Ferrer es una empresa farmacéutica de origen catalán, con sede principal en Barcelona, que tiene presencia en más de 90 países. Su plantilla es bastante amplia, llegando a las 1.800 personas. Marta Anglada, Directora de Sostenibilidad de Ferrer, manifiesta que “la compañía se especializa en dos áreas principales: la hipertensión arterial pulmonar y las enfermedades neurológicas”.
“En Ferrer siempre explicamos que nuestro negocio no es el fin, sino que es un medio a través del cual queremos generar un impacto en la sociedad. El propósito de la entidad es muy claro y conciso: utilizar nuestro negocio para luchar contra la injusticia social. Como empresa activista (este concepto proviene del Presidente, Sergi Ferrer-Salat) somos conscientes de que nos queda camino por recorrer, pero queremos hacer las cosas distintas, yendo más allá del cumplimiento regulatorio o la ética”, desvela Marta.
La estrategia de sostenibilidad de Ferrer se basa en tres pilares estratégicos: Great People, Liveable Planet y Collective Action. “Centrándome en la parte de sostenibilidad, actuamos en dos palancas principales: acelerar la acción climática para alcanzar los retos de descarbonización para 2030 y capital natural. En lo que se refiere a la acción colectiva, destaca todo el trabajo que realizamos a través de las fundaciones propias, activismos de los empleados gracias al voluntariado y la generación de alianzas con impacto positivo”, subraya Marta.
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