Daniel Morales, director de Responsabilidad Social Corporativa y Fundación Orange, habla con Corresponsables sobre Orange Digital Center, la nueva plataforma educativa online de la compañía que fomenta las competencias digitales de los grupos sociales más vulnerables.
¿Cuál es la razón de ser de Fundación Orange?
La razón de ser de la Fundación Orange es acercar a las personas a aquellos que más les importan, desde la perspectiva de la aportación que este sentido pueden ofrecer la tecnología, el mundo digital y las telecomunicaciones. Este propósito, que puede parecer muy amplio, lo concretamos en los colectivos especialmente vulnerables; como son las personas con trastornos del espectro autista (TEA), los jóvenes vulnerables y las mujeres en riesgo de exclusión.
¿Cuál es el último proyecto de la Fundación?
Me vienen a la cabeza muchos proyectos, porque realmente no paramos. Durante el verano hemos lanzado la convocatoria de unas aulas para la alfabetización digital de mujeres y, justo antes del verano, seleccionamos diez nuevas aulas de formación en fabricación digital para jóvenes. También tenemos abierta una convocatoria para aulas DICTEA, que son aulas en centros especiales para personas con trastornos del espectro autista.
Nuestra última apuesta, y en la que estamos poniendo más recursos, esfuerzo y cariño, es el Orange Digital Center: una plataforma de formación completamente gratuita y digital que pretende abarcar y complementar todas nuestras aulas. En un espacio virtual al que pueda acceder todo el mundo; especialmente las personas más vulnerables por razones económicas, sociales, de dificultades de comunicación… Y también los educadores, formadores y familiares de estas personas.
¿Cómo se articula el Orange Digital Center?
El Orange Digital Center se articula mediante una plataforma gratuita (orangedigitalcenter.com) que tiene un interfaz muy sencillo para el usuario y le permite disponer de múltiples cursos, webinars o mesas redondas para que pueda mejorar su formación digital.
Los cursos están divididos en varios itinerarios. El principal es de inclusión digital, que tiene más de veinte cursos orientados a la fabricación digital, a la programación y competencias digitales básicas y también a la empleabilidad. El segundo itinerario está orientado al uso responsable de la tecnología, con cursos relacionados con ciberseguridad o el uso de redes sociales. El tercero de ellos está relacionado con el medioambiente, con cursos de sensibilización o de reciclaje de equipos electrónicos en el hogar. Y, finalmente, el cuarto itinerario, de emprendimiento, que está enfocado a autónomos y/o empresas, para que mejoren sus competencias digitales y puedan dar un salto más en las propuestas que hacen para sus clientes, y que estas no sean solamente en el ámbito presencial. Con estos cuatro itinerarios pretendemos abarcar a nuestros principales beneficiarios.
¿Cómo puede conseguirse el objetivo de Orange Digital Center?
Por un lado, en el mes de junio organizamos una presentación oficial de la plataforma en el Senado para contarle a toda la sociedad que nos embarcábamos en este gran proyecto. Por otro lado, también contamos con alianzas con grandes universidades, como puede ser la Universidad Autónoma de Madrid, con la cual llevamos a cabo nuestros cursos bandera en la parte de autismo, y también con la Universidad Politécnica de Madrid; que es nuestro soporte técnico para toda la plataforma. Además de ser la proveedora de múltiples cursos relacionados con el uso responsable de la tecnología y otros distintos.
También contamos con alianzas con otros proveedores de cursos, como puede ser Empieza por Educar o cualquiera de los que colabora con nosotros, que aportan muchísimo conocimiento y la experiencia necesaria para que estos cursos de verdad sean útiles.
No estamos hablando de cursos menores, aunque hay algunos que se cubren con cinco o diez horas, otros cuentan con una duración de doscientas horas, casi como un máster o curso avanzados. Por lo tanto, estamos hablando de una formación que, además, está homologada en algunos casos por la Comunidad Autónoma correspondiente o avalada por una universidad como las que he comentado anteriormente.
El slogan de esta herramienta y su presentación es #UnFuturoAbiertoaTodos, ¿por qué habéis elegido este mensaje?
Lo hemos elegido porque el ámbito online permite abarcar mucho más que el ámbito presencial. Las inversiones que hay que realizar para mejorar un aula, dotarla de herramientas digitales y dar soporte al profesorado son mayores al número de beneficiarios que pueden aprovecharse de estas circunstancias. Es verdad que se obtiene mucho más avance en estas aulas presenciales, pero la ventaja que permite el mundo online es llegar a más colectivos.
Nuestro objetivo es que todo el mundo pueda tener un lugar donde mejorar sus competencias digitales, orientado especialmente aquellas personas que por diversos motivos no puedan acceder a estos conocimientos digitales de una manera más natural.
