¿De qué modo tu compañía apuesta por las buenas prácticas socialmente responsables? ¿Nos puedes explicar brevemente vuestra evolución hasta la actualidad? ¿Y alguna buena práctica en concreto con los objetivos que persigue que te gustaría destacar en esta entrevista?
ICL Iberia es una empresa totalmente comprometida con las buenas prácticas en ESG e intentamos ir siempre más allá de lo exigible. Con el foco puesto en la minería sostenible, en los últimos años hemos dado pasos de gigante en esta materia: desde modernizar nuestras instalaciones y procesos para hacerlos más eficientes y sostenibles, a un incremento sustancial de las actividades ambientales, sociales y comunitarias.
Por lo que respecta a la transformación industrial, un buen ejemplo es el de la Rampa de Cabanasses, un túnel de más de 5 km que conecta nuestra mina con la planta de producción, con el que hemos evitado una circulación de más de 500 camiones diarios por el núcleo del municipio lo que ha supuesto la eliminación de más de 2.000 t de CO2 anuales y la desaparición del ruido que esta actividad ocasionaba.
En los últimos años, además, hemos incrementado las acciones que unifican el cuidado de nuestro entorno con una labor social. Por ejemplo, los clean-ups que organizamos periódicamente en diferentes zonas de nuestro entorno y donde participan voluntarios de organizaciones sociales de la zona.
¿Qué importancia tiene para vuestra organización formar parte de FEIQUE a la hora de mejorar vuestra RSC?
Como sabéis el sector de la industria química es un sector muy sensibilizado en materia de RSC. En ese sentido para nosotros formar parte de la FEIQUE es formar parte de una voluntad común de construir una sociedad y una economía competitivos, sostenibles y por tanto más equilibrados.
Es importantísima la función de la FEIQUE como aglutinadora de esta voluntad común, a la vez que nos motiva a las empresas que formamos parte de este colectivo a ser cada vez más conscientes del impacto que generamos y actuar proactivamente para reducirlo.
¿Qué sinergias esperáis generar a nivel ambiental las acciones conjuntas que estáis emprendiendo en vuestro sector?
Las empresas de cualquier ámbito tenemos que ser conscientes de nuestro entorno, cuidarlo y respetarlo. Y, como se suele decir, la unión hace la fuerza. Es capital que las empresas del sector nos unamos para que las acciones a nivel ambiental tomen una dimensión más amplia. En este sentido, el papel de la FEIQUE es importantísimo pero cada una de las empresas de nuestro sector debe esforzarse al máximo y ser lo más exigente posible a nivel ambiental. Se trata de construir un futuro mejor, y en eso debemos estar todas las empresas comprometidas al máximo. Para ICL Iberia es la máxima prioridad.
¿Cuál creéis que es la situación actual del impacto ambiental de vuestra actividad en España?
Este año hemos culminado una parte muy importante de nuestro proyecto Phoenix, que prevé la transformación de nuestra industria hacia la minería sostenible, con hitos como el inicio del plan de restauración de los depósitos salinos de la compañía o la construcción de la rampa de Cabanasses, que permite entre otras cosas mejorar la seguridad o la reducción de las emisiones de CO2 en 2.700 toneladas anuales con la supresión del transporte del mineral por carretera.
Por todo ello nos han acreditado recientemente con la certificación de las normas UNE 22470 y 22480, que nos acreditan como la primera empresa minera subterránea de grandes dimensiones de minerales no áridos de España y de Europa certificada en Minería Sostenible para toda nuestra actividad. Además, a través de diferentes medidas proactivas, hemos reducido significativamente nuestra huella de carbono, uno de los retos más importantes que tenemos hasta 2050.
Otros hitos han sido la apertura de nuestra nueva terminal en el Puerto de Barcelona, que permite cargar barcos de grandes dimensiones por lo que mejora la eficiencia y el impacto medioambiental de los envíos internacionales de mineral, e incrementar el transporte del mineral desde Súria hasta esta terminal en transporte ferroviario.
¿Cuáles son los otros grandes retos y desafíos/oportunidades de tu organización en materia de sostenibilidad?
El gran reto es el de producir de forma sostenible, desde todos los ángulos: medioambientalmente, económicamente, socialmente y también en cuanto a la seguridad. Nuestras acciones estratégicas se centran en la mejora de la eficiencia energética, la implementación de la movilidad sostenible (actualmente el 100% de nuestro consumo eléctrico proviene de fuentes renovables), la digitalización, o la compensación de la huella de carbono. Nuestra hoja de ruta prevé llegar a emisiones cero de gases de efecto invernadero antes del año 2050.
Otro de los retos importantes ante el que nos enfrentamos es el de consolidar nuestro plan de restauración tratando y eliminando la sal que está almacenada en nuestros depósitos salinos hasta su desaparición total mediante métodos sostenibles en todos los sentidos.
Para todo ello, debemos ser capaces de mantener la sostenibilidad como una parte más de nuestro ADN para garantizar un futuro alentador para las nuevas generaciones.
Esta entrevista forma parte del Dosier Corresponsables: La sostenibilidad en el sector químico español.