bonÀrea es una empresa referente en el sector agroalimentario que ha sabido consolidarse gracias a su modelo de negocio integrado y su compromiso con la calidad. Su presencia en el mercado no solo se basa en productos cercanos a la excelencia sino también a una sólida estrategia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) que abarca diversas iniciativas. Daniel Marsol, Director de Comunicación, Marketing, Relaciones Corporativas y RSC de bonÀrea, atiende a Corresponsables para explorar a fondo el enfoque de bonÀrea en términos de responsabilidad social, su visión estratégica o los desafíos que enfrenta la compañía, entre diversos aspectos.
Compañía socialmente responsable desde el inicio
bonÀrea nació como una cooperativa de ámbito rural en Guissona, una comarca central de Cataluña, hace ya 65 años (1959). “Siempre cuento que ya nos comportábamos de forma socialmente responsables cuando ni siquiera se había acuñado el término de RSC o RSE. Lo hicimos desde el sentido común y la espontaneidad y es por ello que nos duele ver en la actualidad que sea tan común el maquillaje. Nuestra cooperativa nació en una comarca de secano y pobre y hoy en día Guissona es una comarca próspera e industrial”, desvela Daniel Marsol.
“Somos capaces de cubrir todo el camino bajo el paraguas de una misma compañía, es decir, desde el campo hasta el cliente final lo cual nos convierte en algo singular y único. bonÀrea nació con un espíritu de rebeldía debido a que en aquella época la mayoría de las personas emigraban a las grandes ciudades porque no había forma de ganarse la vida en el campo, donde se necesitaban demasiadas manos. Hubo personas que no se sentían satisfechas con este suceso, como fue el fundador de la compañía Jaume Alsina. Después de formarse como veterinario, llegó a la conclusión de que no quería que todas sus amistades se fueran a Barcelona y quedarse solo en el pueblo por lo que co-fundó la entidad”, desgrana el Dircom de bonÀrea.
Todos los cambios generan oportunidades que deben saber aprovecharse. Las personas que se desplazaban a grandes ciudades no podían seguir alimentándose con los productos de sus propios huertos y tierras. Ahí estaba la ocasión adecuada. “La visión que tuvimos en ese momento fue ocuparse de proveer desde Guissona alimentos a las áreas urbanas que estaban creciendo. Nacimos para que los pueblos no se vaciaran“, sostiene Daniel.
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