-¿Qué les llevó a publicar esta primera Memoria de Responsabilidad Social Gubernamental? ¿Cómo se plantea este proyecto y con qué objetivos?
La Memoria de RSE responde a la exigencia contemplada en la disposición adicional segunda de la ley 15/2010, de 9 de diciembre, de responsabilidad social empresarial en Extremadura, en virtud de la cuál “La Junta de Extremadura elaborará una memoria anual en la que se recoja de manera sistematizada el conjunto de las políticas, medidas, acciones y actuaciones desarrolladas por los diferentes Organismos Públicos de su Administración”. No obstante, más allá de la obligatoriedad legal, esta memoria es un compromiso del Gobierno de Extremadura con la transparencia. La transparencia y la rendición de cuentas en la gestión realizada son elementos que deben estar integrados en cualquier organización, independientemente de su naturaleza pública o privada, pero sobre todo en el ámbito de la Administración pública.
Es en este contexto en el que el Gobierno de Extremadura ha procedido a elaborar la memoria de responsabilidad social gubernamental. No puede comprenderse el hecho de que desde los poderes públicos se promuevan acciones de responsabilidad social en el sector privado y no hacer lo propio en el sector público. Por ello, la Administración Autonómica extremeña se está exigiendo a sí misma la realización de una gestión socialmente responsable, en tanto que entidad contratante, consumidora, inversora, empleadora y prestadora de servicios. Los principales objetivos perseguidos con la elaboración de la Memoria han sido realizar un diagnóstico de RSE de la Administración Regional, sensibilizar sobre la importancia de la integración en las políticas públicas de la RSE como efecto dinamizador, y desde luego, acercar la administración al ciudadano.
-¿Cuáles han sido los resultados obtenidos, qué valoración hace de esta primera Memoria y qué aspectos destacaría de la misma?
Si algo destacaría ahora mismo es el alto nivel de implicación de todo el personal que conforma la administración regional, ya que se han volcado por aportar la información que se ha precisado para hacer realidad la Memoria. Además de esta implicación, los resultados obtenidos tienen una triple lectura. En primer lugar, la creación de un grupo de trabajo que mejora la sensibilización en la Administración y permite la adaptación de las políticas públicas a los requisitos de la RSE. En segundo lugar, una extraordinaria oportunidad de rendición de cuentas de las actividades propias de la Administración, de una Administración que quiere ser más eficiente en su funcionamiento para estar más cerca del ciudadano. Y en tercer lugar, aplicar las mismas técnicas del sector privado en el público, aspecto que sin lugar a dudas ejerce un efecto modernizador, a la vez que tiende puentes, entre lo público y lo privado.
Del documento en sí destacaría varias cosas: la metodología seguida para identificar los grupos de interés, el análisis de consumos realizados, la síntesis de la actividad de todos los órganos gestores de la Administración y la identificación de los requisitos de contratación en decretos de ayudas y subvenciones. No obstante es en sí el ejercicio de elaboración de Memoria, en la realización del análisis, estudio y síntesis, uno de los elementos que más valor interno aporta para la organización.
-Con esta publicación, Extremadura se convierte en la primera Comunidad Autónoma que elabora una Memoria de Responsabilidad Social Gubernamental. ¿Cómo creen que valora el ciudadano este hecho? ¿Y el resto de grupos de interés de la Comunidad?
Más allá del dato de ser la primera Comunidad Autónoma que elabora una Memoria de responsabilidad Social, lo realmente importante es que el ciudadano y el resto de nuestros grupos de interés valoren positivamente el hecho de que el Gobierno de Extremadura quiere ser y es transparente y como prueba de ello hemos realizado la Memoria.
Es complicado tener datos concretos sobre la valoración de los ciudadanos, si bien, está en la calle la percepción de que la ciudadanía demanda administraciones más transparentes y responsables, que se impliquen con las nuevas causas globales que presiden el mundo actual, como son: el fomento del empleo, la protección del medio ambiente, la eficiencia energética, la integración de la discapacidad y la búsqueda de la cohesión social como elemento de competitividad social. Y a esa demanda ha dado respuesta la Comunidad Autónoma de Extremadura, que además continúa día a día esforzándose por dar respuesta a estas necesidades y demandas de la sociedad
-Es probable que cuando otras comunidades vean su publicación, se animen a hacerla. ¿Qué les diría, qué consejos les daría y qué beneficios reales aporta la publicación de la Memoria?
Personalmente entiendo que la ciudadanía demanda de “lo público” tres cosas principalmente: transparencia, implicación y capacidad de adaptación. En este sentido, el ejercicio de la Memoria es clave para su avance en cada uno de estos campos.
Estamos en una época de crisis económica y de pérdida de confianza en muchos aspectos, es por eso que esta Memoria se convierte en una herramienta más para recuperar la confianza del ciudadano en los poderes públicos, siendo transparentes con lo que hacemos, responsables en la gestión del gasto y manifestando nuestra implicación con la sociedad. Con la confianza del ciudadano en lo que hacemos y la motivación de las personas trabajadoras ya obtenemos un gran beneficio y demostramos la capacidad de adaptación a un ejercicio que parecía reservado a las organizaciones privadas.
-En esta línea, son muchos los que coinciden en que la apuesta por Responsabilidad Social y la publicación de memorias de RSE aporta transparencia, competitividad y compromiso con la sociedad, factores prioritarios en nuestro actual contexto socio-económico. En este sentido, ¿cree que la elaboración de memorias por parte de las administraciones públicas debería ser obligatoria? ¿Piensan que esta medida se va a expandir a otras comunidades?
En su definición la RSE implica voluntariedad y quizás por ello no creo que deba plantearse como obligatorio el realizar memorias sobre responsabilidad social, aunque no es menos cierto que, como administraciones públicas debemos ser los primeros en ser transparentes y en generar confianza ante nuestros grupos de interés, demostrando nuestro compromiso responsable con la sociedad y con sus valores. Y ahí, la memoria es una herramienta de indudable importancia
Vivimos en un mundo con casi 6.000 millones de teléfono móviles, unas telecomunicaciones que han permitido una deslocalización productiva y económica sin precedentes, en una sociedad que cada vez solicita más transparencia y más apoyo a las causas sociales y medioambientales. Esta sociedad demanda del sector público una optimización de gastos y consumos verificables por el ciudadano, un comportamiento responsable en la gestión. ¿No es cierto que la memoria da respuesta a muchos de estos aspectos?
La entrevista completa la encontrarás en el próximo número de la revista Corresposables.