A día de hoy, 125 empresas y organismos públicos se han adherido a este programa. ¿Cómo ha evolucionado y cuáles han sido los resultados del Programa desde que se pusiera en marcha en 2010?
La evolución ha sido positiva puesto que estamos ante un programa de carácter voluntario y por número de adheridos se sitúa en un número de orden equivalente al de otros programas voluntarios de carácter ambiental (por ejemplo EMAS, o
Distintivo de garantía de calidad ambiental). En estos momentos cerca del 80% de las organizaciones adheridas son empresas privadas y más del 85% del total corresponden a pymes. Por sectores, el de la consultoría y servicios mantiene un peso importante. Los datos provisionales arrojan que el conjunto de organizaciones adheridas han conseguido una reducción en las emisiones, en el 2013 respecto el 2012, de cerca de un 11%.
¿Cómo animaría a las empresas a adherirse a este programa?
En primer lugar, los esfuerzos de reducción de emisiones de GEI en su mayoría son rentables con periodos de amortización muy cortos. Invertir, por ejemplo, en ahorro y eficiencia energética (iluminación, combustibles, …) sale a cuenta.
En segundo lugar, no se trata de quererlo hacer todo a la vez. El programa de Acuerdos Voluntarios lo que demanda es constancia y la voluntad de llevar a cabo muchas pequeñas acciones. Es la suma de todas estas actuaciones lo que importa.
Por último, es cada vez más común que en las relaciones cliente-proveedor, el factor clima se requiera cada vez más. No es inusual que ciertas empresas pidan a sus proveedores compromisos en materia de GEI. Nuestro programa es un instrumento idóneo y, además, las organizaciones adheridas cuentan con las guías, la información y el soporte de la Oficina para poderlo llevar a cabo.
¿Cuáles son los próximos pasos del Programa de Acuerdos Voluntarios?
Obviamente aumentar tanto como sea posible el número de adheridos y así mismo seguir facilitando a las organizaciones los instrumentos para que puedan llevar a cabo sus inventarios. Recientemente ya se elaboró una metodología para calcular las emisiones de GEI correspondientes a la gestión de residuos y se está ya a punto de publicar una nueva metodología, en este caso, para el ciclo del agua.
Actualmente, ¿cuál es el volumen de emisiones de CO2 que se generan en Cataluña? Y, ¿cómo frenarlas?
Según los últimos datos correspondientes al 2012, el número total de emisiones fue de 43,1 millones de t de CO2. Aproximadamente son el 13% de las emisiones en España, un 1,3% de la UE-28 y un 0,13% mundial. De estas emisiones, 14,5 millones de t de CO2 corresponden a los sectores incluidos en el mercado de comercio de derechos de emisión y 28,6 millones de t de CO2q corresponden al resto de sectores (emisiones difusas). Dado que del total de las emisiones, un 76% corresponde al sector de la energía i que de estas un 37% pertenecen al sector del transporte, es evidente que constituye una necesidad descarbonizar estos ámbitos.
En septiembre de 2008, la Oficina Catalana del Cambio Climático presentó un Plan marco de mitigación del cambio climático en Cataluña 2008 – 2012. ¿Se han cumplido los objetivos del Plan? A día de hoy, ¿tiene algún tipo de continuidad este plan a través de otras políticas?
La media de las emisiones difusas en el quinquenio 2008-2012 ha sido de 30,6 millones de toneladas de CO2. Por tanto, Cataluña, en lo relativo al periodo de cumplimiento del Protocolo de Kyoto y del Plan Marco citado, se ha situado muy por debajo de las emisiones medias necesarias para cumplir con el objetivo establecido en el Plan Marco (no superar las 36,5 Mt CO2eq para el conjunto de los sectores difusos anualmente) y por debajo de la limitación de no incrementar en más de un 15% respecto el año base (objetivo establecido en el Protocolo de Kyoto). De cara al futuro (horizonte 2020), Cataluña dispone de una nueva planificación en materia de energía y cambio climático así como una estrategia en materia de adaptación, una de las primeras desarrolladas por una región dentro de la UE.
Pasando a un plano internacional, ¿cómo valoras que recientemente China y Estados Unidos se hayan comprometido por primera vez a reducir sus emisiones de CO2?
China y Estados Unidos representan más del 40% del total mundial de las emisiones de GEI. Partiendo de este dato, el que hayan manifestado explícitamente su voluntad de reducir las emisiones es una buena noticia de cara al camino que debe culminar el 2015 en la Cumbre de París con un nuevo acuerdo. Sin embargo, no hay que olvidar las dificultades internas que tiene USA para aprobar cualquier compromiso en materia climática, dada la mayoría republicana, muy hostil frente los temas de cambio climático, y por otro lado el reto enorme que supone para China mantener su actual ritmo de crecimiento económico a la vez que transformar su sector energético.
Retos a corto plazo de Cataluña en relación a la mitigación del cambio climático.
Las emisiones actuales en Cataluña se sitúan en estos momentos (2012) muy cercanas a las que debería de tener en el 2020, si se le aplican los mismos criterios de reparto de esfuerzos que la Unión Europea utilizó con sus estados miembros.
Dada esta circunstancia, el gran reto no es ahora el de reducir las emisiones sino cómo transformamos nuestra economía hacia una menos intensiva en consumo de combustibles fósiles, de manera que sea posible superar la dura crisis económica sin incrementar nuestras emisiones. Todo ello en un contexto en el que las recientes modificaciones en el sector energético español no apuntan justamente en esta dirección. A la vez esta economía debe incorporar la adaptación y establecer los mecanismos que le permitan ser más resiliente frente a los impactos del cambio climático.