¿Qué importancia tiene para vuestra organización el desarrollo de buenas prácticas en el ámbito cultural respecto al global de vuestra RSC? ¿Qué beneficios os aporta en el desarrollo de vuestro negocio?
En Grupo Cosentino participamos activamente en el desarrollo económico, social y cultural de los territorios donde realizamos nuestra actividad.
Gran parte de nuestro desempeño recae en áreas como la innovación, la sostenibilidad o las políticas de fomento del empleo y la formación. Pero desde nuestros orígenes hemos adquirido un férreo compromiso, y nos hemos implicado no solo en el fomento del arte y la cultura, sino también de ámbitos como la arquitectura, el diseño, la gastronomía, la música o el deporte que, al fin y al cabo, son también manifestaciones culturales.
Vehiculamos dicho compromiso bien directamente desde la empresa, como es el caso de los patrocinios del Festival de Música de Granada, del Festival de Cine de Almería (FICAL) o de los Premios Feroz de Cine y TV, los cuales han tenido lugar recientemente, o también mediante la creación y la entrada en el Patronato de una institución tan relevante como la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino.
Esta Fundación representa gran parte de nuestra vinculación con el ámbito cultural, y es un ejemplo del potencial de las artes para generar conocimiento en la sociedad. Tanto el arte como la cultura proporcionan valores y amplían la visión del mundo. En este sentido, nuestro compromiso más directo comienza con el apoyo a los artistas de Almería y Andalucía, lo cual nos reporta un beneficio directo en cuanto a reputación y, sobre todo, construcción del concepto de comunidad en su sentido más amplio.
¿De qué forma está vuestra organización apostando por el ámbito cultural y el mecenazgo? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
La vinculación a este ámbito ha sido progresiva en paralelo a la evolución y el crecimiento de la propia compañía. Nuestras primeras acciones se enfocaron más en el mundo del diseño, la moda o el deporte. Y las colaboraciones con diferentes propuestas artísticas y culturales se centran en el ámbito local y de proximidad dónde están situados tanto nuestro Parque Industrial como las oficinas centrales, la denominada Comarca del Mármol en el Valle del Almanzora, Almería.
El gran salto cualitativo fue el nacimiento en 2012 de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, institución cultural sin ánimo de lucro que está encargada de velar por la gestión y apertura pública del Museo Ibáñez de Olula del Río, y de todas las instalaciones culturales que alrededor del Museo se han ido construyendo gracias a nuestra aportación, la del Ayuntamiento de Olula del Río y de la Diputación Provincial de Almería.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
La Fundación de Arte Ibáñez Cosentino es nuestro principal ariete en esta materia, y es un proyecto del que nos sentimos realmente orgullosos. Un esfuerzo y un compromiso que se ha traducido en la denominada “Ciudad de la Cultura” de Olula del Río, un complejo museístico compuesto por el decano Museo Ibáñez; el Centro Pérez Siquier, espacio dedicado al fotógrafo almeriense Carlos Pérez Siquier, y que ahora mismo se está ampliando con un nuevo edificio que será inaugurado este verano; una moderna sala de exposiciones temporales; y la monumental escultura de “La Mujer del Almanzora”, obra en mármol blanco Macael del maestro Antonio López.
Además desde 2015, por encargo del Ayuntamiento de Almería, la Fundación asumió también el reto de armar el discurso y la colección del Museo de Arte de Almería, y llevar a cabo la dirección artística de los dos espacios que configuran dicho Museo, el Museo de Arte Doña Pakyta y el Espacio 2. Desde el año 2012 la Fundación está presente asimismo en la Ciudad Autónoma de Melilla con el Museo Ibáñez de Melilla, dependiente de la Consejería de Cultura y Festejos de Melilla.
Más allá, otra iniciativa a destacar es nuestra relación con el reputado Festival de Música y Danza de Granada, que se remonta ya a 2013. Desde ese año hemos venido patrocinando algunos de los recitales más destacados cada año del evento, y somos uno de los colaboradores principales del Festival. Además, formamos parte de su Círculo de Mecenazgo, para el cual he tenido el honor de ser nombrado Presidente.
Cine, con el patrocinio de los Premios Feroz o el festival FICAL en Almería, deporte, gastronomía o diseño completan nuestra contribución al mundo cultural que nos permiten tener una influencia positiva en la sociedad, y ejercer como ciudadano corporativo en el objetivo de fomentar el papel de la cultura en los procesos de desarrollo sociales.
¿Cuál es la situación actual de la RSC Cultural en vuestro sector económico y sus principales barreras y obstáculos?
Si hablamos de grandes sectores como la construcción o las infraestructuras, tenemos múltiples ejemplos de efectivas colaboraciones público-privadas que promueven y fomentan entidades culturales de gran prestigio. En nuestro caso, nuestro desempeño concreto se circunscribe más en los ámbitos de la arquitectura, la decoración y el diseño, los cuales los entendemos en sí como formas culturales y artísticas propias, que tienen un impacto directo en la vida de las personas. De hecho, el propósito corporativo de Cosentino es “inspirar a las personas a través de espacios innovadores y sostenibles”.
Por ello, además de las iniciativas ya descritas, entendemos que nuestra propia actividad y las repercusiones que tiene, ya generan un importante efecto social en su vertiente cultural.
Desde Cosentino además estamos convencidos que la cultura debe actuar como catalizador del desarrollo sostenible. Es decir, la cultura es tan esencial para el progreso y el desarrollo social como las dimensiones económica, social o ambiental.
Valores como la creatividad, el patrimonio, el conocimiento y la diversidad tienen que ser esenciales a la hora de plantear y diseñar nuestro futuro. Por ejemplo, hay un Objetivo de Desarrollo Sostenible, el Objetivo 11, con un largo recorrido y enormes posibilidades, ya que busca establecer ciudades y comunidades sostenibles en las que la cultura tenga un rol preponderante en el progreso de millones de personas.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en materia de gestión socialmente responsable?
Además del área cultural, queremos contribuir, desde nuestro ámbito y sector, a las tan necesarias colaboraciones público-privadas como factor de recuperación económica y social. No debemos olvidar la coyuntura que estamos viviendo, y esta crisis ha demostrado también que las empresas somos agentes sociales que contribuyen a la mejora de la sociedad. Nuestro reto, por tanto, es seguir contribuyendo a ésta, y mantener una política de RSC integrada en nuestro negocio y acorde a los valores de nuestro ADN.
En lo concreto, queremos seguir progresando en tres ámbitos fundamentales: innovación, para el desarrollo de nuevos materiales más eficientes y en el modelo de distribución. En segundo lugar, sostenibilidad. Debemos avanzar en la reducción de la huella de carbono, la eficiencia energética y el uso de renovables. Y finalmente otros retos cruciales son la formación y la gestión del talento, dónde contamos con una herramienta propia de enorme valor como la Fundación Eduarda Justo, así como profundizar en la transformación digital, tanto interna como en nuestra cadena de valor.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables “Responsabilidad Cultural Corporativa”