La Fundación Caja de Ingenieros ha firmado una alianza estratégica de impacto social con Cáritas para incrementar el número de personas que puedan beneficiarse de su programa de ayudas y acompañamiento a familias vulnerables y con urgencia social. Para ello, entrevistamos a Iñaki Irisarri, Coordinador de la Fundación Caja de Ingenieros que nos habla del acuerdo y asegura que es necesario sensibilizar al conjunto de la población, incluyendo entidades e instituciones públicas, de la necesidad de promover e impulsar iniciativas y actividades que promuevan una sociedad equitativa, inclusiva y sostenible.
Recientemente, la Fundación Caja de Ingenieros ha establecido una alianza con Cáritas Catalunya con el objetivo de incrementar su impacto social y para que más personas puedan tener acceso a una vida mejor. ¿Cómo valora este acuerdo y cómo van a materializar este compromiso?
Desde la Fundación Caja de Ingenieros estamos firmemente comprometidos con fomentar una sociedad más justa y equitativa. Uno de nuestros principales ejes de actuación, y en el que se enmarca este acuerdo, es la reinserción socio laboral. Gracias a la alianza con Cáritas Cataluña podremos contribuir a que más de 10.000 personas en situación de vulnerabilidad puedan tener una mejor calidad de vida, y ayudar a que esta mejora no sea solamente algo puntual, sino que tenga un impacto en su futuro y en sus proyectos personales a largo plazo.
Pondremos a disposición de las diócesis de Cáritas de Badalona, Granollers, Terrassa, Mataró, Vilanova y Manresa, a través de su Servicio de Ayudas Económicas, para los más de 4.000 hogares que acuden a sus centros, la cobertura de las necesidades básicas para estas personas.
Desde nuestra creación en el año 2011, hemos llevado a cabo 680 proyectos de acción social y más de 6.200 personas se han beneficiado de becas de estudio, formación y acompañamiento sociolaboral gracias a los diferentes convenios. Para nosotros es fundamental que todas nuestras actividades, tanto las que se llevan a cabo desde el Grupo Caja de Ingenieros, como las que desarrollamos desde la Fundación tengan un impacto positivo y transformador tanto en la sociedad como en el medio ambiente. Así, cada euro invertido en acción social a través de proyectos y colaboraciones de la Fundación tiene un impacto social de 5,2, lo que significa que por cada euro que ha destinado la Fundación a proyectos sociales ha multiplicado por 5,2 su valor social.
A lo largo de estos años, además de Cáritas, venimos colaborando con otras entidades que trabajan con el objetivo de ayudar a mejorar la calidad de vida de los colectivos vulnerables. Un claro ejemplo es la colaboración con ASSÍS Centro de Acogida y su proyecto “Mujeres con hogar” con el que se han podido acompañar a más de 270 mujeres sin hogar, garantizando sus derechos básicos como la alimentación, el acceso a la salud y el seguimiento psicosocial, y formación para inserción laboral. O nuestra alianza con Formació i Treball, que tiene el objetivo de ayudar a personas que han sido excluidas del mercado laboral y ayudarles a reincorporarse a través de itinerarios formativos.
Somos también sensibles a las situaciones de emergencia mundial, que suceden más allá de nuestras fronteras, como ha sido nuestra colaboración a favor de las personas afectadas por el conflicto de Ucrania. Desde la Fundación realizamos un llamamiento a todos los socios y socias de Caja de Ingenieros para que pudiesen colaborar con la causa, alcanzando las más de 1.000 donaciones que permitieron hacer una entrega de 115.000 euros. También impulsamos programas de becas para personas solicitantes de asilo, que se han visto forzadas a salir de su país por múltiples causas, para que puedan continuar sus estudios superiores en nuestro país.
Cada día, trabajamos por seguir impulsando proyectos transformadores generadores de bienestar social y medioambiental, con acciones que promueven la sostenibilidad y la protección del medio ambiente, iniciativas para dar apoyo a la integración laboral y social de los colectivos vulnerables, y el fomento de la formación académica en el ámbito de la ingeniería y el impulso de la innovación social a través de programas de emprendimiento social y de impacto.
¿Qué relevancia tiene la comunicación de estas iniciativas responsables y sostenibles? ¿Cuáles piensa que son los retos de futuro en el ámbito de la acción social?
Creemos firmemente que es necesario sensibilizar al conjunto de la población, incluyendo entidades e instituciones públicas, de la necesidad de promover e impulsar iniciativas y actividades que promuevan una sociedad equitativa, inclusiva y sostenible. Para ello es muy importante comunicarlas a todo el mundo y hacer visibles los retos y problemas sociales y sensibilizar al conjunto de la sociedad de la urgencia de tomar medidas en beneficio del bien común y la necesidad de transformar los modelos socioeconómicos.
Desde la Fundación Caja de Ingenieros siempre nos decantamos por iniciativas y proyectos que contribuyan a hacer de este mundo un lugar mejor, y que generen un impacto positivo y transformador en las personas y en el planeta, poniendo especial foco en aquellos proyectos locales que se desarrollan en las zonas de influencia del Grupo Caja de Ingenieros. Nuestro objetivo es aportar y generar valor en las comunidades donde estamos presente y donde realmente podemos contribuir a esa necesaria transformación.
En cuanto a los retos actuales, nos encontramos en un escenario en el que seguimos dominados por la inestabilidad, tanto económica como medioambiental a nivel mundial. En relación con este último aspecto, está claro que el cambio climático es ahora mismo uno de los principales problemas que, además de los efectos sobre el planeta, tiene también un impacto directo en los modelos productivos de las empresas y provoca movimientos migratorios que redefinen los lugares en los que viven las personas.
No podemos olvidar que el planeta es nuestro hogar, y sin él no habrá sociedad, Además, la inestabilidad económica impacta directamente en la falta de creación de lugares de trabajo estables y de calidad, cosa que afecta directamente a los niveles de bienestar social. Ambos retos están interrelacionados por lo que no podemos obviar ninguno de los dos y debemos acelerar la transformación de los modelos económico productivos, en favor de modelos generadores de valor compartido que tengan en cuenta a todos los grupos de interés, a la sociedad y también al medioambiente.
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