas: falta de recursos económicos, de personal y de tiempo. Gracias a nuestra experiencia como asesoría, entendemos su funcionamiento interno y adaptamos nuestras estrategias de sostenibilidad a sus necesidades reales. Este enfoque práctico nos permite trabajar con más de 50 pymes, ayudándolas a integrar la RSE de manera efectiva en sus operaciones.
En cuanto a las grandes empresas, el desafío radica en la evaluación y comprensión de sus cadenas de valor. Muchas desconocen el día a día de las pymes que forman parte de estas cadenas, lo que dificulta el cumplimiento de normativas como la verificación de datos para los reportes de sostenibilidad. En Selezziona, hemos trabajado con grandes grupos precisamente porque comprenden que nuestro conocimiento de las pymes garantiza una medición precisa y un reporting exitoso. Para lograr esto, las grandes empresas deben formarse y colaborar más estrechamente con su cadena de valor, entendiendo sus limitaciones y necesidades.
Por último, otro reto fundamental es la digitalización de los procesos de sostenibilidad. La recopilación y verificación de datos requiere sistemas eficientes que permitan a las empresas cumplir con las crecientes demandas regulatorias. La digitalización no solo facilita estos procesos, sino que también es un pilar clave para la sostenibilidad en los próximos años.
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