¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte del Proyecto LIBERA y qué beneficios creéis que aporta a las organizaciones adheridas?
Formar parte del Proyecto LIBERA nos da la oportunidad de actuar en red contra un problema importante, que es el de la basuraleza en nuestros espacios naturales. Trabajar de forma conjunta con otras organizaciones y entidades permite dar un mayor sentido y eficacia a las acciones, porque el objetivo y la metodología son comunes. Si actuamos unidos conseguimos más y mejor, y los datos así lo vienen avalando desde que LIBERA se puso en marcha y va ampliando las adhesiones. El año pasado ya fueron 1.900 entidades las que de una forma u otra participaron, bien en las recogidas de basura, bien en labores de concienciación o de aportación científica.
En el caso concreto de la Fundación Oso Pardo (FOP) nos está permitiendo conocer cómo se enfrentan a este problema organizaciones que ya tienen una importante trayectoria en este terreno, pues muchas de ellas trabajan con especies o hábitats marinos, en donde la acumulación de los residuos humanos presenta un impacto y una visibilidad mayores desde hace tiempo. Todos hemos contemplado alguna vez con angustia las imágenes de tortugas aprisionadas por restos de redes, o aves marinas muertas con el estómago lleno de plásticos. Hemos usado el mar como basurero sin rubor, y ya no hay excusa para poner fin a esto, porque todos sabemos que el 80 por ciento de la basura que está en el mar llega de tierra, luego es responsabilidad de todos.
En particular, nuestras patrullas han encontrado situaciones preocupantes en algunos entornos fluviales de las áreas en donde trabajamos, sobre todo acumulaciones de cuerdas, bolsas y envases de plástico, y también la persistencia de algunos vertederos ilegales, inconcebibles ya en espacios naturales. Esperamos que al dar visibilidad a estas recogidas en nuestras redes sociales, aumentemos la concienciación de la sociedad.
¿De qué forma está vuestra organización apostando por la conservación de la biodiversidad? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
La Fundación Oso Pardo se creó en 1992 con el objetivo de contribuir a recuperar la población de osos, que en nuestro país se encuentra en peligro de extinción. Desde entonces nuestro trabajo se extiende a campos como la conservación y restauración de hábitats de elevado interés para la especie, el seguimiento de la población osera, la investigación aplicada a la conservación, la lucha contra el furtivismo, la educación ambiental y la prevención de conflictos entre humanos y osos.
Consideramos muy importante la aceptación social del oso, y por eso fomentamos la imagen positiva de la especie como elemento de desarrollo rural y símbolo de una naturaleza bien conservada. Por poner algunas cifras, a lo largo de estos 30 años hemos plantado más de 286 mil árboles frutales para el oso en la cordillera Cantábrica y los Pirineos, y estamos muy cerca de alcanzar los cien mil escolares en campañas de sensibilización y educación ambiental. Toda la labor y las estrategias de la FOP tienen una base técnica y científica, para lo que se cuenta siempre con especialistas de distintos ámbitos y la colaboración con universidades e instituciones científicas.
¿Puedes especificarnos algunas buenas prácticas y/o iniciativas concretas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Pues, retomando el tema de nuestra participación en el proyecto LIBERA, hemos incorporado contenidos específicos al programa HUELLA de educación ambiental a escolares. Además de hablarles del oso y de la función que cumple en la naturaleza, les explicamos lo importante que es que no haya basura en ella, porque afecta a todo, a los animales, al funcionamiento de los sistemas naturales, y por tanto, también a nosotros los humanos. Los niños lo comprenden perfectamente y participan muy activamente cuando les proponemos ponerlo en práctica en nuestras rutas de campo.
Con respecto a otras iniciativas de la FOP, actualmente estamos desarrollando el proyecto LIFE Osos con Futuro, con fondos europeos y apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Su objetivo es favorecer la adaptación del oso al cambio climático en la cordillera Cantábrica porque la ciencia predice que cada vez lloverá y nevará menos y hará más calor.
Esto afecta a los osos de varias maneras, por un lado en su alimentación, pues hay especies frutales que han reducido su importancia en la dieta de los osos cantábricos, posiblemente por la creciente irregularidad de sus fructificaciones, mientras otras especies parecen verse favorecidas. Por ello el proyecto contempla la plantación de 150 mil árboles y arbustos de interés para el oso, y de 25 mil castaños injertados con variedades locales, además de la restauración de sotos de castaños y robles para mejorar su productividad.
El proyecto también incluye una importante campaña de información y concienciación a usuarios del monte en invierno, porque otro de los efectos esperados del cambio climático es que reduzca la hibernación de los osos. Considerando este factor y el hecho de que cada vez se disfruta más del monte en invierno en actividades de naturaleza, es previsible que aumente la probabilidad de encuentros entre osos y humanos. Es importante informar a las personas y promover las mejores prácticas en el disfrute del ocio en montes oseros.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en materia de gestión socialmente responsable del medio natural?
Como señalaba antes, consideramos de gran importancia la aceptación social del oso, especialmente entre los habitantes de territorios oseros que son los que comparten espacio con ellos. Por eso, todas nuestras acciones los tienen muy en cuenta. Por ejemplo, los trabajos de plantación de árboles frutales se realizan habitualmente con cooperativas locales y vecinos de la zona sin trabajo, contribuyendo a la creación de empleo local. Las patrullas de la FOP siempre han estado integradas por mujeres y hombres oriundos de estos territorios, así como las personas que trabajan en las Casas del Oso. Estamos convencidos de que la biodiversidad ofrece empleo y que forma parte de la solución al problema de la despoblación rural.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Proyecto Libera