Bajo la perspectiva de la alta dirección, ¿qué supone crear el primer hotel neutro en carbono?
Para mí es un sueño hecho realidad y es fruto del compromiso de Meliá con la Sostenibilidad y con la isla de Menorca, que también es un fiel reflejo de la Sostenibilidad. El que sea la única Isla Balear que esté declarada como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, la posiciona como lugar idóneo para empezar con nuestro primer hotel Net Zero. En este hotel se ha cometido una inversión de más de 30 millones de euros, de los cuales, cerca de un 10% se han destinado a temas relacionados con Net Zero.
Estoy convencido de que va a ser un referente y va a actuar como catalizador de otro tipo de iniciativas, también del sector turístico, en ese afán de compensar las emisiones de CO2. Y es que en Meliá queremos liderar y ser un referente en materia de Sostenibilidad.
¿Qué comporta ser un referente cuando todavía el ámbito de la Sostenibilidad se está construyendo? ¿Es también a nivel interno un gran reto de convencer?
Es un gran reto, un acicate también para seguir mejorando, pero sobre todo, es una cultura que nuestra gente ha interiorizado. Tiene que ver mucho con ser una empresa familiar, con lo valores de la familia y con el desarrollo que Meliá ha impulsado siempre en destinos en vías de desarrollo. Como líder vacacional a nivel mundial, hemos contribuido mucho al modelo de desarrollo y turístico de España, pero también hemos contribuido al de todo el Caribe, el Sudeste Asiático, la cuenca mediterránea y al de muchos otros países.
El que nosotros hayamos sido sumamente respetuosos no solo con el medio ambiente, sino con la cultura, el patrimonio, y utilizando, en la medida de la posible, materiales y productos locales, ha sido un modelo de referencia para otros grupos.
¿Qué papel juega la alta dirección en las políticas de RSC y Sostenibilidad de la compañía?
El hecho de que el primer ejecutivo sea miembro de la familia contribuye, entre otras cosas, a que los valores se vean reforzados. Ayuda, sin duda alguna, a persuadir desde el convencimiento y a transmitir desde el corazón. También, al ser una empresa familiar y tener una visión a largo plazo hace que ese compromiso vaya más allá, en contraposición con otros modelos de negocio en los que prima más una visión más a corto plazo. Nuestro enfoque nos lleva a plantear retos a largo plazo con el convencimiento de que estaremos al frente para liderarlos.
Para mí es un orgullo, pero también esa presión supone buscar una mejora continua para implicar a todos nuestros grupos de interés, internos y externos. Hoy en día, precisamente, el viajero quiere viajar con un propósito y ese propósito hay que acompañarlo con elementos sostenibles, con elementos sociales, con poner en valor el patrimonio, la cultura, los proveedores kilómetro cero… Eso es lo que llega al corazón de los stakeholders, hacer ese viaje con propósito que permita traducir los compromisos que asume en su día a día. Meliá está presente en más de 40 países, con propietarios muy diversos,
¿Cómo lograr convencerles sobre la importancia que cobran estos temas?
Invitándolos a conocer nuestro hotel Net Zero y experimentándolo. Es fundamental que lo vean y lo sientan en sus propias carnes. Estoy convencido de que a corto y medio plazo, vamos a ver muy buenos resultados, con lo que podremos tangibilizar nuestro compromiso con la Sostenibilidad. Todo esto nos va a ayudar mucho en todos los sentidos. La Sostenibilidad es un proceso de mejora continua, nunca se llega a la meta. Y, además, somos inconformistas por naturaleza. En Meliá entendemos la Sostenibilidad como una palanca del negocio y para el negocio (…)
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