2017 ha sido un año muy relevante en materia de RSE y Sostenibilidad para Grupo Sifu. La organización ha trabajado a lo largo de todo el año para comprometerse con los ODS y el Acuerdo de París a través de la creación de empleo y la sensibilización en materia de cuidado del medio ambiente. Nos lo cuenta en esta entrevista Cristian Rovira, vicepresidente de Grupo SIFU.
¿De qué manera está integrando la organización los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París, que entrará en vigor en breve? ¿Cómo tiene pensado hacerlo en un futuro, en caso de que no estén aún integrados?
Por nuestra propia naturaleza como centro especial de empleo, nuestra principal razón de ser es la integración social y laboral de personas con discapacidad, una misión que se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente con el propósito de combatir la desigualdad y la injusticia. A través de la creación de empleo para personas con diversidad funcional –que representan más de 85% de nuestra plantilla- y las labores de sensibilización y normalización realizadas desde la propia empresa y su fundación, contribuimos a dicho propósito.
Desde el punto de vista medioambiental, en los últimos años estamos centrando nuestros esfuerzos en sensibilizar a nuestros trabajadores y colaboradores sobre la importancia del medio ambiente y un desarrollo sostenible.
¿Qué proyectos vinculados a la RSE tienen previstos poner en marcha en 2017?
En 2017 hemos seguido trabajando para crear puestos de empleo para personas con discapacidad, incidiendo especialmente en el colectivo considerado de difícil inserción, que a fecha de hoy ya representan casi el 25% de la plantilla de Grupo SIFU.
¿Cuál cree que ha sido la noticia del año en RSE durante este 2016? ¿Qué noticia sobre la Responsabilidad Social le gustaría escuchar en 2017?
Uno de los temas que han estado en el foco de la opinión pública este año ha sido la lucha contra la pobreza energética. Creo que este año hemos tomado más consciencia de esta problemática y se está empezando a exigir a las empresas y a los poderes públicos que reaccionen ante estas nuevas formas de vulnerabilidad.
En 2017 me gustaría escuchar que, habiendo entrado en vigor el Acuerdo de París sobre cambio climático, por fin pasamos de las palabras a la acción.
¿Cuáles cree que son las claves para que la comunicación responsable sea exitosa y qué retos debe superar?
Creo que la premisa primordial de la comunicación responsable de cualquier organización es hacer las cosas bien y luego contarlas. La comunicación responsable solo tiene sentido cuando refleja realmente el ADN de la empresa. De esta manera el primer reto sería superar los “lavados de cara” que suelen hacerse en nombre de la RSE y lograr que ésta esté alineada con la gestión empresarial y con la comunicación a todos los stakeholders.
¿Podría compartirnos algunas de las mejores prácticas que la organización lleva a cabo en cualquiera de los ámbitos de la comunicación responsable?
Este año hemos puesto el foco en la sensibilización en materia de responsabilidad social. A través de nuestra participación en numerosos foros, jornadas de emprendedores, encuentros empresariales y otros formatos, hemos querido trasladar a los empresarios de cualquier sector que el factor social no está reñido con la rentabilidad empresarial.
En este sentido, hemos realizado un ejercicio de comunicación responsable dando a conocer el caso de éxito que está detrás de Grupo SIFU y de muchas otras empresas que han apostado por la sostenibilidad y el factor social como elemento clave para diferenciarse de su competencia. Las empresas socialmente competitivas dan respuesta a una nueva generación de consumidores que, sin renunciar a un precio competitivo, quieren contribuir a crear un mundo mejor apostando por servicios y productos que estén en línea con sus propios valores. La publicación de mi libro Responsabilidad Social Competitiva, editadoen la colección Empresa Activa de Ediciones Urano, responde a esta voluntad.