¿Cómo ha evolucionado la estrategia de RSE de su organización en estos últimos años hasta la actualidad y cuáles son actualmente sus principales líneas de actuación?
Lo primero y más importante es dejar claro que EIT Manufacturing tiene como objetivo apoyar a la industria europea para que ésta sea a su vez más competitiva y sostenible. Y para ello tenemos constituida una comunidad de innovación donde sus distintos actores, que vienen de diferentes ámbitos, bien sea universidades, centros tecnológicos o de industria, colaboren para la mejora tanto de productos como de procesos.
Hemos aprobado recientemente una nueva versión de nuestra Agenda Estratégica 2021-2027, cuyo objetivo estratégico es acelerar la fabricación verde. Para lograrlo, nos enfocamos en dos iniciativas principales. Por un lado, promovemos la fabricación circular mediante la servitización de modelos de negocio y el diseño optimizado, con el fin de mejorar la eficiencia de los recursos en el sector, poniendo especial atención en materiales críticos. Por otro lado, trabajamos en la transformación de la industria hacia las emisiones cero, a través de un enfoque holístico de descarbonización de toda la cadena de valor. Con esta iniciativa, buscamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con el objetivo de que Europa cuente con la mayor proporción de instalaciones productivas con huella de carbono cero a nivel global.
Y, Antoni, ¿puedes dar algunos ejemplos o citar buenas prácticas de su organización en estos temas?
Sí, por mencionar algunas de las iniciativas, lo que hacemos es, por un lado, gestionar varios programas de ayudas. De ahí surge nuestra colaboración con la Comisión Europea, a través del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT). A su vez, lanzamos servicios para los miembros de nuestra comunidad. Tanto los programas de ayuda como los servicios se articulan en torno a cinco áreas temáticas: Net Zero Industry, energías renovables y economía circular, entre otras.
Dentro del área de servicios, acabamos de firmar un acuerdo de colaboración con Global Factor, cuyo objetivo es ofrecer a las empresas de todos los tamaños un servicio integral que combine estrategias de sostenibilidad y planes de descarbonización con la implementación de tecnologías avanzadas. Esto permite abordar objetivos complejos como la eficiencia energética, la trazabilidad de emisiones, la reutilización de materiales y la optimización de la intralogística, mejorando la eficiencia operativa y contribuyendo a la descarbonización de las operaciones industriales. Se trata de utilizar tecnologías avanzadas para reducir el impacto ambiental mediante soluciones innovadoras, no solo mitigando los efectos negativos, sino también fortaleciendo la resiliencia empresarial y promoviendo un crecimiento más sostenible.
En cuanto a los programas y ayudas, tenemos algunos proyectos innovadores donde las empresas industriales aplican soluciones en sus fábricas con el objetivo de mejorar su sostenibilidad. Algunos ejemplos de esta línea son el programa Transform 2024 o el programa Empowering SMEs 2024, actualmente en curso. Animamos a las pymes que deseen participar en este tipo de programas a enviar sus solicitudes. Además, contamos con la Call for Proposals de proyectos, que arrancará el 1 de enero de 2025.
También contamos con una línea de ayudas para startups o empresas ya creadas que buscan escalar su negocio, lo que llamamos el ‘BoostUp!‘. El objetivo del ‘BoostUp!’ es identificar las mejores startups enfocadas en la descarbonización de operaciones industriales. Este año, llevamos a cabo la primera edición en París, centrada en green manufacturing. A finales de año, en diciembre, ejecutaremos una segunda edición en Oporto, con un enfoque hacia el Net Zero.
Además, contamos con programas de ‘Access to Market‘, cuyo objetivo es conectar a startups que buscan internacionalizar sus productos y servicios sostenibles con corporaciones europeas que tienen necesidades específicas. Esto facilita que las empresas puedan colaborar, acelerar la llegada de nuevas tecnologías y procesos al mercado, y cubrir esos déficits.
¿Qué papel tiene en EIT Manufacturing la comunicación de la RSE, que destacarías de la misma?
En EIT Manufacturing, gestionamos nuestro propio impacto de manera interna. Por un lado, está el impacto que conseguimos a través de las empresas a las que ofrecemos servicios o que participan en nuestros programas de impacto. Medimos constantemente ese impacto mediante una serie de KPIs y, además, les apoyamos en la difusión de los resultados dentro de nuestra comunidad y plataformas. Extendemos incluso esta difusión también a través de las plataformas de comunicación de la Agencia Europea de Innovación y Tecnología.
Por otro lado, gestionamos nuestro propio impacto ambiental y social con el mismo rigor con el que gestionamos otros indicadores, como los financieros. Actualmente, estamos inmersos en una evaluación de impacto en EIT Manufacturing, una herramienta de medición y gestión de impacto 360º que ya se utiliza en más de 200,000 empresas en todo el mundo. Esta herramienta nos permite mejorar nuestro desempeño social y ambiental.
¿Cuáles son las principales ventajas y beneficios de apostar por la RSE?
En el ámbito de la RSE, nosotros hemos analizado diferentes iniciativas. No se trata únicamente de una alineación con políticas europeas como el Green Deal o el Net Zero Industry Act, sino de su implantación a nivel territorial, con el objetivo claro de lograr un sector industrial más resiliente y afianzado ante los cambios futuros. Aunque es cierto que la regulación es lenta y la transición a nivel nacional está siendo compleja, creemos que las empresas industriales europeas pueden convertir este desafío en una oportunidad, desarrollando productos y prácticas más sostenibles.
