¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de la Alianza País Pobreza Infantil Cero y qué objetivos concretos esperáis conseguir con ella?
Formar parte de la Alianza País Pobreza Infantil Cero es una oportunidad para Fundación Balia. Somos una entidad que lleva más de 20 años trabajando para paliar la pobreza infantil en nuestro país a través de la educación.
El hecho de que la erradicación de la pobreza infantil en España sea un objetivo de Estado es un avance muy relevante, creemos que esta alianza da visibilidad al problema, introduce esta cuestión en el debate público y esperamos que movilice recursos públicos y privados para luchar contra ella.
Esta alianza nos permitirá colaborar con otras instituciones y organizaciones y aunar esfuerzos en un objetivo común, que debe ser prioritario para todos. Debemos pasar a la acción e impulsar nuevas medidas y recursos que sean eficaces. Invertir en educación es la mejor manera y la más barata de aprovechar el talento y no dejar a nadie atrás. Además, vemos esta alianza como un respaldo a nuestra labor y un mensaje institucional claro para todos nuestros colaboradores y aliados de que somos necesarios.
¿De qué forma está vuestra organización trabajando para erradicar la pobreza infantil en España?
En Fundación Balia trabajamos con la educación como herramienta para el cambio y el progreso social. Vemos precisamente en la educación la forma de que los niños, niñas y adolescentes tengan la oportunidad de salir del círculo de pobreza, de la pobreza heredada. Muchos niños solo lo podrán lograr con el apoyo y el refuerzo que organizaciones como las nuestras, que tratamos de suplir carencias de las que esos niños no son responsables.
Por ello nuestro Modelo Educativo está enfocado al desarrollo de las ocho competencias clave para el aprendizaje permanente, definidas por la Comisión de la Unión Europea. Lo desarrollamos a través de cuatro pilares fundamentales: la educación en valores, la educación emocional, el refuerzo escolar y la alfabetización digital. Así, podremos evitar que las personas que nacen en un contexto de pobreza lo hereden y que, por el contrario, tengan oportunidades para prosperar e integrarse en la sociedad y alcanzar su potencial personal.
¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad?
Fundación Balia nació en el 2000 cuando las largas jornadas laborales de muchas familias, sin ninguna red de apoyo, hizo que aparecieran “los niños de la llave”. Niños y niñas que terminaban el colegio y que, con su llave al cuello, abrían las puertas de sus viviendas donde pasaban las tardes solos. Muchos de ellos, incluso, adquirían la responsabilidad de cuidar de sus hermanos pequeños. Con el paso del tiempo y las sucesivas crisis económicas hemos comprobado que nuestra labor se ha hecho si cabe aún más necesaria para todos esos niños cuyas familias se han quedado sin recursos y sin red de apoyo.
Balia comenzó en el distrito de Tetuán en Madrid, con un equipo de 5 personas y con 30 niños y niñas. En la actualidad atendemos a más de 5.000 personas al año con un equipo de 125 trabajadores y 336 personas voluntarias. Trabajamos en varios distritos de Madrid y en barrios necesitados de Guadalajara y de Sevilla.
Desarrollamos proyectos pedagógicos que abarcan desde los 3 a los 25 años, basados en un Modelo Educativo propio que busca adaptarse a los menores y a sus etapas de desarrollo y que incluye proyectos durante el curso, colonias de verano, deporte, proyectos intergeneracionales, atención a alumnado expulsado…todos ellos con la finalidad de ayudarles a desarrollar su máximo potencial escolar y personal.
¿Puedes especificarnos algunos proyectos desarrollados de forma conjunta con empresas que estáis llevando a cabo en esta materia y qué objetivos persiguen?
Son muchas las empresas privadas que, bien a través de sus departamentos de responsabilidad social, de sus fundaciones o de sus propios empleados, trabajan con nosotros. Con todas ellas compartimos la misión y entienden lo importante que es la educación para el progreso social.
Tenemos un especial interés en concienciar a las empresas de la importancia de nuestra labor y en escuchar de ellas cómo pueden colaborar e integrarnos en su propia misión. Nos vemos como socios de ellas para alcanzar objetivos que son comunes y a los que cada uno contribuye de manera distinta, pero en alianzas que nos benefician a todos. Vemos que podemos ser de ayuda a muchas empresas para que alcancen sus propios objetivos dentro del marco de los ODS de la Agenda 2030.
