¿Cómo nació la idea de crear SIC4Change y cuál es su misión principal en el ámbito de la innovación social?
Borja: SIC4Change nace en el año 2017 tras un seminario en Harvard en el que nos juntamos un grupo de profesionales para repensar el sector social. El diagnóstico fue que la mayor parte de las organizaciones no tenían, y la mayoría sigue sin tener, capacidades tecnológicas, humanas o financieras para introducir verdaderos procesos de innovación social y tecnológica que ayuden a acabar con los principales retos de la humanidad. Así que, en ese momento, nos proponemos crear una organización que tenga como pilar central estos procesos de innovación radical centrada en las personas.
Nacemos con un ADN diferente, primero porque nuestro equipo es una rara combinación de tecnólogos (desarrolladores, analistas de datos, especialistas en IA, UX…) y personal de intervención (antropólogos, sociólogas, trabajadoras sociales…); y segundo porque buscamos activamente alianzas improbables con actores que nos puedan ayudar a llegar más lejos: trabajamos de tú a tú con empresas, con otras organizaciones, con centros tecnológicos y con gobiernos para hacer que nuestras soluciones tengan un enfoque sistémico y puedan ser más transformadoras.
Borja, como CEO y co-fundador, ¿podrías compartir con nosotros algunas experiencias clave que los hayan llevado a participar en eventos internacionales como el Skoll World Forum en Oxford? ¿Qué oportunidades y desafíos representan para SIC4Change?
Borja: La participación en el Skoll Forum ha sido una experiencia brutal en todos los sentidos de la palabra. Nos invitaron por nuestro enfoque innovador, entendiendo la innovación como un proceso de transformación de las estructuras de poder que contribuya a la justicia social, y por la envergadura de las iniciativas que estamos actualmente ejecutando. Concretamente creo que la clave fue Nut4Health, un proyecto que busca acabar con las muertes por desnutrición a través de una combinación de trabajo comunitario y tecnología. Y digo que ha sido brutal porque es un foro abrumador. Mil quinientas personas, catorce horas al día debatiendo sobre cómo escalar las intervenciones sociales, poniendo en el centro a las personas, usando el poder transformador de la innovación y la colaboración.
Pero también por la agresividad a la hora de buscar y captar fondos. La presencia de grandes donantes privados y sus prácticas de financiación era algo desconocido para nosotros. El foro tiene un fuerte peso americano, y te das cuenta de que esta gente juega en otra liga.
En España no estamos acostumbrados a este tipo de procesos de captación, tanto por su enfoque como por la envergadura. Creo que esta participación nos ha abierto una puerta a un mundo que seguramente nos ayude a llegar mucho más lejos. Pero tenemos mucho que aprender de cómo funciona el ecosistema filantrópico estadounidense. Tenemos las iniciativas y el equipo, nos falta quizás esa capacidad comercial para competir en pie de igualdad.
La participación de Borja en el Skoll World Forum está relacionada con el uso de la Inteligencia Artificial para generar impacto social. ¿Podrían explicarnos cómo están utilizando esta tecnología y cuáles son los objetivos a largo plazo en este ámbito?
Borja: Claro. Hablemos de IA. En SIC4Change hemos hecho una gran inversión para incorporar la IA tanto en los procesos internos de la organización como en nuestras propias soluciones. Hemos formado a todo el equipo en IA y contratado perfiles específicos para conocer e implementar esta tecnología. Actualmente estamos incorporando IA en soluciones para la reducción de la desnutrición, o para mejorar la inclusión socioeconómica de jóvenes y personas migrantes, en este caso junto a las compañeras de Ayuda en Acción. Pero lo cierto es que estamos explorando su potencial en prácticamente todos los proyectos que desarrollamos.
