La responsable de la Fundación EDP, Vanda Martins, explica en esta entrevista los detalles acerca del nuevo programa EDP Solidaria con el que apoyan proyectos de entidades sin ánimo de lucro dotándolas de impulso económico. Martins lo define como un programa de filantropía estratégica, conectado con otros programas de la Fundación EDP.
¿Nos puede ampliar la información de la noticia del nuevo programa EDP Solidaria, qué destacaría, cuáles son sus principales ventajas y beneficios de esta iniciativa?
EDP Solidaria es un programa con el que apoyamos proyectos de entidades sin ánimo de lucro en tres ámbitos de intervención, la atención a las necesidades de las personas mayores, el desarrollo rural y la lucha contra la despoblación, y la eficiencia energética y el acceso a la energía. Estas tres áreas prioritarias las hemos definido en base a un análisis de algunas de las problemáticas sociales más acuciantes a las que se enfrenta la sociedad española y a la necesidad de apoyar iniciativas innovadoras que busquen darles respuesta.
Con este programa, las entidades tienen la oportunidad de obtener un significativo impulso económico para sus proyectos y estrategias, pero es mucho más que un programa de apoyo financiero a proyectos. Las entidades entran a formar parte de un ecosistema de alianzas y colaboración, que les permite consolidar o desarrollar capacidades como la medición de impacto o crear nuevas redes. Esto es posible gracias a la concepción de EDP Solidaria como un programa de filantropía estratégica, conectado con otros programas de la Fundación EDP, que permite crear vínculos tanto entre entidades como con personas voluntarias de EDP. Además, EDP Solidaria premia las propuestas presentadas por dos o más entidades y aquellas iniciativas que muestran la existencia de alianzas para su desarrollo, potenciando de este modo el trabajo en red.
Las entidades también pueden presentar proyectos plurianuales de hasta tres años de duración, lo que les permite proyectar intervenciones a más largo plazo, maximizando así el impacto social de las mismas.
¿Cómo se enmarca esta iniciativa en la estrategia y gestión de la Responsabilidad Social en su organización?
La Fundación EDP tiene como objetivo contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas en los territorios en los que EDP desarrolla su actividad. Las iniciativas que desarrollamos están cada vez más alineadas con la estrategia de negocio y la política de responsabilidad social de la compañía.
Esto lo vemos en la evolución de EDP Solidaria, que ha pasado de ser un programa filantrópico a un programa innovador de filantropía estratégica, que incorpora los elementos fundamentales del planteamiento estratégico del grupo en términos de responsabilidad social.
En este programa, los protagonistas son las personas y las entidades sociales, que son los actores de su propio desarrollo. Por ello tiene especial importancia la incorporación de elementos de sostenibilidad en sus proyectos, de tal manera que generen soluciones para desarrollarse de forma autónoma. Aquí resulta clave también el trabajo que realizamos desde el programa para fomentar la adquisición de capacidades por parte de las entidades, a través, por ejemplo de sistemas de apoyo y resolución de dudas.
Prueba de la vinculación del programa a la estrategia de EDP es la incorporación de la promoción de la eficiencia energética y del acceso a la energía, en línea con el proceso de descarbonización de la compañía.
También resulta clave la participación activa del voluntariado y de otros stakeholders como estrategia para fomentar una cultura de solidaridad y compromiso social.
En esta línea, ¿qué otras iniciativas destacaría?
Desde la Fundación EDP desarrollamos numerosas iniciativas cada año, a las que destinamos cerca de 3,5 millones de euros. Entre ellas, y además de EDP Solidaria, destaca la Academia Fundación EDP, un programa de formación y fortalecimiento institucional para entidades sociales que hayan presentado propuestas a EDP Solidaria, independientemente de si han sido seleccionadas o no. Con la Academia ofrecemos a las organizaciones más pequeñas las mismas oportunidades de desarrollo que aquellas que cuentan con los recursos para invertir en capacitación y crecimiento. Las sesiones formativas son impartidas por personas voluntarias de EDP y expertos del sector, y son accesibles presencialmente y vía online.
Otra iniciativa con gran impacto social es Energía Solidaria, con la que ofrecemos a familias vulnerables y a entidades sociales la oportunidad de llevar a cabo mejoras que fomenten la eficiencia energética, reduciendo su vulnerabilidad y promoviendo un consumo sostenible y responsable.
También destaca EDP Solar, que gestiona proyectos de autoconsumo solar dentro de EDP en España, que pone a disposición de los clientes las soluciones más modernas e innovadoras, así como sistemas que permiten controlar el consumo de energía del hogar y conocer la producción de la instalación. La generación distribuida es fundamental para impulsar la transición energética.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de la Responsabilidad Social y cómo la trabajan?
Desde la Fundación EDP entendemos que la responsabilidad social corporativa puede perder relevancia y potencial de impacto si se realiza pero no se comunica, pero también que es posible caer en una pérdida de credibilidad si la comunicación no se realiza de manera coherente, responsable y centrada en las personas y en los impactos sociales.
Por eso, desde la Fundación EDP realizamos una comunicación muy cuidadosa y respetuosa, siempre orientada a mejorar el impacto de nuestros programas y a lograr hacerlos crecer. Para lograr esta comunicación es clave el trabajo coordinado y alineado con las áreas de negocio y con el departamento de comunicación, creando sinergias y trabajando codo con codo a fin de lograr que la responsabilidad social se convierta en un elemento transversal de la comunicación institucional.
Entendemos las acciones de comunicación como una oportunidad para explicar los valores reales que subyacen y para llegar a las personas y colectivos que nos permitan, a través de alianzas, lograr un mayor impacto.
Muestra de esto es nuestra estrategia de comunicación en el marco de EDP Solidaria, que está orientada a identificar iniciativas innovadoras y con gran potencial de impacto en las tres áreas de intervención.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia y cómo los piensan llevar a cabo?
Uno de nuestros retos principales es lograr la completa alineación estratégica de la intervención social y medioambiental con el área de negocio, para poner en marcha acciones totalmente coherentes en las que las personas y el entorno estén en el centro.
Otro reto fundamental es construir y consolidar alianzas de naturaleza estratégica con los diferentes actores con los que nos relacionamos, como clientes, empresas, personas voluntarias, entidades sociales o personas beneficiarias.
Para conseguirlo tenemos que seguir trabajando en una acción coordinada entre programas y departamentos, y en impulsar diálogos constructivos con nuestros stakeholders que nos permitan seguir desarrollando planes y propuestas que den respuesta a las necesidades reales, aprovechando las potencialidades y capacidades de cada una de las partes. Y todo ello con el foco puesto en mejorar la calidad de vida de las personas.