El sector manufacturero en Europa ha ido perdiendo peso desde el cambio de milenio, lo que ha impulsado apuestas nacionales por la reindustrialización. Se ha reconocido la necesidad de una política industrial fuerte para asegurar el buen funcionamiento de la economía de cada país. En este contexto, las estrategias de RSE son fundamentales.
Además, estamos observando que tener buenas políticas de RSE minimiza la dependencia de terceros, lo que se conoce como la resiliencia del sector. La integración de energías renovables y el uso de materiales más sostenibles, como los materiales críticos mencionados antes, reducen esa dependencia y otorgan mayor libertad de movimiento. Actualmente, alrededor del 40% de las ayudas que ofrecemos a las empresas, tanto a través de servicios como de programas, están orientadas a contribuir a su sostenibilidad, especialmente en este sector.
Un tema que se habla mucho en determinados foros y personas es que las empresas hacen la RSE por cosmética, por lavado de imagen, por greenwashing. ¿Qué opina de ello y cómo puede revertir la situación, Antoni?
Este es un tema que, como bien dices, se ha discutido durante mucho tiempo. Afortunadamente, las empresas están comenzando a ver que desarrollar políticas de RSE no es solo una cuestión de imagen, sino una necesidad para su supervivencia futura. Anteriormente mencioné la dependencia de terceros, que es uno de los factores que están impulsando esta transformación. Este año, hemos establecido varios grupos de trabajo temáticos en respuesta a las necesidades de nuestra comunidad, que es una asociación donde nuestros miembros, tanto industriales como centros tecnológicos, participan activamente en nuestro plan estratégico y en la gobernanza.
En particular, uno de los grupos más demandados ha sido el dedicado a Net Zero, lo cual refleja que las propias empresas están viendo la importancia de esta transición y la necesidad de fortalecer sus estrategias. No ha sido una iniciativa impulsada únicamente por EIT Manufacturing, sino que han sido nuestros propios socios industriales quienes nos han solicitado espacios de debate para la cocreación de actividades y acciones prioritarias. Entre estas prioridades se incluyen la definición de nuevos temas que fortalecerán las futuras convocatorias de ayudas en el sector Net Zero, así como el desarrollo de nuevos servicios que respondan a las necesidades de las empresas en términos de RSE.
Cada vez más, nuestros socios nos piden servicios que les ayuden a establecer sus propias estrategias de RSE, así como identificar oportunidades dentro de las políticas del Green Deal y el Net Zero Industry Act. Animamos a las organizaciones a ver la innovación como una herramienta clave para implementar estas estrategias de sostenibilidad. No solo promovemos la RSE desde una perspectiva teórica, sino que defendemos la importancia del uso de la tecnología para alcanzar estos objetivos, tanto a medio como a corto plazo. De hecho, algunos de los proyectos que estamos liderando ya están demostrando cómo la innovación puede generar resultados tangibles.
Vemos también que startups y nuevas tecnologías están generando negocio a través de procesos que buscan una mayor sostenibilidad.
Para concluir, ¿tienes algo que agregar? ¿Cuál es tu opinión sobre los principales retos y desafíos que enfrenta la RSE tanto en nuestro país como en vuestra organización?
Antes de abordar los retos que enfrentamos como organización, me gustaría hacer un comentario. Recientemente, hemos desarrollado un estudio con la ayuda de la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial (SPRI), en el que observamos que la implementación de políticas de RSE facilita la productividad y el rendimiento de las empresas. Aquellas que han implantado políticas de RSE muestran mejores resultados que las que no lo han hecho. Y cuando hablo de mejores resultados, no me refiero únicamente a una mayor productividad, sino también a menores tasas de absentismo y una mayor fidelización del talento. No es solo una cuestión de productividad, sino también de retención de talento, un desafío cada vez más relevante para la industria.
En cuanto a los retos futuros en materia de sostenibilidad, una organización como la nuestra, que mantiene una estrecha alineación con la Comisión Europea, comparte muchos de los desafíos que esta ha establecido, como la reducción de gases de efecto invernadero, que se ha convertido en una prioridad creciente. Sin embargo, a pesar de la firma del Green Deal, el Net Zero Industry Act y directivas como los informes de sostenibilidad corporativa, la regulación avanza con demasiada lentitud. Las empresas industriales están encontrando dificultades para entender cómo encajan dentro de este marco jurídico impulsado por la Comisión. Aquí es donde entra nuestro rol como comunidad de innovación, trabajando tanto con nuestros asociados como con externos que aún no forman parte de EIT Manufacturing.
Desde EIT Manufacturing West, nuestra rama en Europa occidental, hemos centrado nuestros esfuerzos en apoyar todas las innovaciones relacionadas con el Net Zero, como tecnologías de captura de carbono, integración de energías renovables y el uso de materiales más sostenibles. Aunque el enfoque en estos temas ha sido clave para toda la organización, hemos tomado la iniciativa en la creación del grupo de trabajo de Net Zero. Para nosotros, la sostenibilidad ha llegado para quedarse, y aquellos actores industriales que no se suban a este tren se quedarán fuera del mercado.
Las principales tendencias que observamos incluyen la reingeniería de productos para hacerlos más reparables y reciclables, la mejora de procesos para reducir el consumo de materias primas y energía, y la introducción de regulaciones más exigentes, no solo a nivel europeo, sino también nacional, para fomentar productos con un mayor índice de materias recicladas. Esto no es una moda, es una realidad que ha venido para quedarse. Cada vez más empresas, desde las más pequeñas hasta las grandes corporaciones, están mostrando interés en la sostenibilidad. Lo vemos en la creación de departamentos dedicados a la sostenibilidad, algo que apenas existía hace unos años. Además, nuestros socios nos demandan cada vez más involucración y apoyo para desarrollar sus propios planes de sostenibilidad.
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