Usted ha sido ministro de Educación. Según la CE, España es de los países europeos donde más ha caído la inversión en educación y donde hay una mayor tasa de abandono escolar ¿Cuáles cree que son las principales soluciones a estos problemas?
Lo primero que tiene que hacer la Unión Europea en lugar de hacernos recomendaciones es dar facilidades. Tiene que ser una unión política y social porque ahora sólo es una unión monetaria. Lo que no puede hacer por un lado es decirnos lo mal que tenemos la educación y por otro que tenemos que hacer mayores recortes.
Con el neoliberalismo, ha habido un decaimiento muy grande de los medios dedicados a la educación, la ciencia, la sanidad y la justicia. Pero no solo se trata de reformas estructurales sino de saber qué es educación. Educación no es capacitación. En lugar de informes PISA deberían preguntar a los docentes que son los que saben de educación.
La Unesco dice que los educados son los que son libres y responsables. Por eso, el informe que solicité siendo director general de la Unesco sobre educación empieza diciendo “aprender a ser”. Hay que aprender a ser un ser humano que tiene estas capacidades distintivas fantásticas de reflexionar, imaginar, anticiparse, de crear, de inventar. Cada ser humano es un creador, puede inventar su futuro, tomar las riendas de su destino y no actuar bajo el dictado de nadie. Esto es ser educado y para ser educado lo que se necesita es transmitir estos valores. Se han reducido la filosofía y las enseñanzas artísticas. Lo que es distintivo de la especie humana es la creatividad. Fomentemos la creatividad.
Según la OCDE, el sistema educativo español no corrige las desigualdades ¿Cómo se pueden solucionar estas carencias?
Con todos mis respetos, a mí la información de la OCDE sobre educación no me interesa lo más mínimo. Esto es lo que precisamente ha hecho que en lugar de aprender a ser quieran que aprendamos a tener, a ser consumidores. Una persona puede tener muchas habilidades y destrezas y ser un profundo maleducado.
La Unesco se ha dedicado desde 1945 a la educación ¿por qué no preguntan a la Unesco? Porque el neoliberalismo una de las cosas que hizo a través del señor Reagan y la señora Thatcher fue abandonar el sistema de las Naciones Unidas. La constitución de la Unesco dice que la humanidad será guiada por unos principios democráticos y éticos que nos digan que todos los seres humanos son iguales en dignidad, que la justicia es fundamental y la libertad de cada ser humano debe preservarse, y que la solidaridad debe ser intelectual y moral. Esto es lo importante para ser una persona educada, después ya aprenderá matemáticas y las demás materias.
Estoy disgustado con esta vinculación de la educación a los mercados. Dejen que la educación la dirijan los educadores y aquellas instituciones como la Unesco que conocen con profundidad este tema.
El aumento de tasas universitarias ha provocado que las universidades españolas hayan perdido 134.000 alumnos. Por otro lado, un informe de la Universidad de Valencia asegura que desde que se incrementaron esas tasas se ha producido una mejora de los resultados académicos ¿Qué opina al respecto?
Yo he tenido el honor de ser el rector de la Universidad de Granada y más adelante favorecí que se crearan muchas universidades. Yo me di cuenta que a la Universidad de Granada iban los chicos de familias aposentadas de toda Andalucía y los granadinos porque tenían la suerte de tener allí una universidad pero ¿y los de Jaen, los de Almaría y los de Málaga?
No nos engañemos, hay unos criterios perfectamente establecidos por las instituciones educativas, pero no por los mercados, no por la OCDE. Es una organización económica, que se dedique a economía. Podría decirnos por qué se han tenido que hacer estos recortes en España, las cantidades dedicadas a la educación, la sanidad y la justicia. Parece mentira que los mismos que nos obligan a recortar nos adviertan que han decrecido estas inversiones.
¿Qué opinión le merece la elección de Donald Trump ¿Puede considerarse un síntoma del crecimiento del racismo y la intolerancia en el mundo occidental?
Como pasó con la guerra de Irak con Bush junior, el señor Trump no puede hacer algo que vaya en contra del interés a escala mundial. Él ha dicho que no va a seguir el Acuerdo de París sobre cambio climático. Esto puede afectar irreversiblemente a todas las generaciones venideras y hay que decirle al señor Trump que no se lo vamos a tolerar.
En esto hay que ser taxativos, ahora ya podemos expresarnos, no se necesita la violencia. El mundo tiene que decirle al señor Trump que si lleva a cabo esta amenaza, a partir del 20 de enero de 2017 vamos a dejar de comprar productos norteamericanos. Es la única manera de que esta gente entre en razón.
Pero lo que más me preocupa es que el que el señor Trump piense que los anglosajones son una raza superior a los latinos o los negros o el que aquí en Europa la señora Lepen siga los mismos dictados. Ojo porque en el momento en que hay alguien que se cree superior, esta persona puede hacer lo que escribió Hitler en el año 33 en Mi Lucha, dijo “la raza aria es incompatible con la raza judía” y ¿qué pasó después?…
Tolerancia cero con el racismo. Los ciudadanos, en lugar de estar preocupados por el fútbol, deben plantarse y decir que no vamos a tolerar el renacimiento ni de los fascismos ni de los fanatismos.
¿Cómo ve el drama de los refugiados sirios y el hecho de que Europa les haya dado la espalda?
La ayuda al desarrollo cuando yo era director de la Unesco era muy importante. El programa de Naciones Unidas para el desarrollo era muy potente, con miles de millones. Se decía que la gente debía vivir dignamente en sus lugares de origen. Aquí en España llegamos en el año 2010 al 0,51% del PIB. En estos momentos no llega al 0,1%.
Las diferencias se están ahondando. En España hay muchísimos más pobres. Se habla de la recuperación, pero muchos de los empleos son precarios. Hemos deslocalizado la producción a otros países aprovechando que las condiciones laborales nos permiten por codicia ganar más dinero. Hay una economía de especulación, de guerra, en lugar de una economía basada en la competitividad y en los incentivos para la investigación y las patentes propias.
Hay un nuevo concepto de trabajo. Mucha gente podría trabajar desde sus casas, al menos en parte, porque hay muchas tareas que se hacen digitalmente. Hay que repensar la nueva era. Tenemos la capacidad para hacerlo. Sobre todo la gente joven debe exigir que entre todos redefinamos y rediseñemos el futuro.
¿Cómo valora los primeros pasos que están dando los ODS?
Tenemos mucho que agradecer al señor Obama porque su presión ha sido fundamental para la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre el clima. Sin embargo, en estos momentos no hay ni un céntimo para los ODS.
He ido recientemente a Berlín para apoyar la gran iniciativa del International Peace Boreau de Ginebra, que fue Premio Nóbel de la Paz en 1910, llamada ‘Desarme para el Desarrollo’. Consiste en reclamar el 10% de los fondos que se dedican para gastos militares y armamento –4.000 millones de dólares al día–, sin menoscabo de la seguridad territorial y de las fronteras, para destinarlo a la seguridad alimentaria, al acceso universal al agua, a la educación y al medio ambiente. Con ese 10% sería posible cumplir los ODS.
¿Qué le parece el movimiento de la Responsabilidad Social Empresarial que ha crecido significativamente en los últimos años en España?
Me parece un movimiento muy bueno pero me gustaría que se expresaran más generosamente en la ayuda y que quizás redujeran el papel cuché en el sentido de los informes que nos presentan. Creo que se habla demasiado de lo que se ha hecho, en cambio la realidad es que la ayuda tanto a las entidades de voluntarios como a las benéficas ha decrecido.