La firma activista The Body Shop ha lanzado la campaña “Plásticos con cabeza”, que busca luchar contra la crisis del plástico a la vez que se centra en su lado más humano y menos conocido. Esta iniciativa pretende recoger en 3 años 900 toneladas de plástico y ayudar a 2.500 recolectores de residuos que viven bajo el umbral de la pobreza, haciendo hincapié en el empoderamiento de mujeres en la India. La campaña, que se basa en los conceptos: “Reduce. Recicla. Repite”, mantiene que dejar de usar plástico no es la solución, ya que, si se usa de forma responsable y se le da valor, el plástico puede ser sostenible.
De esta nueva campaña, y de más proyectos, iniciativas y desafíos en materia de RSC y sostenibilidad hablamos con Julie Droulers, directora de Marketing y RSC The Body Shop.
The Body Shop lanza su primera línea de botellas de plástico reciclado, ¿cómo surgió este proyecto? ¿quiénes son sus principales colaboradores? ¿a cuántas personas ayudáis?
El mundo se está enfrentando a una crisis mundial del plástico. Por parte de The Body Shop hemos tenido la idea de enfrentarnos a este problema de manera distinta. Nosotros creemos que, como el plástico es uno de los materiales más versátiles, se puede usar con cabeza; de manera responsable, y así el plástico puede ser sostenible.
Conocemos los efectos devastadores del plástico en el planeta, pero también hay un lado humano que no se ve. Hay una gran cantidad de plástico que existe en el mundo, y hay millones de personas que recolectan estos plásticos. La idea de The Body Shop no es tanto prohibir el plástico, como usar este plástico, que ya está en el planeta, para reciclarlo y hacerlo vivir más y más veces, ayudando a las personas que lo están recogiendo.
Primero vamos a usar este plástico dentro de nuestro packaging para que tenga una segunda, tercera… y más vidas. Por otro lado, vamos a mejorar las condiciones de los recolectores de residuos que existen. Hay tres mil millones de personas en el mundo que viven sin un servicio de recogida de plástico, y esta basura se va a la naturaleza. Nada más en India existen 1.500.000 recolectores de residuos, y la mayoría de estos no tienen ni reconocimiento, ni una visibilidad social. Tienen derechos muy limitados. La idea de The Body Shop es asociarnos a una ONG que se llama Plastic For Change para ayudarles a tener primero una vida mucho más agradable, un reconocimiento social y unos ingresos estables.
Nos hemos asociado a Plastic For Change para crear un programa de Community Trade en la India. Nosotros lo que vamos a ofrecer a estos recolectores de residuos son varias cosas: 1) Un precio justo y unos ingresos estables. No se va cambiar el precio del plástico que les vamos a dar; 2) Unas condiciones de trabajo más higiénicas, porque hoy en día ellos se proveen de su propia seguridad. Vamos a crear, con la ayuda de Plastic for Change, un entorno de trabajo seguro y más limpio para que ellos puedan tener condiciones de trabajo justas 3) También vamos a ayudarles a tener acceso a educación, atención sanitaria y servicios financieros.
La idea es reducir la basura que existe y el plástico en el mundo; y ayudar a esos recolectores de plástico, a vivir mejor.
Existe una batalla contra el plástico, desde The Body Shop qué visión tenéis al respecto
Sabemos que el plástico es un material muy versátil y que se puede reusar. Es un plástico ligero, que dura, es un material fuerte. Nosotros lo que pretendemos, no es tanto prohibir el plástico, sino sobre todo, de reusar el que ya existe. Ayudar y proteger nuestro planeta, quitando el plástico ya existente en el planeta, reusar y reciclar este plástico de manera indefinida, sí se puede.
¿Qué iniciativas y proyectos ha puesto The Body Shop en materia de responsabilidad social corporativa y sostenibilidad?
Hemos lanzado hace cuatro años un proyecto que se llama Enrich not Exploit. Es un programa de sostenibilidad que se lanzó por parte The Body Shop con catorce objetivos distintos. Tiene tres pilares que son: enriquecer al planeta; enriquecer a las personas y enriquecer nuestros productos.
De estos objetivos globales, lo que hemos conseguido son varias cosas. El primer objetivo ha sido hacer una campaña que duró dos años para seguir luchando contra los test en los animales en la industria de la cosmética. Hemos conseguido reunir 8,3 millones de firmas de todos nuestros clientes alrededor del mundo en contra de los test en animales. Hemos llevado las firmas a la ONU como parte de nuestra campaña. En Europa, la ley de prohibir los test en animales ya existe, pero no es el caso en otras partes del mundo, desde que lo llevamos a la ONU en octubre se han sumado Estados Unidos, Brasil y Canadá, que está revisando su ley. La idea es de acabar realmente con este tratamiento a nivel mundial.