Por eso desde el inicio de nuestra actividad colaboramos estrechamente con empresas como Fundación Iberdrola España, Fundación Banco Sabadell, LOEWE, Fundación BNP Paribas, Fundación Bancaria la Caixa, Fundación Jesús Serra, Fundación Carlos Sunyer … y otros muchos aliados que apoyan nuestros proyectos en los centros educativos de Balia.
Para Balia el trabajo en torno al ODS 17 (Alianzas para lograr los objetivos) es fundamental, y por ello buscamos colaboraciones transformadoras que generen impacto a largo plazo. Un claro ejemplo para nuestra organización es la alianza con Fundación Ebro que nos permitió ampliar nuestro alcance geográfico y llevar nuestra actividad a Sevilla.
Otro tipo de alianzas son aquellas que están más enfocadas al voluntariado corporativo, mediante el cual los empleados de la organización aportan valor a los programas compartiendo su tiempo y su talento. Entre estas están Fundación Telefónica, AstraZeneca, UBS o Sopra Steria.
¿Cuál es la situación actual de la lucha contra la pobreza infantil en el tercer sector español en su globalidad?
El sector necesita mejorar y garantizar la estabilidad de su financiación a través de un incremento en la financiación pública (siempre con una colaboración transparente) y facilidades e incentivos a la financiación privada. Todos los recursos que se destinan al sector, y desde luego a la educación son inversiones con resultados a corto y largo plazo.
Actualmente trabajamos y aportamos nuestros esfuerzos en la Red EAPN (European Anti Poverty Network) que reúne y lidera el trabajo de muchas entidades en España que tenemos el mismo objetivo, y formamos parte de otras alianzas y plataformas que también tienen iniciativas similares. Aunque a veces no se visibiliza suficiente el trabajo que se realiza, hay muchas organizaciones que trabajan sin descanso para combatir, desde diferentes ámbitos, la pobreza en España.
El Tercer Sector ha sido, además, durante mucho tiempo la voz de las personas vulnerables y, tal y como indicó el Relator Especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos Philip Alston cuando visitó nuestro país en 2020, “España le está fallando por completo a buena parte de su sociedad, aquella que vive en la pobreza, cuya situación ahora se encuentra entre las peores de la Unión Europea”. Para el experto en derechos humanos “los niveles de pobreza en España reflejan una decisión política. Esa decisión política ha sido hecha durante la última década” y resaltaba “entre 2007 y 2017 los ingresos del 1% más rico crecieron un 24% mientras que para el 90% restante subieron menos de un 2%”.
El sector social trabaja para solventar y visibilizar estas situaciones de desamparo de la población vulnerable, pero no deja de ser imprescindible avanzar en políticas sociales y unir a todos los agentes implicados para la búsqueda de soluciones conjuntas al problema de la pobreza en España. La colaboración ahora es también más posible y necesaria que nuca, porque garantiza un efecto multiplicador del impacto.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos de tu organización en esta materia para los próximos años?
En Balia buscamos cambiar e impactar positivamente en el futuro de los niños, niñas y adolescentes con los que trabajamos, pero también mejorar el futuro de la sociedad en general. Por eso estamos muy alerta de los avances y necesidades de los menores.
No sabemos exactamente cuáles serán las profesiones del futuro, pero lo que sí podemos prever es que la tecnología será clave en muchas de ellas. Por eso, el reto que se nos plantea será formar a los menores con un enfoque STEAM, seguir fomentando las competencias digitales, así como el resto de las competencias de la formación permanente. De la misma manera nos iremos adaptando a todas aquellas novedades que vayan a suponer un cambio en el futuro profesional de los niños y niñas.
Por otro lado, estará el reto de la financiación tras la pandemia. Nuestro objetivo es seguir fortaleciendo nuestros programas y continuar sensibilizando a nuestros grupos de interés, para acompañar a estos menores que precisamente ahora necesitan más que nunca nuestro apoyo.
En Fundación Balia estamos convencidos de que la educación es poder, por eso cuanto más apoyemos la educación, mejor futuro podrán tener los niños, niñas y jóvenes con los que trabajamos y por lo tanto la sociedad en su conjunto.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: Una alianza de país para combatir la pobreza infantil.