Hablamos con Esther Jolonch, directora de la Fundació Catalana per a la Paràlisi Cerebral (FCPC), sobre cómo esta entidad, desde 1996, trabaja para mejorar la calidad de vida de personas con parálisis cerebral, promoviendo su inclusión y empoderamiento a través de iniciativas educativas, sociales y culturales.
¿Puede hablarnos de la Fundació Catalana per a la Paràlisi Cerebral (FCPC), cuál es su ámbito de actuación y cómo ha evolucionado estos años hasta la actualidad?
La Fundació Catalana per a la Paràlisi Cerebral (FCPC) es una entidad sin ánimo de lucro que, desde 1996, trabaja para mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral y otras discapacidades similares. Nuestro objetivo principal es garantizar que estas personas tengan las mismas oportunidades para desarrollar su proyecto de vida con autonomía, dignidad e inclusión.
Nos centramos en áreas como la vida independiente, la atención a la salud, el crecimiento personal, el ocio y la inclusión social. Contamos con un hogar residencia de 24 plazas en Poblenou – Distrito 22@, que ofrece apoyo a personas con grandes necesidades y promovemos programas educativos, culturales y de ocio para acompañarlas en todas las etapas de la vida.
A lo largo de los años, hemos evolucionado desde un enfoque asistencial hacia una perspectiva de empoderamiento e inclusión, poniendo en valor las capacidades de las personas en lugar de centrarnos únicamente en sus limitaciones.
¿Qué iniciativas/proyectos o casos de éxito nos podría destacar?
Destacaría especialmente el proyecto “Iron People”, donde las personas con parálisis cerebral se convierten en protagonistas activos en charlas y talleres formativos dirigidos a empresas. Estas actividades no solo rompen estereotipos, sino que también aportan valiosas lecciones de resiliencia, liderazgo y adaptabilidad que enriquecen a los equipos de trabajo de las empresas participantes fomentando una filosofía de aceptación de la diversidad como un valor positivo en las empresas y del altruismo como generador de bienestar de equipos.
También hemos impulsado programas de crecimiento y aprendizaje artístico a través de talleres de pintura y música, así como arte-terapia, esperando que las creaciones sean adquiridas como obras de arte que son o que puedan ser parte de campañas publicitarias o packaging.
También poner en valor iniciativas como el “Programa de Recogida de Tapones – Sin transporte no hay deporte”, un ejemplo de economía circular con implicación social.
Además, las actividades de ocio adaptado y deporte inclusivo han tenido un gran éxito, generando un impacto positivo tanto en las personas usuarias como en las comunidades participantes.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación con sus grupos de interés, y cómo lo trabajan?
La comunicación es fundamental para nosotros, ya que nos permite crear vínculos sólidos con personas usuarias, familias, profesionales, empresas colaboradoras y la sociedad en general.
Trabajamos para transmitir un mensaje claro: la parálisis cerebral no define a las personas, sino que estas tienen capacidades que pueden inspirar y transformar. Por ello, nos esforzamos en comunicar nuestro impacto a través de campañas de sensibilización, eventos comunitarios y colaboraciones con medios de comunicación.
Con las empresas mantenemos un diálogo constante para entender cómo podemos aportar valor mutuamente, ofreciendo servicios y formaciones que también contribuyan al bienestar de sus equipos.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE en nuestro país (si quiere, en relación a la parálisis cerebral) y sus principales barreras y desafíos de futuro?
La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) ha avanzado mucho en nuestro país, pero todavía queda camino por recorrer, especialmente en lo que respecta a la inclusión real de las personas con discapacidad en las estrategias corporativas. Aunque muchas empresas muestran interés, a menudo se enfrentan a desconocimiento o falta de recursos para implementar iniciativas efectivas.
Otra barrera es la percepción social: todavía existen estereotipos que impiden ver a las personas con parálisis cerebral como agentes activos capaces de aportar valor a las organizaciones y la sociedad.
El futuro pasa por una educación más inclusiva, políticas públicas que fomenten la RSE y colaboraciones con entidades como la nuestra, que pueden asesorar y ofrecer soluciones prácticas.
Nuestro lema es que somos #obstinadamenteOptimistas y creemos que ese valor en una empresa que quiere ser agente de cambio es vital!
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización y cómo los piensan llevar a cabo?
Nuestros retos más inmediatos son:
- Garantizar la sostenibilidad económica: Necesitamos consolidar el apoyo de donantes y patrocinadores, especialmente para cubrir las necesidades no financiadas por las administraciones públicas.
- Ampliar el alcance de nuestros servicios: Nos planteamos abrir nuevas líneas de atención para llegar a más personas y ofrecer actividades que promuevan la autonomía y el crecimiento personal.
- Sensibilizar y crear alianzas: Seguiremos trabajando para romper estereotipos, llegando a más empresas y comunidades con el mensaje de que la inclusión beneficia a todos.
Para lograrlo, nos basamos en un modelo colaborativo, aprovechando el conocimiento de profesionales, familias, centros formativos y empresas. También invertimos en la formación continua de nuestro equipo y en la comunicación de nuestro impacto, para que más personas y organizaciones conozcan y respalden nuestra labor.