En un momento clave de transición para Caja Ingenieros, dos de sus principales referentes, Joan Cavallé y Juanjo Llopis, reflexionan sobre los logros alcanzados y los desafíos que les esperan. A lo largo de los años, la cooperativa ha logrado consolidarse como un modelo de entidad financiera comprometida con sus socios, la sostenibilidad y los principios cooperativos. En esta entrevista, Cavallé repasa su legado tras 19 años de gestión, destacando la digitalización, la innovación y la apuesta por la responsabilidad social y ambiental. Llopis, quien asumirá la dirección general en 2025, comparte sus prioridades para los próximos años, enfocándose en el fortalecimiento de la tecnología, el talento y el compromiso social. Juntos, ofrecen una visión del futuro de Caja Ingenieros como una cooperativa que no solo busca la rentabilidad, sino también un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
Joan Cavallé: ¿Cuáles considera que han sido los hitos más destacados de su gestión y qué legado espera dejar?
19 años como director general de Caja Ingenieros y 22 en la Entidad dan para mucho y más estos 19 últimos años que han estado marcados por la digitalización, una pandemia o varias crisis económicas. Si tuviera que resumir muy brevemente Caja Ingenieros en estas casi dos décadas, me quedo con el gran crecimiento y transformación que ha experimentado la Entidad, pero siendo siempre fieles a nuestros valores.
Cuando me incorporé como director general, ya había podido vivir, tras 3 años como subdirector general, como Caja Ingenieros llegaba a los 50.000 socios y socias en 2001 o como abría su segunda sede en Barcelona. Como director general he vivido y participado en el nacimiento de la Fundación Caja Ingenieros en 2011, también en el nacimiento de Caja Ingenieros Vida, o en el lanzamiento del primer fondo con criterios ISR. Hemos crecido tanto que en 2015 ya teníamos presencia en 7 comunidades autónomas y en 2019 ya éramos 200.000 socios y socias. Pero, además de la ampliación de la red de oficinas o del aumento de la base de socios, hemos desarrollado nuevos servicios financieros, hemos apostado por la innovación y la digitalización, con la banca online o las aplicaciones móviles, y hemos reafirmado nuestro compromiso con la sostenibilidad. Y siempre siendo fieles a nuestras raíces cooperativas.
¿Mi legado? Más bien hablaría de nuestro legado, el que hemos construido entre todos durante estos maravillosos años. Nuestro legado es el resultado del trabajo de un equipo comprometido y de la confianza de nuestros socios y socias. Gracias a todos ellos hemos consolidado Caja Ingenieros como una entidad cooperativa referente, que busca humanizar las finanzas. Espero que todo el trabajo hecho hasta ahora sirva como base para seguir construyendo un futuro aún más próspero para la Entidad y para los socios que confían en nosotros.
Juanjo Llopis: ¿Qué objetivos considera prioritarios en el Plan Estratégico Transforma 2026 y cómo planea afrontarlos?
Seguiremos trabajando, como hemos hecho hasta ahora, en nuestro Plan Transforma 2026, con el que buscamos seguir posicionando a la Entidad como referente de la banca cooperativa a partir de productos y servicios financieros y aseguradores de calidad, adaptados siempre a las necesidades de nuestros socias y socios, y siempre fieles a nuestro propósito de humanizar las finanzas y cuidar de la salud financiera de nuestros socios y socias sin olvidar la del planeta.
En concreto, durante el año que viene trabajaremos especialmente para reforzar 3 ejes: tecnología, organización y talento y personas.
Para ambos: ¿Cómo ven el futuro de las cooperativas de crédito frente a las grandes entidades bancarias y su agresividad comercial?
J. C.: Las cooperativas de crédito tienen un futuro sólido porque ofrecen algo que las entidades financieras tradicionales a menudo no pueden: una relación cercana, personalizada y basada en la confianza mutua con sus socios y socias. Nuestra ventaja competitiva radica en nuestra naturaleza cooperativa, que prioriza el bienestar de todos ellos y la sostenibilidad por encima de los beneficios a corto plazo.
Hemos demostrado que es posible crecer de manera responsable y mantener un modelo centrado en las personas. Creo firmemente que, en un entorno cada vez más digitalizado, el valor humano y la cercanía de las cooperativas serán más relevantes que nunca.
J. L.: El futuro de las cooperativas de crédito es prometedor porque las personas buscan cada vez más alternativas que ofrezcan confianza, sostenibilidad y una relación más humana. Las cooperativas de crédito aportamos un modelo diferente, centrado en el socio y comprometido con el desarrollo sostenible de la sociedad.
Nuestro desafío será aprovechar la innovación tecnológica para mejorar la experiencia del socio sin perder nuestra esencia. Confío en que este equilibrio, combinado con nuestra filosofía cooperativa, nos permitirá no solo competir, sino también liderar el camino hacia un sistema financiero más justo y sostenible.