En general, la población dispone de dispositivos múltiples, de competencia de los padres para que puedan ayudar a sus hijos a utilizar los dispositivos digitales con responsabilidad; pero, en muchas ocasiones, especialmente en los casos de familias más vulnerables, no disponen de esas herramientas u capacidades. Por lo tanto, nosotros tenemos que poner ese granito de arena y que estos colectivos puedan alcanzar esas competencias digitales y reducir la brecha digital que pensamos que, además, puede ayudar a reducir otro tipo de brechas, como las salariales, sociales o las del empleo.
El futuro es la alfabetización digital sí o sí. Es el equivalente a la situación de principios del siglo XX, en la que muchos españoles no sabían ni leer ni escribir, y que fue cambiando década tras década. Esperamos que en este siglo XXI la alfabetización digital de la sociedad no se supere década a década sino año a año.
Son más de 10.000 las personas que se han beneficiado de los cursos disponibles en la plataforma ¿cuáles han despertado un mayor interés?
Los cursos más extensos y complicados son los que han despertado mayor interés. Sobre todo porque, aunque la plataforma haya nacido hace tres o cuatro meses, algunos de estos cursos tienen bastante historia. En concreto tenemos un curso con la Universidad Autónoma de Madrid, relacionado con el desarrollo de aplicaciones móviles para personas que padecen TEA para que puedan ser utilizadas en el ámbito familiar y educativo, que cuenta con 800 plazas que se agotan en menos de 5 minutos en cada edición. Ese es nuestro curso estrella, porque tiene una trayectoria y es reconocido curricularmente en el ámbito educativo y formativo de las personas con trastorno del espectro autista. Año tras año, y gracias a la gran labor de los profesionales y profesores de la Universidad Autónoma, consigue atraer a más gente. De hecho, ya estamos haciendo dos ediciones anuales para poder abarcar más.
Esto no quiere decir que otros cursos sean menos atractivos. Ahora hemos lanzado cursos de programación de distintos niveles. El más atractivo de ellos es el de programación en Python, que interesa mucho por la aplicabilidad que tiene en el mundo laboral conocer y saber utilizar este lenguaje de programación.
También es importante destacar que el feedback de las empresas y de nuestros alumnos es fundamental para seguir proponiendo cursos que de verdad sean interesantes.
En tu opinión ¿en qué colectivos se ha visto más agravada la brecha digital durante la pandemia?
Creemos que todos los colectivos vulnerables a los que nos dirigimos han sufrido en primera persona los estragos de la pandemia desde un ámbito social, sanitario y económico. Las dificultades para acceder, por ejemplo, durante la etapa de confinamiento a la aulas fue muchísimo más grave en el caso de los niños que no disponían de un dispositivo para poder continuar dando las clases desde casa. Eso supuso una discriminación real entre aquellos que sí tenían capacidades para tener estos dispositivos y los que no. Por eso, desde Fundación Orange, y me consta también que desde otras fundaciones y empresas tecnológicas, apoyamos a estos colectivos con dispositivos con conectividad. Estas ayudas fueron canalizadas a través del Ministerio de Educación para que llegasen al mayor número de niños posible.
También me gustaría mencionar que, si bien todos tuvimos que hacer una adaptación mental importante durante el confinamiento, para el colectivo de personas que parecen TEA la aclimatación fue mucho más compleja. Necesitan unas rutinas muy definidas y los expertos nos alertaron de las dificultades que durante aquellos meses han existido para ellos, al tener que deshacerse de hábitos, como acudir a la escuela, o dar paseos con sus familiares y cuidadores, rutinas que les permiten obtener tranquilidad y avanzar en su calidad de vida. Por lo tanto, las personas con TEA han sufrido más durante el confinamiento estas limitaciones que todos, como sociedad, hemos padecido. Lo han notado mucho más en el lado económico, en la parte de la vulnerabilidad, y en el lado sanitario.
¿Cómo pueden colaborar empresas e instituciones para reducir todas estas desigualdades en las competencias tecnológicas?
En mi opinión, las empresas pueden colaborar poniendo en marcha proyectos conjuntos, porque la manera en la que somos capaces de abarcar más es uniendo fuerzas con otras organizaciones, del mismo ámbito sectorial en algunos casos o de distintos ámbitos en otros. Por ejemplo, Orange, cuyo punto fuerte es la conectividad y un gran volumen de clientes, junto a su Fundación podrían colaborar con empresas que pertenecen al ámbito del retail o la distribución, y aprovechar la capilaridad que estas ofrecen, para conseguir no solo sumar sino multiplicar con una propuesta conjunta.
También son importantes las alianzas con las administraciones porque, especialmente la administración central y las autonómicas pero también las locales, están en un momento en el que los fondos europeos están formando parte de la gestión de estas mismas. Por lo tanto, aprovechar esos fondos europeos para encaminarlos adecuadamente al proceso digitalización forma parte del plan de nuestras administraciones públicas. Y las empresas y fundaciones corporativas también estamos para complementar y saber canalizar estos recursos.
Eschucha aquí la entrevista completa con el protagonista: