¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de Empresas por la Movilidad Sostenible?
EMASESA es mucho más que agua y queremos ser reconocida como una empresa pública que realiza toda su actividad con criterios de sostenibilidad, aportando valor y bienestar a nuestro entorno en lo social, lo económico y lo ambiental.
Creemos que en un momento como el que vivimos, donde existen grandes cambios e incertidumbres en materia de movilidad, no hay mejor forma de asegurarnos que avanzamos en la dirección de la sostenibilidad que la alianza con otras organizaciones con las que compartimos estos mismos objetivos. Esto es lo que nos ofrece Empresas por la Movilidad Sostenible, un entorno colaborativo en el que compartir información, conocimientos y experiencias, con el propósito de impulsar la movilidad sostenible y dar a conocer a la sociedad los avances que realizamos en esta materia.
La mayoría de los desplazamientos que se generan tienen como causa la actividad de una empresa o institución, ya sea como origen o destino de empleados, clientes o proveedores. Por tanto, el fomento de medidas por las empresas para hacer más sostenibles estos desplazamientos, es fundamental para acelerar un cambio que cada vez se hace más urgente y necesario.
¿De qué forma está vuestra organización apostando por la movilidad sostenible? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
Nuestro principal activo, un agua de calidad, puede verse en peligro dada su vulnerabilidad a los efectos del cambio climático y la contaminación, por lo que el compromiso con una movilidad respetuosa con el medio ambiente siempre ha estado presente. Las líneas de actividad de Emasesa se guían por un Plan Estratégico GPS (Gestión Pública Sostenible) propio, basado en los ODS, y que incorpora medidas para reducir el impacto de nuestra actividad sobre el cambio climático. Estas medidas apuntan claramente hacia la movilidad sostenible a través de acciones e iniciativas como la estrategia de reducción de emisiones de toda la actividad, gracias a lo cual hemos logrado una bajada de emisiones de más de un 30% en 5 años; a lo que se suma la mejora de la eficiencia energética, el aumento de origen renovable de la energía consumida o el incremento de la autosuficiencia energética, alcanzando la energía que hemos generado con fuentes propias renovables en 2019 (hidráulica, biogás, fotovoltaica y eólica) casi el 90% de la energía total que hemos consumido.
Este compromiso con la movilidad sostenible se ha visto reforzado más recientemente con el plan de 50 medidas de Emasesa ante la Emergencia Climática y la elaboración de un Plan de Movilidad que hemos llamado Plan de Movilidad de Actividad Sostenible (PMAS), que amplía a toda la actividad la perspectiva de movilidad sostenible, contemplando medidas para reducir o evitar los desplazamientos de empleados, usuarios y proveedores; además de la flota propia, sobre la que se refuerza el objetivo de electrificación progresiva.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Con el objetivo de disminuir el número de vehículos en circulación y reducir las emisiones de los desplazamientos in itínere, hemos implantado medidas eficaces como el Programa de Coche Compartido, que fomenta que los empleados compartan su vehículo en los desplazamientos de ida y vuelta al trabajo asignándoles una plaza de aparcamiento. Este programa, iniciado en 2009, se ha extendido a otros centros incrementando el número de plazas destinadas a estos vehículos de alta ocupación o VAO.
Con respecto a la flota, hemos adoptado el uso compartido del vehículo de empresa o carsharing, con la particularidad de que el sistema de reservas pueda asignar al solicitante el vehículo más eficiente disponible en cada momento. Con esta medida hemos logrado reducir el número de vehículos dando el mismo servicio y disminuir consumos y emisiones al realizar más kilómetros con los medios más eficientes.
Por otro lado, seguimos incrementando la electrificación de la flota con la incorporación este año 2020 de 20 vehículos eléctricos: 14 turismos, 3 furgonetas y 3 carretillas; con los que alcanzaremos la cifra de 63 vehículos eléctricos de cero emisiones de una flota total de 210 vehículos, alcanzando el 30% de electrificación. Pero si tenemos en cuenta que a día de hoy sólo son 103 los medios de transporte con los que cuenta Emasesa que tienen una versión eléctrica o híbrida, con los 63 vehículos eléctricos alcanzamos el 61% de electrificación.
En paralelo, vamos a instalar una red de puntos de recarga inteligentes, con el objetivo de asegurar la energía a todos los vehículos eléctricos actuales y las futuras ampliaciones, optimizando la tarifa eléctrica y potencia consumida sin ampliar la potencia instalada del edificio. Este sistema va a disponer además de funcionalidades novedosas para la gestión de recarga con el propósito de proteger la batería de los vehículos de degradación.
Para la incorporación de estos vehículos eléctricos y la infraestructura de recarga, contamos con unos incentivos que nos han concedido a través del programa REDES INTELIGENTES de la Junta de Andalucía y del Plan MOVES del IDAE, cofinanciados por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional FEDER.
Por otra parte, como medidas para usuarios y ciudadanía destacamos el refuerzo de los canales no presenciales de atención que evitan los desplazamientos; así como la incorporación de puntos de atención presenciales en distritos y municipios abastecidos para acortar los desplazamientos y que éstos puedan realizarse en muchos casos a pie.
Con respecto a proveedores, una medida que hemos puesto en marcha y que ha obtenido una gran repercusión es la incorporación de criterios de adjudicación vinculados con la movilidad sostenible para la contratación de suministros o servicios en los que se utilicen vehículos, propiciando que los proveedores opten por ofertar su realización con vehículos en muchos casos eléctricos.
¿Cuál es la situación actual de la movilidad sostenible y sus principales barreras y obstáculos?
La actual pandemia y las consecuentes restricciones a la movilidad han servido para concienciarnos de que con medios tecnológicos de actividad a distancia se pueden evitar muchos desplazamientos. A la vez se ha hecho patente que es imprescindible y hay que facilitar el transporte para el abastecimiento de productos y los servicios esenciales como el que presta EMASESA. La sociedad en general ha comprobado el poder de regeneración de la propia naturaleza y las ventajas que supone recuperar vías habitualmente ocupadas por vehículos para disfrutar de otras actividades y desplazamientos saludables, pero también estamos sufriendo las graves consecuencias económicas de la paralización de actividades que requieren una libre movilidad. Está más claro si cabe que es urgente pasar a la acción en todos los ámbitos para frenar la situación de emergencia climática y adoptar medidas para estar preparados, como es el ejemplo del Plan 50 medidas puesto en marcha por EMASESA. En movilidad, como en cualquier ámbito, el único camino que puede aunar regeneración medioambiental, recuperación económica e inclusión social es la Sostenibilidad y para acelerar su implantación es necesario el consenso y visión a largo plazo, con objetivos estables que acometan inversiones para la adaptación de las ciudades, un desarrollo urbano sostenible, la potenciación del transporte público, la implantación de zonas peatonales y zonas verdes para, en definitiva, asegurar el bienestar de las generaciones futuras.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en materia de movilidad sostenible?
La mayor parte del consumo de combustibles fósiles, emisiones y contaminación de nuestra flota proviene de los vehículos industriales y pesados, para los que, a día de hoy, no existe una tecnología clara viable de energías alternativas que evite o aporte una reducción rentable de emisiones, teniendo en cuenta que por nuestro ámbito de actuación los desplazamientos son cortos y por tanto los kilometrajes y ahorros por consumos no alcanzan el punto de rentabilidad deseado. En este escenario se abren nuevos caminos con vectores energéticos que pueden cerrar el círculo agua-energías renovables-movilidad sostenible, como son el biogás y el hidrógeno.