El segundo de los objetivos, son los corredores ecológicos. The Body Shop ha ayudado para reforestar algunas partes del mundo porque sabemos que es un hábitat muy importante no tanto para el planeta y el aire que respiramos, sino también para los animales que se desarrollan en sus hábitats. Hemos conseguido con este proyecto reforestar 75 millones de metros cuadrados de corredores ecológicos para rehabilitar la vida de algunas especies en peligro de extinción.
El tercero es más de cara a las personas es el programa de Community Trade. Llevamos más de treinta años, somos de las marcas de cosmética con el proyecto de Community Trade más grande del mundo. Seguimos apoyando a todas las comunidades desde las mujeres de Ghana que producen nuestro Karité hasta Plastic For Change en India que es el último programa de Community Trade que hemos lanzado y seguimos apoyándoles.
¿Qué importancia tiene para The Body Shop la comunicación de la responsabilidad social corporativa y cómo lo trabajáis?
Para nosotros la comunicación es fundamental porque tenemos que decir lo que estamos haciendo y que la gente sea consciente de lo que hacemos, tanto de manera externa como interna. Para cada uno de los empleados es muy importante este programa, y toda la responsabilidad social que llevamos desde la empresa. Primero tenemos un informe anual que se llama el Sostenibility Report, donde damos los objetivos que tenemos desde este programa Enrich not Exploit, cómo vamos con los objetivos y en qué nivel del camino estamos con estos proyectos. Publicamos los logros que hemos conseguido, damos transparencia y visibilidad a nuestro compromiso.
Es esencial tanto a nivel interno como externo de saber lo que hay.
¿Cuáles son los próximos retos y desafíos que tiene The Body Shop en materia de responsabilidad social y cómo lo pensáis llevar a cabo?
Estamos en un proceso de cambio primero porque nos compró hace dos años el Grupo Natura. Es un Grupo que tiene una certificación B Corp desde hace mucho tiempo. The Body Shop y Grupo Natura somos muy afines en todo el proyecto de responsabilidad social, ha sido el matrimonio perfecto.
Cuando se lanzó Enrich Not Exploit en 2016 teníamos algunos objetivos que queríamos conseguir. Hemos logrado conseguir algunos pero otros aún no. Hoy en día nos damos cuenta que el mundo ha cambiado muy rápido en cuatro años. Tenemos una visión que va más allá de lo que habíamos puesto en nuestro proyecto Enrich Not Exploit.
Ahora el plan es terminar con este proyecto Enrich not Exploit y trabajar con otros proyectos. Uno es el proyecto B Corp. B Corp es un movimiento global que une a más de 2.500 empresas en aproximadamente 50 países. La idea de estas empresas es que realmente haya una competencia para que estas empresas sean las mejores para el mundo. No vale ser una empresa que tiene buenos resultados y buenos beneficios, pero también su impacto tiene que ser transparente y tiene que conseguir un impacto positivo a nivel social y ambiental. B Corp es una certificación con auditorias independiente, estamos trabajando muy fuerte en este sentido para tener esta certificación y unirnos a este movimiento. Junto con este proyecto de B Corp hemos cambiando nuestra Declaración de Independencia. Ahora lo importante es tener el Triple Bottom Line, es decir, nuestro éxito como empresa se va a materializar por un éxito en cuanto a beneficios, pero en igual de importancia por el impacto social y ambiental que tenemos.
El segundo proyecto es marcar nuevos retos y objetivos. Alejarnos de Enrich Not Exploit y centrarnos más en las comunidades: la igualdad y la sostenibilidad. Basarnos en el Future-Fit Business, un programa que tiene unos objetivos divididos en tres partes: 1.El medioambiental, tener un impacto positivo como empresa en el medio ambiente. Ser una empresa generadora. Tener mayor impacto positivo que negativo. La diferencia entre las dos tiene que ser positiva; 2. ser una empresa que va a aportar justicia a nivel social tanto en la igualdad como en la injusticia de las distintas comunidades; 3.favorecer la inclusión económica, integrar dentro de nuestra empresa y negocio comunidades que son más frágiles a través de nuestro programa de Community Trade.