J. C.: ¿Cómo se ha abordado la brecha digital para los socios de la Entidad?
Está claro que en los últimos años hemos vivido una auténtica revolución tecnológica. Desde Caja Ingenieros hemos trabajado intensamente para abordar la brecha digital entre nuestros socios y socias, entendiendo que nuestra misión como cooperativa incluye garantizar que todos puedan acceder a nuestros servicios, independientemente de su nivel de familiaridad con la tecnología.
En primer lugar, hemos desarrollado canales digitales fáciles de usar, con interfaces intuitivas y diseñadas para ser accesibles – tanto las aplicaciones móviles como nuestras webs están adaptadas y cumplen con el nivel Doble A (AA) de accesibilidad web. Ofrecemos también formación específica a través de talleres presenciales para mejorar y potenciar las competencias digitales y guías de uso de los canales digitales de la Entidad.
Además, apostamos por la atención personalizada en nuestras oficinas para quienes prefieren el trato directo, ampliando el horario de atención presencial, adaptando los cajeros o priorizando la atención a mayores de 65 años. Nuestro compromiso es combinar innovación tecnológica con cercanía humana, asegurando que nadie quede atrás en este proceso de transformación digital. Por eso ofrecemos una atención multicanal, personalizada y cercana que nos permite estar junto a nuestra base social en todo momento. Contamos con un servicio gratuito de atención telefónica y, además, los profesionales de nuestras oficinas cuentan con formaciones específicas para mejorar la interacción y comunicación con los mayores de 65, así como para favorecer su comprensión y conocimiento financiero.
J. L.: ¿Cuáles son sus planes para ampliar el impacto social de la cooperativa en comunidades vulnerables o rurales?
Desde Caja Ingenieros, nuestro compromiso con la economía social y sostenible es el eje de nuestra actividad como cooperativa de crédito. Tenemos planes específicos para reforzar nuestro impacto en comunidades vulnerables y rurales, donde a menudo el acceso a servicios financieros es limitado. Este año hemos puesto en marcha #CEApropa, un proyecto que nace de un contrato público que nos adjudica la Generalitat de Catalunya y el objetivo es ofrecer la prestación del servicio de oficina bancaria móvil con cajero automático en determinados municipios de Cataluña que no disponen de servicios financieros. Se trata de un proyecto que plasma todos los valores que tenemos como entidad cooperativa, fieles a nuestro propósito de humanizar las finanzas, cuidando de la salud financiera de nuestros socios y socias, sin olvidar la de nuestro planeta.
Parte de nuestro trabajo con comunidades vulnerables también se lleva a cabo a través de la Fundación Caja Ingenieros. Por ejemplo, tenemos una alianza con la Fundación ASSIS, contribuyendo a su proyecto “Mujeres con Hogar” con el que se ha podido acompañar a más de 270 mujeres sin hogar, garantizando sus derechos básicos como la alimentación, el acceso a la salud y la higiene, a la tecnología y a un alojamiento estable y seguro. Además de realizar un seguimiento psicosocial y facilitar formaciones para la inserción laboral. Otro proyecto muy destacado en este ámbito es “REIMPULSA 50+”, organizado junto al Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunidad Valenciana. Un programa de coaching experiencial que busca dotar de competencias profesionales y personales a mujeres de más de 50 años con título universitario para mejorar su empleabilidad y recuperar su valor en el mercado laboral.
Por supuesto que mi principal objetivo es continuar con todas las iniciativas que ya estamos llevando a cabo, seguir impulsándolas y detectando posibles necesidades para poder activar nuevas alianzas y proyectos. Al final, nuestro objetivo es que la sostenibilidad y la cooperación no solo sean principios, sino también herramientas reales para transformar estas áreas y reducir brechas sociales y económicas.
Para ambos: La sostenibilidad ambiental es primordial para la entidad, ¿Cómo han equilibrado esta misión con la rentabilidad económica?
J. C.: En Caja Ingenieros, hemos demostrado que sostenibilidad ambiental y rentabilidad económica no son conceptos opuestos, sino complementarios. Nosotros fuimos en 2006 de las primeras entidades bancarias que lanzaron un producto financiero de base sostenible y socialmente responsables. En 2013, pusimos en marcha el primer plan de pensiones ISR de España, y en 2019 lanzamos el CdI ODS Impact, ISR, FI, el primer fondo de una gestora nacional en el que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y su medición determinan la política de inversión del mismo.
En 2021, enmarcados en un contexto en el que el cambio climático es una prioridad, desarrollamos CIMS, la Calculadora de Impacto Medioambiental y Social, una herramienta innovadora que permite medir el impacto social y ambiental de los fondos de inversión gestionados por el Grupo, que promueven características ambientales y sociales.
En definitiva, hemos integrado criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) en nuestra estrategia empresarial, logrando que nuestras inversiones y productos financieros sean rentables, pero también responsables.
