¿Cómo empezó la Responsabilidad Social en la empresa?
Comenzó hace ya 25 años, desde que se creó la Fundación Carso, como se llamaba en aquel entonces. Es un tema que depende de las personas, de si hay una convicción de hacerlo o no la hay. Los líderes de las empresas son los responsables de llevarla o no a cabo. Nuestro presidente Carlos Slim ha apostado por la RSE porque ha tenido esa clara convicción durante toda su vida. Con el tiempo, la Responsabilidad Social en la organización ha ido evolucionando y se ha profesionalizado cada vez más.
La Fundación Carso empezó con pequeños proyectos y ayudas, pero siempre muy dirigidos a la la salud y la educación, que son las dos principales convicciones del Ingeniero Slim. Después surge la Fundación Telmex y la Fundación Carso se convierte en la Fundación Carlos Slim, ya con proyectos mucho más importantes y establecidos. Hemos ido probando proyectos y formas de que la gente crezca de diferentes maneras.
Algo muy importante de nuestras fundaciones es que no son asistencialistas, sino que a través de proyectos queremos lograr un cambio estructural de las personas: salud para poder estudiar y estudio para obtener un empleo digno. Ese el concepto global de todo lo que hacemos. La evolución se produce probando proyectos y los que vemos que funcionan bien los hacemos crecer de manera importante.
¿En qué momento se encuentra la organización? ¿Cuáles son sus principales líneas de actuación?
Trabajamos en cinco grandes ámbitos: salud, educación, justicia, cultura y deporte, y desastres naturales. Tenemos programas muy importantes en cada uno de los temas. Por ejemplo, en el ámbito de la educación traemos más de 3.500 bibliotecas digitales, es decir, un lugar con computadora dónde los niños pueden ir y conectarse a Internet. En vez de llevarse un libro como en las bibliotecas antiguas, se llevan un laptop y lo pueden tener hasta 15 días. También tenemos programas de becas muy importantes. Así, desde la Fundación Telmex becamos a los mejores estudiantes universitarios de México, con más de un nueve de promedio, que reciben apoyo económico, una computadora y conexión.
Además, desarrollamos un programa de educación temprana dirigido a niños de entre seis meses y cuatro años. Antes, éstos se quedaban en las guarderías sin hacer nada todo el día, pero ahora se les capacita en todos los sentidos, desde la lógica matemática a la motricidad a través de juegos y dinámicas. Para llevara a cabo este proyecto, se capacita a todos los profesores de las guarderías del país.
En salud, la Fundación Carlos Slim tiene un programa para Mesoamérica donde, junto con la Fundación Gates y el Gobierno de España, tratamos de erradicar enfermedades como la malaria, sobre todo centrándonos en la mujer embarazada y en los recién nacidos. Otro programa presta a los centros de salud equipos para monitorear a la madre en el embarazado y para los bebés recién nacidos. Hemos entregado ya más de 2.500 equipos médicos, desde ultrasonidos hasta incubadoras. Ello ha supuesto un cambio muy importante, ya que ha disminuido la mortalidad materna e infantil, y ha permitido que estos niños nazcan en las mismas condiciones que los que pueden pagar un buen hospital.
¿Cómo ha venido funcionando la colaboración con las organizaciones sin ánimo de lucro?
Lo hacemos un poco a fuerza para que funcione bien. Por ejemplo, en el programa de salud al que me he referido anteriormente, nosotros prestamos los equipos médicos, no los regalamos. Eso quiere decir que si no le dan una buena utilización, los retiramos y se los prestamos a otro centro de salud.
También hemos encontrado formas de colaboración con los gobiernos muy interesantes. Por ejemplo, tenemos un programa de bicicletas donde les damos bicis a los niños que viven a más de una hora de la escuela, porqué sino llegan cansadísimos a clase y a casa. Lo que hacemos con los diferentes estados de la República es que, por cada bicicleta que paga el Estado, nosotras compramos otra. De esta manera, sabemos que el Estado le va a echar ganas de verdad para identificar bien a los niños que realmente las necesitan y para que el programa funcione correctamente, porque también ellos están poniendo dinero.
¿Cómo conseguís generar confianza y credibilidad a través de la comunicación de estos proyectos?
Aquí hay dos temas importantes. Por un lado, hablamos de comunicar los programas que se hacen como empresa. Si una empresa está invirtiendo mucho dinero en esto, el consejo de administración te exige que se de a conocer. Por otro lado está la credibilidad, que la gente confíe en que vas a hacer las cosas bien.
Respecto a la comunicación, somos muy malos para hacerla, te lo digo honestamente. Y es porqué no es lo que nos interesa. Los recursos que tienen las fundaciones son para los proyectos y no para presumir de lo que hacemos. La gran ventaja que tenemos es que son tantos millones los beneficiados, que esto nos da credibilidad. La única forma de ganar credibilidad es con los hechos. Los beneficiados saben lo que estamos haciendo y lo trasmiten.
¿Con el auge de la RSE, parece que hay una tendencia a que las actividades de las fundaciones vinculadas a empresas se alineen cada vez más con la actividad principal de las compañías?
Aquí las empresas son las que aportan valor a la Responsabilidad Social y no al revés. Hay una gran corresponsabilidad entre fundaciones y empresas para ofrecer salud y educación, y que las compañías creen puestos de trabajo. Este es el único camino que puede acabar con las diferencias sociales tan importantes. En este aspecto, si que converge la parte de Responsabilidad Social con las empresas.
¿Cómo consiguen que la RSE se integre de verdad en la estrategia de la empresa y que vuestra implicación social no esté supeditada a los resultados económicos?
En nuestro caso, las fundaciones ya están cubiertas con fondos muy importantes. No hemos pasado por años de vacas flacas, afortunadamente las empresas van bien. Aún así, las fundaciones están fondeadas con un muy buen capital que es intocable para las empresas, por muy mal que a éstas les fuera.
¿Cómo se consigue acercar la Responsabilidad Social a los ciudadanos?
Este es uno de los grandes retos que todavía tiene un país como México, que cada vez más ciudadanos se involucren. Pero esto no supone solamente que éstos den dinero, sino que dediquen un poco de tiempo a la semana para hacer labores sociales. Por ejemplo, en Telmex hemos tratado de crear esta cultura y tenemos actualmente más de 5.000 voluntarios que hacen labores sociales fuera del horario de trabajo. Hemos avanzado mucho en este sentido dentro de la empresa, pero como país todavía es un gran tema a tratar. Es un tema de educación, conciencia e irlo haciendo poco a poco.
¿Cómo ve el papel de los medios de comunicación en el fomento de la RSE?
Algunos medios que tienen algún proyecto de RSE hablan solo del suyo, porque parece que si hablan de otro ya es competencia. También si ves las noticias, solo vende lo malo. Creo que la gente está cansada de oír malas noticias y que hay buenas noticias que se tendrían que tratar.