Creemos que la IA puede ser una fuerza para el bien si se es consciente de sus límites. Nuestro objetivo es ser referentes, como lo estamos siendo en el resto de tecnologías, en la implementación de IA para el bien. Y hacerlo con aplicaciones prácticas, como asistentes para ayudarte en tu camino hacia el empleo, o un sistema para ayudar a personas migrantes a lidiar con los problemas jurídicos a los que se enfrentan. Estamos trabajando en un plano más tecnológico y teórico del potencial que tiene la IA, pero también en uno más práctico en el que en el día a día podamos hace herramientas que faciliten la vida de las personas. En Skoll nos dimos cuenta de que esta es una tendencia global que las organizaciones más punteras están explorando. Pero también que hay pocas organizaciones que estén tecnológicamente preparadas para llevarlo a cabo, y muchas menos que tengan la capacidad crítica y ética para hacer que esto no se convierta en una burbuja que acabe por amentar las desigualdades que ya existen en nuestras sociedades.
Blanca, como parte del equipo de SIC4Change, ¿podrías hablarnos sobre las estrategias que están implementando para asegurar que la tecnología que utilizan sea ética y tenga un impacto humano positivo?
Blanca: Sí, como comenta Borja, concebimos las tecnologías no sólo desde su papel transformador sino desde sus límites. En este sentido, ponemos mucho cuidado en aspectos ampliamente debatidos y conocidos como el control y la corrección de los sesgos que imponen los nuevos modelos de procesamiento de lenguaje natural (como ChatGPT y muchos otros), así como en el respeto a la privacidad, confidencialidad y seguridad de la información.
Pero luego, hay otros aspectos que cuidamos mucho durante el desarrollo y pilotaje de la tecnología: cómo se sienten las personas cuándo están siendo parte de un proceso de prueba, cómo adaptamos las funcionalidades y usabilidad de nuestras aplicaciones a las cuestiones interculturales y cosmovisiones de las comunidades con las que trabajamos, qué ocurre con las tecnologías tras un proceso de pilotaje (si se las quedan o no se las quedan y cómo afecta eso a su vida…), cuestiones de autodeterminación y autonomía de las personas, etc. Es necesario siempre tener en cuenta todas estas consecuencias éticas y psicológicas para los participantes en este tipo de procesos.
En este sentido, tenemos toda una herramienta interna diseñada para cuidar cada uno de estos aspectos y trabajar siempre desde el principio de no-harm en cada fase del diseño y puesta en marcha de las tecnologías.
Al final la clave es poner al usuario en el centro y trabajar para que la tecnología sea un mecanismo habilitante. Pero siempre insistimos en lo mismo: la principal transformación está en los modelos humanos para solucionar un problema. La tecnología es necesaria, pero no suficiente.
La sostenibilidad es un tema crucial en la agenda global actual. ¿Cómo integra SIC4Change la sostenibilidad en sus proyectos y operaciones diarias? ¿Existen áreas específicas en las que están trabajando para mejorar su impacto ambiental y social?
Blanca: El análisis sobre la sostenibilidad económica de SIC4Change es un ejercicio que hemos venido revisando desde el origen. Desde el primer momento, hemos querido huir de una sostenibilidad basada únicamente en subvenciones, ya sean públicas o privadas…aunque es verdad que aún no lo hemos conseguido del todo.
A nivel técnico, hemos transcendido la idea de proyecto, especialmente la idea de proyecto vinculado a una determinada subvención o convocatoria. SIC4Change tiene una serie de programas, la mayoría con base tecnológica, que ya han sido pilotados y han demostrado un gran impacto social, incluso económico. Cada uno de estos programas tiene su propio modelo de sostenibilidad, de reflexión coste-beneficio y sus potenciales ‘clientes’: multilaterales, gobiernos, otras ONGD, etc. Y esto es lo que nos proponemos impulsar para garantizar la sostenbilidad y escalabilidad de cada uno de ellos. Barrera; que en el sector social cuesta mucho hablar de pagos, ventas.
Por otro lado, SIC4Change tiene también una línea de consultoría a ONG, gobiernos, empresas y universidades para el desarrollo de tecnologías con impacto social que también nos permite generar ingresos que luego son reinvertidos en nuestra misión.