J. L.: Actualmente ya no es suficiente con centrarse únicamente en los beneficios financieros a corto plazo; ahora, las empresas y las instituciones financieras están siendo llamadas a rendir cuentas sobre su impacto en el medio ambiente y en la sociedad en su conjunto. En este sentido, las finanzas sostenibles ofrecen una alternativa prometedora y son una poderosa herramienta educativa, alineando los objetivos financieros con los principios de responsabilidad social y ambiental. Por ponerte un ejemplo, a finales del año pasado pusimos en marcha “Impacto Ambiental”, un servicio innovador que, en colaboración con Mastercard y la fintech sueca Doconomy – proveedor para la calculadora de huella de carbono de Naciones Unidas -, permite a los usuarios evaluar y comprender el impacto ambiental de sus transacciones económicas, concretamente la huella de carbono y la huella hídrica, a través de nuestra aplicación.
Así pues, la sostenibilidad ambiental seguirá siendo, por supuesto, un pilar estratégico en mi gestión como director general de Caja Ingenieros. Seguiremos explorando nuevas oportunidades que refuercen la conexión entre rentabilidad y sostenibilidad. Es ya una realidad que las entidades que prioricen la sostenibilidad no solo generan un impacto positivo en el medio ambiente, sino que también garantizan estabilidad y rentabilidad económica para sus socios.
Para ambos: ¿Qué papel juega Caja Ingenieros en la educación financiera de los más jóvenes?
J. C.: En Caja Ingenieros siempre hemos creído que la educación financiera es fundamental para construir una sociedad más informada, justa, inclusiva y responsable. Durante mi etapa como director general, hemos impulsado programas formativos, becas y ayudas dirigidas a los más jóvenes, tanto en centros educativos de toda España como a través de colaboraciones con entidades sociales.
El de la educación financiera para los jóvenes es un gran desafío, en este momento actual en el que hay una fuerte presencia del gaming en las actividades de ocio a la vez que una fuerte atracción de los jóvenes por los criptoactivos. Por ello, es imprescindible fomentar una buena educación en finanzas, profunda y crítica, integrándola en los planes educativos de nuestros jóvenes.
Por nuestra parte, tenemos que contribuir a reforzar tanto la formación a través de colaboraciones, como directamente a través de nuestros canales de servicio a nuestros socios y socias. El grado de desarrollo de un país se correlaciona con el nivel de educación financiera de su población. En este sentido, el futuro, es decir los jóvenes, hay que cuidarlos con especial ahínco. Y esa educación financiera tiene que ir más allá de enseñar conceptos básicos de finanzas, sino también abordar valores como la sostenibilidad, el ahorro responsable y la cooperación. Conceptos que son pilares de nuestra filosofía.
J. L.: Tenemos un papel activo y comprometido en la educación financiera de los jóvenes. Nuestro objetivo es dotarles de las herramientas necesarias para que puedan tomar decisiones económicas responsables, pero también ser un apoyo y un guía para ellos, dando impulso y soporte a sus iniciativas empresariales.
A través de la Fundación Caja Ingenieros, impulsamos el Premio Emprendimiento, que tiene como objetivo reconocer el talento y la excelencia profesional de las empresas que emergen actualmente en nuestra sociedad con el fin de potenciar su negocio y así beneficiar su desarrollo, o el Premio Ideas Innovadoras Isabel de Portugal Trabal, dirigido a promover e impulsar propuestas emprendedoras, en fase de iniciación, en cualquier sector de actividad, siempre que se enfoquen en generar impacto social y soluciones para mejorar los medios de vida.
En los próximos años, queremos ser un referente para las nuevas generaciones, no solo en términos de formación financiera, sino también como ejemplo de un modelo económico ético y sostenible.
J. L.: Ha trabajado estrechamente con Joan Cavallé en los últimos años, ¿qué aprendizajes de su liderazgo implementará en esta nueva etapa?
Conozco a Joan Cavallé desde el año 98, cuando coincidimos en otra entidad y, desde entonces y a pesar de que en mi trayectoria profesional he tenido la oportunidad de conocer el sector y conocer todos los ángulos del sector financiero, siempre ha habido algo en mí que me decía que tenía que ser parte de una entidad cooperativa como Caja Ingenieros, donde las personas se sitúan en el centro de todo.
Me incorporé a Caja Ingenieros en 2017 como director del área de negocio gracias a Joan y, durante estos siete años de trayectoria profesional que hemos compartido, he tenido la suerte de aprender de él valores tan fundamentales como el liderazgo, la capacidad de trabajo y la visión estratégica. Siete años que me han permitido desarrollar mi carrera profesional bajo su guía, participando e impulsando proyectos estratégicos para nuestro Grupo, y hoy siendo un inmenso orgullo de poder seguir con esta misión.
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