¿Para mejorar nuestro impacto ambiental y social? Creo que el impacto social está en nuestro ADN. No obstante, todos los programas tienen incorporado un sistema de seguimiento y evaluación evolutiva basado en lean data, que nos obliga a identificar y analizar indicadores clave para replantear las estrategias si no estamos logrando los impactos esperados.
A nivel medioambiental, trabajamos directamente con familias productoras en Guatemala para mitigar los efectos del cambio climático e introducir prácticas más sostenibles, esa es una línea…la otra, a nivel de tecnologías, buscamos utilizar dispositivos y hardware con el mínimo coste de huella y su reciclaje, arquitecturas y mecanismos de transferencia de datos más eficientes, etc.
Nos gustaría conocer más sobre los proyectos actuales de SIC4Change en los cuatro países en los que trabajan. ¿Podrían compartir algunos ejemplos de iniciativas destacadas y los resultados que han logrado hasta el momento?
Blanca: Tenemos iniciativas de largo plazo coordinadas por SIC4Change como Nut4Health que, como hemos comentado, busca acabar con las muertes por desnutrición en países empobrecidos a través de un sistema integral para prevenir, detectar de manera temprana, facilitar el tratamiento y apoyar a través de datos la toma de decisiones de los Ministerios de Salud y Organismos Multilaterales.
Tras un periodo de pilotaje y evaluación, actualmente estamos escalando el proyecto junto al PMA y UNICEF en Mauritania y Guatemala. Hemos ampliado la cobertura contra la desnutrición a más de treinta mil familias y adelantado los diagnósticos a más de mil doscientos niños. En el caso de enREDa un sistema que combina intervención directa con tecnología para mejorar la inclusión socio económica de jóvenes, más de mil cuatrocientos jóvenes han mejorado su empleabilidad. En el primer piloto en la comarca de la Sagra, conseguimos una inclusión laboral del 40%. Ahora lo estamos escalando a Canarias, con colectivo joven y mujeres en situación de extrema vulnerabilidad.
Otro proyecto de referencia es Savia, una plataforma para promover el cambio de comportamiento de distintos colectivos a través de formación e información usando el teléfono móvil como canal. Con ella más de 2500 familias de Guatemala, Perú y Mauritania han mejorado su salud y reducido los riesgos de la desnutrición. Y más de quinientas familias productoras están mejorando sus cultivos en Guatemala para adaptarse al cambio climático y aumentar sus ingresos.
Todo ello, además, como decía antes, lo acompañamos con sistemas de evaluación evolutiva basado en lean data, que nos permite tomar decisiones basadas en datos y con evaluaciones de impacto, de las de verdad, para garantizar que hemos tenido un impacto real en las personas.
Finalmente, ¿cuáles son los planes futuros de SIC4Change en términos de crecimiento, expansión de impacto y colaboraciones con otras organizaciones a nivel nacional e internacional? ¿Tienen algún proyecto o iniciativa emocionante en el horizonte que les gustaría compartir con nosotros?
Borja: Estamos en un momento increíble. Hemos pasado de ser una idea impulsada por dos lunáticos en España, a una realidad con un equipo de cincuenta personas en cuatro países, con impacto demostrado en miles de personas; haciendo filosofía a martillazos: demostrando que se puede hacer cooperación e impacto social desde una posición de horizontalidad, usando la innovación y trabajando en colaboración con actores diversos. Nos hemos venido doblando prácticamente todos los años y ahora estamos inmersos en un proceso de escalabilidad global con un plan que hemos llamado “Misión a la luna”. Nuestra luna es transformar la vida de 100.000 personas en 2027.
Esto supone escalar nuestras principales iniciativas a tres nuevos países, abriendo nuevas formas y canales de financiación y generando alianzas transformadoras con organizaciones internacionales y con diferentes gobiernos. Además, estamos colaborando con otras organizaciones para lanzar nuevas iniciativas, usando nuestra capacidad tecnológica y de conocimiento del sector social para impulsar iniciativas de las que otras organizaciones saben más y tienen más experiencia.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables